☘️TARDE DE OTOÑO☘️ -SOPEKOOK-

49. Bosque y café

Están a un día de irse a las casas rurales, Ho Seok y Yoon Gi están preparando su bolsa de viaje con algunas cosas, han mirado el tiempo y por lo visto tiene pinta de que va a llover, por lo que deciden llevarse un par de recambios de más por si se mojan. Aprovechando que Jung Kook está entrenando Yoon Gi ve oportuno proponerle algo a Ho Seok.

—Ya que van a bajar las temperaturas, podemos llevarnos el jersey que nos regaló Jung Kook, —dice el beta acercándose a Ho Seok.

El alfa le coge de la cintura mientras sonríe, parece gustarle el plan.

—Seguro que le gusta vernos con él puesto, —dice dejando un beso en sus labios.

—Y seguro que también le gusta quitárnoslo, —se ríe Yoon Gi mientras se pierde en un beso profundo que le da Ho Seok.

Cuando le ponen fin continúan preparando sus cosas y no es hasta que Ho Seok se empieza a reír que vuelven a detenerse en lo que están haciendo.

—¿Qué te pasa? —pregunta Yoon Gi acercándose a donde está.

—Creo que Jung Kook se va a llevar toda su caja de juguetes, porque aquí no está, —dice carcajeándose.

Yoon Gi se aproxima a su mesita de noche y efectivamente, puede comprobar que no está ahí su querido de color vainilla. Una sonrisa de oreja a oreja se dibuja en su rostro.

—Pues nada, tendremos que coger los condones y el lubricante, —dice Yoon Gi con tono de fingida resignación.

—También te digo, no vamos a estar solos, quiero decir, la gracia está en ir por ahí con lo demás, no nos vamos a pasar el día encerrados, —dice Ho Seok acercándose a su mesita.

—Entonces... ¿no cogemos los condones y el lubricante? —pregunta Yoon Gi sin entender el comentario.

—Ah no, cógelos, digo que no vamos a estar todo el día follando, pero yo no he dicho nada con respecto a la noche, —dice muy serio cogiendo el limitador y los condones de su cajón. Yoon Gi se ríe y también coge sus condones y el lubricante.

Decir que está emocionado se le queda corto, está feliz de poder pasar los próximos días con sus dos amores y sus amigos. Le llega a doler el estómago de los nervios que tiene encima.

—¿Qué te pasa? —le pregunta Ho Seok mientras le abraza desde atrás.

—Estoy ansioso, quiero que sea mañana y nos vayamos los tres, —dice Yoon Gi pegándose al cuerpo de su alfa dejándose inundar por su olor a bosque.

—Seguro que Jung Kook está aplacando sus nervios pegándole a algo, —continúa pensando en el omega entrenando.

—O pegándose con alguien, —añade recordando como se pegaba con Won Sik—. No hagas que me acuerde de eso que me pongo malo. —Le pide mientras se separa del alfa para terminar de guardar las cosas.

Ho Seok se ríe, pero le deja para que también pueda terminar de guardar las cosas.

Una vez está todo listo, se van al salón, se sientan en el sofá y se quedan unos segundos en silencio. La paz y la calma los envuelve, las cabezas de ambos se pierden risueñas imaginando todas las cosas que puedan pasar en los días siguientes.

Yoon Gi se tumba apoyando su cabeza en el regazo de Ho Seok y éste empieza a acariciar su pelo despacio. Yoon Gi no puede sentirme mejor.

—No puedo negar que estoy especialmente ilusionado porque este vaya a ser como... nuestro primer viaje, —dice el beta dejándose llevar por las caricias.

—Va a ser el primero de muchos, —dice Ho Seok seguro de sus palabras—. Tenemos toda la vida por delante para conocer el mundo entero.

—Realmente el mundo entero me da igual, —objeta Yoon Gi quedándose somnoliento—. Vosotros sois mi mundo entero, todo lo demás es un mero complemento.

Ho Seok se muere de amor al escuchar esas palabras. ¿Cómo no amar con su vida a sus dos hombres? Tal vez sea esta una buena ocasión para experimentar esas cosas que le da miedo probar, conocer. Al igual que dice Yoon Gi, ellos dos son su mundo entero, por lo que, todo con ellos va a ser maravilloso siempre. Todo el camino que recorran, todo aquello que se detengan a explorar es y será una fase de continuo aprendizaje. No es momento de tener miedo. Ho Seok no quiere que nada le pare a conocer, a vivir o a sentir con ellos dos.

Respira el fuerte aroma a café que desprende Yoon Gi, es como un golpe revitalizante que entra por sus pulmones. Una sonrisa se dibuja en su rostro que deja ver su sonrisa con sus grandes dientes.

Una extraña sensación de impaciencia se pone en su estómago, ¿por qué? ¿Qué sucede? Yoon Gi parece dormir plácidamente, ¿a qué se debe esto ahora? ¿Es posible que Jung Kook haya salido de entrar y esté volviendo a casa? Ho Seok se carcajea silenciosamente, sí, es muy probable que sea eso. Si algo ha sido Jung Kook toda su vida ha sido impaciente. Especialmente cuando se trata de Ho Seok. Bueno, ahora de Yoon Gi también.

Pero esa impaciencia siempre es más notable cuando se trata de Ho Seok, por algún motivo Yoon Gi siempre consigue apaciguar un poco ese ansia del omega. Aunque también depende de la circunstancia.

Ho Seok se queda ahí acariciando pelo de Yoon Gi, hasta el punto de quedarse dormido él. No es hasta que se sobresalta con la puerta que da un respingo despertando también a Yoon Gi.

—¿Qué hacéis ahí? —pregunta Jung Kook con un leve olor a vainilla, el inhibidor de olor debe estar perdiendo el efecto.

—Nada, —dice Ho Seok recuperándose del pequeño susto.

—Nos habíamos sentado un rato después de preparar las cosas para mañana, —explica Yoon Gi con los ojos prácticamente cerrados.

—¿Tenéis ganas de que sea ya mañana para irnos? —pregunta un emocionado Jung Kook que se sienta en la mesa de café con un brillo en sus ojos que llena de dicha a los otros dos.

—Por supuesto, —dice Ho Seok sincero, cree poder sentir la emoción de Jung Kook en sí mismo y le es imposible negar que se muere de ganas por hacer ese pequeño viaje.

—Desde que dijimos de hacer la escapada esta, me he sentido especialmente ansioso, no sé muy bien la razón, pero decir que tengo ganas se le queda corto, —dice un Yoon Gi somnoliento.

—Sé de qué sensación hablas, —coincide Jung Kook cogiendo una mano del beta y otra del alfa.

—Va a ser genial, —termina diciendo Ho Seok con un extraño sentimiento de seguridad.

La tarde parece eternizarse y el sueño no quiere llegar cuando se meten en la cama, pero a base de fingir estar dormidos, quizás del mero aburrimiento terminan durmiéndose.