Capítulo 21

18 1 0
                                    

         

                    ~•~ KAE ~•~

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

   
                 ~•~ KAE ~•~

           «MI NUEVO PLAN ES   
                  BUSCARTE» 

El paisaje de la Reserva ha cambiado como los motivos que me traen otra vez aquí. Solo se ven los esqueletos raquíticos de los árboles, y las primeras heladas han quemado la hierba, y despojado de todo color.

El silencio es casi abrumador, y una espesa bruma se levanta haciéndome más dificultoso respirar. Por suerte el sendero aun sigue libre y sin amenazas. La situación en las tierras fronterizas se está agravando, y las Colonias ya no son seguras.

Recuerdo la última vez que estuve aquí, recuerdo cada momento de aquel día…    También recuerdo su voz, sus ojos, su forma graciosa de enfrentarme. Su torpeza y su infantil gesto cuando se enojaba. Tampoco me olvido cómo deseaba sus labios, me pregunto cómo hice para contenerme hasta ese momento, y no haberla besado antes.

Debo admitir que soy hábil ocultando mis verdaderos sentimientos, no quería que me descubriera, y había decidido irme sin que lo sepa tampoco,- estúpido orgullo mio. Pero su insistencia, y mi debilidad por ella, me cegaron, me ganó tontamente y la besé.

No me arrepiento, -al contrario-, haberlo hecho me dio las fuerzas necesarias para continuar con lo que había planeado. Necesitaba al menos una vez tenerla para mi solo. Sentir su calor y su cuerpo cerca del mío. Necesitaba conocer el sabor de sus labios, y sentirme correspondido, aunque eso desencadenara todo lo que pasó después... 
Confieso que soy cruel admitiendo, que ver todo el dolor en sus ojos, me produjo algo de satisfacción.

No porque me gustara verla sufrir, sino porque era la única manera de comprobar lo que sospechaba, que ella sentía lo mismo por mí. Minutos antes de besarnos, tuve mis dudas, no puedo negar que tuve miedo también. Miedo a su desprecio, a mostrar mis sentimientos, y que sólo sirviera para recibir su rechazo.

Pero ese miedo se desvaneció instantes después que rocé mi boca en sus labios, y supe perfectamente que me deseaba de la misma forma que yo a ella.

En cambio para Vides fue toda una revelación. 

Supongo que también estaba aterrada de demostrar lo que sentía por mí. Notaba sus dudas al mirarme, y al hablarme. Y a pesar que muchas veces estaba lejos de ella, sentía que nos preocupabamos por el otro, y que compartíamos los mismos pensamientos. 

Yo se lo habría dicho. Le habria confesado mi amor, si no fuera por Adam, y por la promesa que hice de rescatar a mi padre. De alguna forma me convencí que con mi hermano, ella iba a estar protegida. Él podía ofrecerle todo lo que yo nunca podré.

Además, estaba seguro que si le contaba lo que sentía, ella iba a hacer lo imposible para convencerme de abandonar lo que tenia planeado hacer, mas de una vez me lo pidió. O peor aún, iba a querer acompañarme, y yo de ninguna manera podía ponerla en semejante peligro. No soportaría la sola idea de que le suceda algo, y por culpa mía.

BÚSCAME EN PROVIDENCE. (2°libro de la trilogía)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora