Capítulo 15. Aparta la mirada

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Olivia

—Salvaste mi vida, Livvy. —Sonríe—. Gracias por cubrirme. —Suelta una risilla—. ¡He pasado la mejor noche de todos los tiempos! Hemos dado el siguiente paso. —Coloca su mano en un borde de su boca—. He perdido la virginidad.

Alzo mis cejas.

—Obviando el hecho de que tuve que invitar a tu prima a mi casa, sin conocerla, y sin saber qué hacer con ella para que mi madre no sospechara que tú no estabas y tener que hablar por móvil con tu padre —digo—, me alegra enormemente que te lo hayas pasado genial.

—Mmm, sí, eres la mejor amiga. Fue demasiado romántico. —Arruga su frente—. Todo un caballero. Me dijo que la semana que viene me llevará a visitar la cabaña y espero que tú me ayudes. Papá y mamá no deben saber que estoy con él, y —Levanta su dedo—. no metas la pata largando de más. Que te conozco.

Hago el gesto de sello de mis palabras.

—Ni una palabra.

Asiente satisfecha y toca las pinzas que sujetan los mechones de la parte izquierda.

—¿Por qué cada año tenemos que celebrar esto? —Señala la pancarta con letras blancas sobre un fondo marrón—. Es agotador tener que prepararlo. El gesto de alimentar a gente es precioso pero, ¿organizar todo? Ufff. Me pone de mal humor. Si fuese Kacie la que se encargase, sería todo un espectáculo verla —Pone los ojos en blanco—. Tienes que contarme que sucedió el tiempo que quedaste encerrada con el asesino.

—Kyros —aclaro con un bufido—. Se llama Kyros, Becca. ¿Por qué todo el rato lo llamas así?

—Sí, eso. ¿Qué pasó?

Me encojo de hombros.

—Nos quedamos toda la noche encerrados y estuvo muy bien.

Becca coloca un mechón de su pelo detrás de su oreja antes de hablar.

—¿Te besó?

—No.

—¿Entonces qué hicisteis? ¿Miraros a la cara?

—Más o menos.

Ella abre sus ojos y sacude su cabeza inconforme.

—Es extraño —dice esbozando una mueca de disgusto mientras se enfila en las escaleras—. Quizás es todo lo que dicen que es.

Ruedo mis ojos.

—No lo creo. —Aguanto la escalera para evitar que se tambalee mientras, Becca se estira pegando la pancarta, y siento un cosquilleo en mi estómago—. ¿Sabes esa intuición de que sientes algo pero no sabes qué ni puedes ponerle nombre? Eso es lo que siento. A su lado puedo ser yo. Olivia Evanson. Podemos hablar sin tener la necesidad de tener sexo y puedo decirle como me encuentro sin miedo a su reacción. —Dirijo mi mirada a mis uñas

—Mmm... Te sientes atraída por alguien a quien acusan de asesino.

—No lo entiendes —espeto molesta—. Sé que no es alguien corriente, pero a su lado me encuentro bien y no te puedes hacer ni la idea de cuánto me reconforta escuchar su voz. Me hace sentir cálida y protegida y me habla como una adolescente y no como la hermana de.

Ella me mira abriendo sus ojos ampliamente, pero no dice nada.

—Evanson, Jones dejó esto para ti. —El conserje me tiende un ramo de flores y yo lo cojo para dejarlo sobre la mesa haciendo que varios pétalos caigan—. Y también esto.

Me entrega una caja rectangular y la dejo junto a las flores.

—Gracias.

Becca se baja de la escalera de la cual estaba pendida y me mira con una sonrisa.

Secretos (ARKHÉ I)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora