«CUANDO EL PRESENTE Y EL FUTURO SE ENTRECRUZAN».
Espero la nota del examen final de matemáticas, apoyada contra la puerta del salón de la Profesora Muller. El colegio está agradablemente vacío. Sólo vienen los alumnos rezagados de todo el año y yo. Llegué viva al viernes, y al último examen del año. Si apruebo ya habré cumplido con parte de lo prometido. Me quedaría para febrero las materias de Física, el trabajo práctico de Gimnasia, Ciudadanía e Historia.
Durante estos días no hice más que estudiar, comer, dormir y volver a estudiar. Por suerte, los profesores de las demás materias fueron algo compasivos conmigo y no tuve mayores problemas. Pero la profesora de matemáticas es una mujer de carácter particular. El examen fue difícil, creo que he exprimido todo mi cerebro...
Si no fuera por Ivi y Mike, que venían a casa a ayudarme, no sé si lo habría logrado. Me cuesta horrores concentrarme y estudiar. Además, por un momento creo sentirme bien, casi normal, pero luego ese dolor se hace presente, y me deja sin respiración.
Admito que no es el mismo dolor que siento por la muerte de mi padre. Porque, en definitiva, ya asumí que él está muerto y no volverá. En cambio con Kae es distinto, porque al haber regresado, dejo muchas incertidumbres sin resolver.
Me niego a resignarme si se trata de él. Aunque a veces, y muy lentamente, empiezo a sentir que todo fue un sueño, un profundo, largo y vivido sueño.
Además, los ánimos en casa no ayudan para nada. Lucy está terminando los últimos detalles de su proyecto, y ni siquiera come en la mesa con nosotras. Mamá le lleva una escueta bandeja que muy pocas veces regresa vacia. La semana que viene debe hacer su presentación, así que la pobre trabaja sin cesar.
Mi madre sigue en plan de hacerme sentir culpable de todo, y Jonas no nota mi presencia, aunque estuviera a su lado. Es como si yo fuera un fantasma, ¡peor que eso!, -al menos los fantasmas asustan. Yo creo que soy invisible para mi hermano.
Durante todo este tiempo he intentado acercarme a él sin que mamá lo sepa. Pero cada vez que me decido a hacerlo, me arrepiento de inmediato, no sabría que decirle o hablarle. Quizás sea lo mejor dejar las cosas así,-pienso.
Los minutos parecen eternos. Los nervios hacen que me coma las uñas, y sienta dolor en el estómago.Miro el pasillo solitario y me pregunto cuanto tardaría en alejarme de aquí corriendo. Pero las calles calurosas, ruidosas y agobiantes que me espera afuera, no es en verdad lo que quiero. Muevo mi cabeza quitándome ese absurdo pensamiento. Me toco con la yema de mis dedos la cicatriz en la frente,-es una manía que me tomé de hace tiempo-, cierro unos instantes los ojos, e imagino que me diría Kae en esta situación, y la supuesta respuesta me saca una tibia sonrisa: "tontita, ¿a dónde pretendes ir?"
Se oye el eco de unos pasos viniendo por el pasillo. Dirijo la mirada hacia la dirección de donde provienen, y para mi asombro, la persona que camina hacia mi dirección, no es otra que Megan, «la líder de las Ravens» Y se preguntarán que significa ese nombre, pues, cómo ya se imaginan, el cuervo es la mascota oficial del equipo de baloncesto del colegio. Y para que sea más Cool el nombre del grupo de porristas, las bautizaron con su traducción en inglés.
Y si hablamos de ellas, también tenemos que hablar de la confitería que está en la 3º avenida, y que casi todos los jóvenes del colegio se juntan para tomar algo, escuchar música en la Rocola, y presumir ser parte de esa especie de culto que forma Megan y su séquito.
«The Roxy»es el epicentro juvenil de moda de los últimos tiempos en Providence.La veo acercarse con su ropa de marca, siempre tan impecable y a la moda. Nadie duda que viene de una familia adinerada. Yo no comprendo porque todas ansían ser como ella, le copian su look, su forma de caminar, ¡hasta de los latiguillos que usa!. Para las chicas del colegio, es el ejemplo a seguir, en cambio, para los muchachos, es la novia deseada. Para mí, es sólo una consentida que necesita sentirse importante.
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BÚSCAME EN PROVIDENCE. (2°libro de la trilogía)
RomanceLuego del invierno crudo de 1985 en esta ciudad próspera llamada Providence, el tráfico se intensifica para cumplir con la jornada laboral, llevar a los niños al colegio y continuar con los compromisos. Los panfletos de una nueva elección gubernamen...