Capítulo 42. Morgana Le Fay

1 0 0
                                    

    Olivia

—¿Vas a decirme por qué me has hecho traerte aquí o seguirás ignorándome y sumida entre tus pensamientos? —pregunta Lucas a mi lado mientras entramos a mi casa con una bolsa de papel.

—No me ha dado las respuestas que estaba buscando —contesto, encogiéndome de hombros.

Él rueda sus ojos y se va hasta la cocina sentándose alrededor de la isla, saca la comida y me tiende los scones de mermelada y los de limón.

—Livvy, ¿y esperas que yo me lo crea?

—Lucas... —Ladeo mi cabeza—. ¿Sabes algo relacionado con la leyenda de una tal Morgana Le Fay?

Él alza sus cejas y se queda mirándome mientras come su sándwich negando.

—¿Acaso ahora trata de ejercer de abuelo contándote leyendas e historias?

Frunzo mi ceño y lamo mis labios.

—No, pero hay algo que no me cuadra en todo esto... Charles estaba vigilado por un el tipo de seguridad, ya que está condenado a primer grado, y la conversación estaba siendo grabada. Quizás lo hizo porque no podía contarme nada sin ponerse él en peligro... Tengo que ir a volver a verlo.

—No te entiendo, Livvy. ¿Por qué iba a esconder nada si va a pasar el resto de sus días metido entre cuatro paredes? No tiene sentido alguno, ¿no crees?

Asiento con la cabeza.

—Eso es lo que no comprendo —admito, entrecerrando mis ojos y sujetando mi collar—. Quiso decirme algo, aunque no podía. —Bufo—. Pero, pensándolo bien, ¿por qué él no iba a esconder información, si mis propios padres lo hacen? ¿Quiere venganza? —Le doy un mordisco a un scone y de mi garganta sale un gemido—. Esto está demasiado delicioso... Bueno, lo que estaba diciendo. ¿Y si desea ayudarme porque odia a mis padres? ¿O quizás me miente? ¿O puede que yo misma me esté creando una historia de un grano de arena? Una vez mamá tuvo un caso en el qu... —Cierro por un instante mis ojos—. Siento que tengas que escuchar mis paranoias, Lucas, no quiero aburrirte.

—Mi madre tiene suposiciones más descabelladas, así que, no te preocupes, lo tuyo me parece normal. —Se limpia la boca y se apoya en sus brazos—. Livvy, creo que no deberías darle mucha importancia. Charles es un psicópata con problemas mentales... Quizás se puso a delirar y te contó lo de esa leyenda solo para desconcertarte. Los que están mal disfrutan viendo a los demás sufrir.

Meneo mi cabeza asintiendo.

—Puede que tengas razón... pero... No lo sé. ¿Tú no sabes nada?

Lucas se levanta y se coloca a mi lado posando sus manos sobre mis hombros.

—Livvy, prácticamente me he criado contigo y eres como una hermana para mí y tus padres son como si fueran los míos, créeme que si yo supiera algo te lo haría saber, pero sé lo mismo o menos que tú —dice, para después tender un beso sobre mi cabeza—. Deja a Charles con sus leyendas y sus cosas extrañas en la cárcel y no le hagas mucho caso... Tengo que ir a trabajar. Gracias por el desayuno.

Sonrío y me despido de él. En cuanto se va, me acabo los scones y limpio la encimera.

Quiero creer que Charles solo es un maldito loco que ahora le da por contar leyendas a la única nieta que ha aparecido para visitarlo, pero no puedo creerlo, no cuando sé que todos esconden algo.

Apenas sé nada de él.

Subo las escaleras y voy hasta mi habitación, enciendo el portátil y en el buscador tecleo Morgana Le Fay, en el cual encuentro que es una poderosa hechicera.

Secretos (ARKHÉ I)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora