«NO DUELE TU AUSENCIA, DUELE TU INTERMITENCIA. NO TE QUEDAS NI TE VAS, Y NO PUEDO EXTRAÑAR A QUIEN NO SE VA, NI OLVIDAR A QUIEN SE QUEDA»
—Sí, soy yo–dice mientras se acerca a mí.
Ahora la distancia entre nosotros ya no es inalcanzable e imposible. Estamos a pasos el uno del otro.
—Pero..., eres tú. No puedes ser-estoy atónita, no entiendo nada.
Solo puedo mirarlo sin creer aún que lo tengo delante de mí. Cuantas veces soñé con este encuentro, ¡cuantas veces lo desee!. Cuantas veces lo imaginé, y ahora que está aquí, no sé que hacer o que decir.
Temo hasta de respirar, me siento confundida y torpe, ¿qué digo?, que hago. Y el silencio que nos envuelve, no hace más que empeorar la situación.
Solo repito las mismas palabras sin querer.
—Pero..., eres tú. No puede ser. —Eso ya lo dijiste–me reprocha.
Su voz vuelve a sonar en mis oídos. Tan clara, tan cerca, tan real, que cierro los ojos involuntariamente, porque el suelo debajo de mis pies se mueve.
—Sí. Ya me di cuenta. Solo que...
La alarma de mi bipper suena y me sobresalta. Estoy inmóvil, tratando de encontrar las palabras.
—Te está sonando el aparato que tienes en la mano–me avisa haciéndome una seña.
Parpadeo para salir de la hipnosis de sus ojos. Y trato de contestar el mensaje:
"Ya voy, Lucy".
Escribo con apuro y después guardo el localizador en el bolsillo de mi pantalón. Luego vuelvo a mirarlo, pero esta vez lo hago con detenimiento.
Lleva una remera tricolor, vaquero negro, zapatillas deportivas blancas, y un auricular sin el conector, colgado de su cuello. Tiene el cabello muy corto, y aunque su cuerpo mantiene un estado atlético y formado, está más delgado. Debajo de sus ojos, unas sombras violáceas le oscurecen su rostro.
—¿Quieres dejar de mirarme de esa forma?, Me asustas–replica con ironía.
Y tiene razón.
—Es que tú..., pero, cómo, cuándo, estás, yo–tartamudeo diciendo palabras sin sentido.
—Si esa es mi bienvenida. Mejor será que...No termina la frase porque aparece Megan, acompañada de Brandon.
—¡Nina, me asustaste!–exclama mi amiga tomándome de la mano con preocupación—Brandon te vio corriendo hacia aquí. Te llamó, pero no escuchabas.
—¿Estás bien?–se preocupa Brandon.
—Sí, estoy bien.
—No parece. Estás pálida– comenta ella.
—¿Conoces al chico del Delivery?–pregunta él, haciéndome una seña con la cabeza. Observando con desconfianza a Kae.Luego se acerca y pasa su brazo por detrás de mi hombro.
Es la primera vez que Brandon se toma esa clase de confianza conmigo. Lo miro de reojo desconcertada, e incómoda también. Ahora no puedo pensar nada con claridad. Toda esta situación me toma por sorpresa.¿Delivery?,-me pregunto. Miro a Kae y me doy cuenta que su remera me es conocida. La vi en algún lado..., ¡Claro!, Es el uniforme de los repartidores de Domino's Pizza.
—Sí, lo conozco–contesto tratando que mi voz no me delate los nervios.
Megan parece fijarse por primera vez en él, lo observa con curiosidad y me pregunta:
—¿Quién es?
¡Diablos!, ¿qué le respondo?
—¿Eh?, Él es...
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BÚSCAME EN PROVIDENCE. (2°libro de la trilogía)
RomanceLuego del invierno crudo de 1985 en esta ciudad próspera llamada Providence, el tráfico se intensifica para cumplir con la jornada laboral, llevar a los niños al colegio y continuar con los compromisos. Los panfletos de una nueva elección gubernamen...