Capítulo 34

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      -----ADVERTENCIA-----
*Este Capítulo y los siguientes, contienen escenas sexuales explícitas +18.*

«DESDE HOY NO HARÉ OTRA COSA MÁS QUE AMARTE».

Corro buscándolo, cuando choco de frente con Emili.

—Oh, Nina, ¡estabas aquí!. Brandon te busca, te está esperando en el salón de 1° año.
—Lo siento, ahora no puedo–le contesto, mirando por encima de su hombro.
—No se siente bien, y no quiere que lo vean así. Ve tú primero, yo busco al preceptor.

Voy a responderle que se encargue Megan de él, pero ya se alejó rumbo al guardarropas. Dudo unos instantes, no quiero dejar a Brandon solo si se siente mal, pero también quiero encontrar a Kae.

Decido ir por Brandon primero, cuando llegue Emili con el preceptor, lo dejo con ellos y buscaré a Kae toda la noche si es necesario. Entonces retrocedo, giro a la izquierda y me dirijo a las escaleras que dan a los salones del primer año. Solo las luces de emergencia están encendidas, y el murmullo del festival se oye como un eco desde este lado del edificio.

Creí que este sector del colegio estaría cerrado, -pienso. La puerta del primer salón de la derecha, está apenas entornada. ¿Por qué vino hasta aquí, si se sentía tan mal?

—¿Brandon?–pregunto asomándome por el hueco de la puerta entreabierta.

Su respuesta demora solo unos segundos.

—Nina…–susurra.
—Si, soy yo. ¿Dónde estás?, no te veo. Voy a encender la luz.

Pero antes de hacerlo su mano toma de la mía y me jala hacia dentro del salón.

—Nina, te extrañé–dice, arrastrando un poco las palabras. 
—¡Brandon, me asustaste!

Él me toma de la cintura, acercándome a su lado. Por su aliento compruebo que no solo ha tomado ponche de fresa con Brandy.

—Demuéstrame que vales cada minuto que estuve a tu lado–y se aproxima a mi rostro, queriéndome besar.

Yo lo evito apartándolo con mis brazos.

—Espera, Brandon, ¿qué haces? Emili me dijo que te sentías mal. Vine solo por eso, suéltame por favor.
—Ah, eres de esas que les gusta hacerse rogar… Ven, sé que te mueres por estar  conmigo–murmura intentando acercarse de nuevo, pero yo logro evitarlo otra vez.
—Brandon, estás equivocado, y muy borracho.–lo empujo con fuerza y me salgo del salón.

Pero él alcanza mi mano, y me empuja con brusquedad contra  la pizarra del salón, diciendo:

—Vamos, deja el papel de inocente conmigo. Me has coqueteado todo este tiempo, se que te gusto. Ven, hagámoslo aquí mismo.
—¡No!. Estás borracho, Brandon, suéltame.

Mis botas se resbalan contra el suelo regado de polvo de tiza. Intento que me suelte, pero él es mucho más fuerte y la exitación lo hace doblemente salvaje.

—Te gusta hacerlo difícil, ¿eh?, eso me excita más. Pero conozco tu secretito, Nina–sisea en mi oído, y luego pasa su lengua por mi cuello. 

Su acto me da asco, repulsión y miedo.Tanto así, que me trae el recuerdo de Devan como un Deja’vu.

—¡Déjame idiota!, ¡no sé de que secreto me hablas, suéltame ya!–forcejeo con todas mis fuerzas para quitármelo de encima.

El eco de la música sigue colándose por el pasillo. Unas sombras parecen moverse dentro del salón, y fuera, un viento fuerte surge, moviendo despiadadamente las copas de los árboles que dan al parque del Cavendish.

—Deja de hacerte la inocente, se que no eres virgen. Te gusta tener sexo con cualquiera, Megan me lo ha contado todo. Pero tranquila, tu secretito muere conmigo si me dejas tenerte esta noche.

BÚSCAME EN PROVIDENCE. (2°libro de la trilogía)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora