☘️TARDE DE OTOÑO☘️ -SOPEKOOK-

18. Vainilla, anís y mandarina

Jung Kook está dando un paseo por el centro comercial en el que quedó con Yu Gyeom la última vez que se vieron. Hoy han vuelto a quedar aquí porque el alfa quería aprovechar el descanso de su pareja para así comer juntos. No le sorprende en absoluto verles despedirse frente a la tienda en la que trabaja el omega. Se siente un poco avergonzado presenciando la escena, pero le parece de lo más mono.

En cuanto se despiden y Yu Gyeom se queda solo, Jung Kook le sigue hasta que le alcanza sobresaltándole. Ambos no pueden parar de reírse pero lo cierto es que el corazón de Yu Gyeom ha sufrido un pequeño ataque.

—¿Cómo estás? —le pregunta Yu Gyeom recuperando la compostura mientras se dirigen a la zona de restauración.

—Muy bien la verdad, no puedo quejarme, —responde con una sonrisa mientras se sonroja.

—Vaaale, ya veo que tienes que contarme muchas cosas, —la risa de Yu Gyeom muestra clara picardía. Es obvio que han pasado cosas y cosas buenas.

Llegan a la cafetería en la que siempre toman tarta y batido. Jung Kook pide un café con vainilla y un trozo de tarta de muerte por chocolate. Cada día más obvia esta personita. Yu Gyeom es más sencillo, se pide un batido de chocolate con un trozo de cheesecake. Una vez preparados para empezar a disfrutar de los pequeños manjares de la vida, Yu Gyeom anima al omega a que le cuente.

—Bueno, no sé como exteriorizar esto, porque aún no lo he hecho con nadie, —dice respirando profundamente sintiendo los nervios dentro de sí.

—Me encanta esto de ser un privilegiado, —se ríe mientras come de su tarta.

—A ver el el resumen claro y sencillo, es que Ho Seok, Yoon Gi y yo estamos juntos, —dice de golpe para no andarse con rodeos, el corazón le late rápido y le sudan un poco las manos, pero se siente bien decirlo en voz alta.

El problema es que Yu Gyeom casi se atraganta. ¿Cómo que los tres están juntos? ¿Qué se ha perdido aquí?

—Te voy a contar muchas cosas, por favor no pienses que estoy loco.

Yu Gyeom le pone una mueca de desaprobación, pero la verdad es que Jung Kook tiene ese miedo.

No es de extrañar que tanto el café como el batido como las tartas se queden escasos ante todo lo que tiene que contar Jung Kook. Yu Gyeom como de costumbre está fascinado por cada pequeño detalle, es como escuchar una historia de ensueño de esas que no existen. Desde el minuto uno le fascinó como Jung Kook y Ho Seok encajan de esa manera tan perfecta, pero que se haya unido Yoon Gi a ese rompecabezas de una manera tan exacta, es meramente extraordinario.

Aunque como todo en la vida, tiene sus pequeños problemas, miedos e inquietudes y es cuando le explica a Yu Gyeom sus inseguridades con Yoon Gi que hace todo esto real. Al igual que le sucedió por la mañana con el beta, Jung Kook sigue sin ser capaz de explicarse porque ni él mismo sabe exactamente donde se encuentra el problema de todo esto.

—Pero no lo entiendo, —le corta Yu Gyeom en una de sus explicaciones—. Si no tenéis problemas en la cama y no dudas de que te quiera, ¿qué está mal?

—No lo sé, —responde frustrado Jung Kook—. Pero cuando me dice que no dude de él... Es que realmente no dudo de él, no es eso. Siento que es algo mío, quiero decir, que el problema está en mí. Que tampoco es que yo tenga un problema, pero siento que... —La frustración con este tema es jodidamente real y más cuando no es capaz de darle forma y sentido con palabras para poder sacarlo fuera—. Es que... siento que querría darle más de lo que puedo darle, porque siento que no es suficiente y que eso puede ser un problema.

—¿Pero en qué sentido? —esto para Yu Gyeom también es demasiado complejo de entender.

—Pues... en el sexual, —termina decantándose Jung Kook.