26. Vainilla y rosas

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Jung Kook está algo preocupado, es domingo, le queda una semana más de poder estar en casa de Ho Seok y Yoon Gi. Va a ser raro volver a su casa después de eso. Pero bueno, volvemos a que Jung Kook está preocupado, ¿por qué?

Tae Hyung le ha escrito porque necesita hablar con él. Han acordado verse ahora en la tarde para tomar batido y tarta, nada de alcohol esta vez. Jung Kook está un poco asustado por que le salga con alguna cosa rara, pero espera que no sea nada grave.

Lo que más le extraña de todo esto, es que le ha dicho de quedar sólo a él, ¿habrá pasado algo con Ji Min? No lo cree probable, porque supone que ya se habría enterado, tal vez no. Hay que reconocer que llevan un tiempo en el que los tres omegas, en especial desde que empezaron las prácticas que prácticamente no se ven y hablan más bien poco. Como ya hemos dicho, esperemos que no sea nada grave. Capaz simplemente ya ha encontrado al dichoso alfa que tanto busca o buscaba. Bueno, a ver si se encuentran de una vez.

El avainillado ya espera frente a la puerta de la cafetería, esta deseando con toda su alma que su amigo aparezca ya, porque el calor es horrible. Jung Kook tiene que mirar un par de veces la pantalla de su móvil, ya lleva esperando 10 minutos. ¿Dónde está la puntualidad de su amigo?

Tae Hyung no tarda en aparecer corriendo, no tiene tanto fondo como Jung Kook y llega con la cara completamente roja sin aire en los pulmones.

—Te llevo esperando 10 minutos, no hubiese importado esperarte 10 más si con ello no mueres en el intento, —dice Jung Kook mientras el otro intenta recuperar el oxígeno.

—Lo-lo siento, —dice medio ahogándose.

—Respira hondo, tranquilízate y pasamos, —propone Jung Kook, de verdad tiene miedo de que a su amigo le dé un parraque.

—Mejor pasamos ya que hace mucho calor, —dice Tae Hyung medio tamblando por la flojera que le ha dado.

Jung Kook no da crédito con su amigo, pero prefiere no decirle más, porque para qué.

Pasan al interior del establecimiento, es una de las cafeterías preferidas de Tae Hyung, Es de carácter clásico, muy aesthetic, en colores café, muy Tae Hyung también. Jung Kook se siente un poco fuera de lugar, su amigo encaja perfectamente en la estética del lugar, Jung Kook parece haberse confundido de lugar. Pero bueno, esto no es lo importante.

Cogen una mesa, Tae Hyung parece querer una particular junto a la ventana, Jung Kook se deja llevar y mira la carta. Todo tiene muy buena pinta pero no necesita buscar mucho para saber lo que quiere.

Cuando aparece la camarera, piden un batido de chocolate, otro de fresa, un trozo de pie de frutos del bosque y una porción de tarta de almendras.

—¿Ya no pides batido de vainilla? —pregunta Tae Hyung, Jung Kook sonríe.

—Ahora me gusta alternar con chocolate o con café, también depende de lo que me pida para comer, —explica el chico, su amigo le mira con una pequeña mueca—. Bueno, no hemos venido a hablar de mí.

—Sí...

Pero lo cierto es que Tae Hyung no parece tener mucho ánimo de empezar a hablar, no porque no quiera sino porque no le salen las palabras.

—Tómate tu tiempo, —se limita a decir Jung Kook, sabe que si le agobia va a ser peor.

—Te he dicho de quedar a ti, porque me da miedo que Ji Min no me entienda. —Vale, este no es el empiece que Jung Kook esperaba—. Siento que él... no sé... bueno, estoy un poco ofendido porque no me quiera contar nada de su vida, pero a parte de eso... No quiero decir que Ji Min sea básico porque no ha habido nadie más básico que yo en esto, pero no sé.

☘️TARDE DE OTOÑO☘️ -SOPEKOOK-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora