33. Clorofila, césped y pino

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Jung Kook está en la puerta de su gimnasio, está esperando a Je No, el joven alfa que llegó a urgencias por su primer celo. Le dijo a Yoon Gi que aceptaba la propuesta de Jung Kook de empezar a entrenarse para controlar su ira y de pasar los celos ahí de ser necesario. Ojalá y que no. No tarda en ver aparecer al chico con su madre omega, para poder pagar el gimnasio hace falta una cuenta bancaria por lo que inevitablemente, ha tenido que venir acompañado.

—Buenas tardes, —saluda Jung Kook al verles.

—Buenas tardes doctor Jeon, —dice la señora.

—No por favor, sólo Jung Kook, nada de doctor, —se apresura a decir nervioso.

—Disculpe, —dice la mujer algo nerviosa.

—No se preocupe, —quiere restarle importancia—. ¿Estás preparado? —le pregunta al chico.

—Nervioso, pero con ganas, —responde algo sonrojado.

Pasan al interior del establecimiento y en el mostrador comienzan el registro del chico. Rápido hacen acto de presencia Won Ho y Woo Jin, dos alfas de tremendo tamaño, el primero con olor a clorofila y el segundo con olor a césped recién cortado.

Saludan a Jung Kook amistosamente, los dos chicos esperan para poderle enseñar las instalaciones al joven alfa.

—Está Won Sik dentro, —le dice Woo Jin a Jung Kook—. Calienta un poco y luego le hacemos una pequeña demostración a nuestro nuevo amigo.

—Ahora después nos vemos, —acepta Jung Kook—. Je No, ellos te van a enseñar el sitio, —dice dirigiéndose al nombrado—. Te dejo en las mejores manos, luego nos vemos.

—Hasta ahora, —es lo único capaz de decir el chico.

Jung Kook se va a los vestuarios, se pone su ropa cómoda y coge sus guantes. Le gusta que esté Won Sik, es uno de los alfas con los que mejor se lleva después de los dos entrenadores. Hizo muy buenas migas con él desde el principio. Siempre le ha hecho sentir cómodo y ha sido un apoyo cada vez que algún alfa baboso le ha intentado molestar. Además, que su olor a pino le recuerda un poco a Ho Seok y eso también ayuda a que se sienta seguro. Sale por fin del vestuario y se va a calentar.

—¡Buenas Jung Kook! —saluda una compañera que se está dejando la vida contra un saco.

—Hola Yu Rim, —saluda animadamente.

En cuanto ve a Won Sik va a saludarle, le anima a que caliente bien que ya le han dicho que luego tienen que partirse la cara.

Jung Kook lleva un tiempo planteándose que esto ya no es necesario. Total, ya puede contener a Ho Seok de otra forma, no es necesario seguir usando la fuerza. Quizás es conveniente que no deje el gimnasio para no perder la forma física. ¿Pero necesita el boxeo?

Jung Kook se pierde pegando al saco.

Algo dentro de sí le enfada, le gusta esto, ¿por qué tendría que dejarlo? Lo más surrealista es que nadie le ha pedido que lo deje, Jung Kook céntrate porque se te está pirando un poco la pinza, tanto que le da risa.

—¿Se puede saber qué te pasa? —se ríe Won Sik.

—Estaba pensando en tonterías, —reconoce el chico algo avergonzado. Es increíble las jugadas que nos pasan nuestras propias mentes en algunas ocasiones.

—¿Puedo preguntar una cosa? —dice el alfa haciendo que Jung Kook pare y frene el saco mientras le anima a que pregunte lo que quiera—. Sé que no somos muy de hablar y que nos limitamos más a entrenar y tal. —Jung Kook le mira expectante, ¿por qué parece nervioso?—. Pero me estaba preguntando, si ahora que parece que ya estás con tu alfa, dejarías de venir.

☘️TARDE DE OTOÑO☘️ -SOPEKOOK-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora