Interludio Verano

1.4K 285 38
                                    

Las vacaciones para Adhara empezaron con una nota un tanto... conflictiva.

Si sus sospechas sobre  la familia de Harry tenia alguna vacilación de su parte, esa duda se desvaneció al verlos mientras se despedía de los gemelos.

Por el diario de su madre sabia que si Sirius Black no hubiera traicionado a los Potter, Harry y ella serian familia. Tal vez no lo eran, pero había una amistad que no le permitía ser ignorante de que Harry recibía tratos cuestionables en su hogar.

Uno pensaría que el ministerio se encargaría de monitorear a la descendencia de familias mágicas, no encontró sorprendente la inexistencia de algo tan básico. Aguantando sus ganas de rodar sus ojos y dirigirle una mirada despreciable al tío de Harry, Adhara se limito a portar una sonrisa amena mientras se despedía de todos.

Una vez fuera de la estación llamo al autobús Noctambulo. Indico su dirección y pago el pasaje, varias caras familiares la saludaron, regreso el gesto antes de sentarse. Debió pasar dos minutos antes de que viera una forma encorvada, tratando de pasar desapercibido entre su túnica maltrecha y zurcida con diversos parches, tiritando sin motivo... no hacia frio del todo y los múltiples cuerpos del autobús conservaban el ambiente en una temperatura que se podía considerar agradable.

—¿Tío Remus? —pregunto— ¿Remus?

Escuchando la segunda vez levanto la cabeza con visible cansancio.

—¿A-adha?

—¿Estas enfermo? —murmuro mientras se acercaba a él.

—Solo... una leve gripe, no te alarmes —contesto sin animo.

Adhara asintió, pero dudo por completo de su excusa. Lucia como si hubiera sido atacado por un animal, y noto con cierta preocupación que había perdido algo de peso de su ya delgada figura. Remus parecía intentar sonreír con el objetivo de dispersar sus preocupaciones, pero solo logro el efecto contrario.

—Eres un terrible mentiroso —termino confesando ofendida— no voy a preguntarte más, pero vienes conmigo.

Entre protestas termino siguiendo a Remus al caldero chorreante, este se negaba acompañar

Adhara, alegando tener asuntos pendientes y que se verían otro día. Pero siempre perseverante Adhara le siguió para demostrar que continuaba mintiendo, viendo a Remus titubear a donde dirigirse para fingir que de verdad tenia un asunto pendiente la molesto.

—¿De verdad? —cuestiono enrojeciendo— ¿Por que estas tan empecinado en mentir? Necesitar ir a San...

—Adha —interrumpió Remus observando al rededor— hablemos ¿Esta bien?

Resoplando Adhara tomo su mano y lo arrastro a su taller. Tan pronto cerro la puerta demando respuestas.

—¿Que esta pasando? ¿Haz comido? ¿Por que estas durmiendo en el autobús Noctambulo?

—No estoy durmiendo en el autobús —negó demasiado rápido.

—No te creo —le contesto, porque le eran demasiado obvio los signos— ¿Por que no quieres decirme? ¡Puedo ayudarte!

—¡No! —se apresuro a negar—no es tu deber, soy perfectamente capaz de cuidarme.

—¡¿Y que?! ¡No significa que tengas que pasar hambre! —exclamo con un nudo en la garganta— no p-puedo... no pued-do soportar eso —se limpio las mejillas— pued-do ayudarte ¿P-por que no qu-quieres?

No pudo contener más su sollozo. La imagen era demasiado clara en su cabeza, la desesperación de ver el cuerpo inerte de Mike por fin sucumbiendo a años de malnutrición, lo tan sola e impotente vivió por semanas suplicando por algo que calmara el dolor de su estomago. Y ahora que tenia todo ese dinero, que podía ayudar... su corazón no toleraba que Remus lo rechazara, era como ser derrotada una vez más ante la indigencia.

Había perdido al viejo Mike, ya no quería volver a perder.

—Lo siento, lo siento —repitió alarmado Remus abrazándola— cada que nos vemos te hago llorar, lo siento Adhara.

—S-solo quier-ro ay-yudarte —lloro contra su pecho.

Una profunda tristeza invadió a Remus.

—Lo sé

Su mayor motivo para no contarle nada era no preocuparla, y había fallado espectacularmente.

Llevo un silencio prolongado para que pudieran comenzar hablar de manera más franca.

—Perdí recientemente mi trabajo —confeso Remus— es algo que me pasa con frecuencia, yo... tengo una condición que me inhabilita cada cierto tiempo.

—¿Te estas muriendo? —pregunto atemorizada Adhara.

—No, no realmente —al ver la expresión de Adhara corrigió sus palabras— es algo crónico, no me estoy muriendo.

—¿Que tienes? —pregunto temerosa.

—Nada de lo que tengas que preocuparte.

—Estas mintiendo de nuevo —acuso con ojos enrojecido— ¿Por que no confías en mi?

—Oh Adhara —murmuro con pesar—no es eso.

—Entonces solo dime —suplico.

Remus suspiro.

—Yo... —se aclaro la garganta— soy un hombre lobo

Miro a sus manos incapaz de mirar su expresión.

—Oh

¿Oh? que clase de respuesta era esa ¿Era incredulidad antes de salir corriendo?

—Debería irme —susurro Remus dirigiéndose a la puerta.

—¡Lo siento! te hice contarme y no estabas listo —se disculpo Adhara— hacer que alguien te confiese que es un hombre lobo es tan malo como sacar a alguien del clóset —balbuceo incoherente— lo siento, pensé que te estabas muriendo, lo siento mucho tío Remus.

Remus parpadeo confundido, la observo... no estaba aterrada, estaba avergonzada.

—De verdad eres hija de Loraine —noto admirado.

La comparación logro sacarle una sonrisa.

—¿Vas a dejarme ayudarte? —pregunto esperanzada— entiendo si no quieres dormir en Grimmauld place, pero... ¡Puedes dormir aquí! podemos renovar la bodega, no la uso mucho, estoy la mayoría del año en Hogwarts.

—Realmente no es necesario —dijo Remus.

Pero para Adhara lo era, y si tenia que llorar toda el día para que aceptara lo haría. No tardaron mucho en hacer de la bodega un pequeño departamento para Remus, Adhara estaba tan contenta porque significaba pasar más tiempo con su tío, incluso podría enseñarle a Remus su trabajo.

—Huele a perro —se quejo una voz gruñona— mocosa ¿Que criatura trajiste?

—¡Kreacher! —lo abrazó ignorando por completo su pregunta— te extrañe.

—¿Donde has estado? ¡El tren llego hace horas! —exclamo descontento— ¡Vienes a trabajar sin avisar al viejo Kreacher!

—Lo siento —murmuro.

—Ehh hola.

Adhara le mando una mirada silenciosa a Remus de que no la metiera en más problemas.

—¡¿Y tu quien eres?! —chillo ofendido Kreacher,

Tomo bastante esfuerzo de Adhara para convencer a Kreacher que no se había vuelto loca; y si, estaba dejando a Remus quedarse en la tienda indefinidamente. Pero tal vez fue la mención de que no quería ver a su tío en la calle que calmo la ira de Kreacher, al principio no había entendido de la situación que rescato Adhara, pero con los años incluso para él era un tema delicado recordar a su mocosa hambrienta y sola.

No le agradaba ese tal Remus Lupin, pero le desagradaba más que la mocosa llorara. Y si comenzaba a dejar una que otra comida después de cada Luna para que el idiota no muriera de hambre... eso era entre él y nadie más.

Adhara BlackDonde viven las historias. Descúbrelo ahora