Capitulo 25

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Kreacher.

Se que debes estar furioso, y aunque lamento que no alcanzara tus expectativas, no puedo decir que me arrepiento. Se cuanto amas el apellido Black, y cuanto añoras verlo alcanzar su antigua gloria. Pero... estoy orgullosa de mi, Adha Kreach. Incluso si no es mi verdadero nombre, es el que elegí, y aunque usualmente duele tener que usarlo como un escudo para protegerme del resto del mundo, también recuerdo que Adha es como Mike solía llamarme, y Kreach no puede ser más que en honor al elfo que me rescato de la solitaria y cruel vida que me deparaba en las calles.

Se que no eres muy devoto a las muestras de afecto, pero quiero que sepas eres mi familia, incluso si insistes en que eres el fiel sirviente de la ancestral casa Black. Yo no te veo como ello, como el elfo doméstico que ha servido a la familia de mi progenitor, eres más que eso, haz sido la razón por la que hoy vivo una vida increíble, sin ti aún estaría sola en las calles, tratando de conseguir tan solo un poco de alimento con el cual mantenerme un día más.

Kreacher, eres más preciado de lo que puedes imaginar.

Te quiere, Adhara.

Sus largas y rugosos dedos doblaron el pequeño papiro. No sabía que sentir sobre la carta, o la decena más que había mandado antes.

No debería tener simpatía por la mocosa, había mancillado el apellido Black, como su padre. Pero... no sentía ni la menor pizca de furia, ni siquiera de gozo por hacerla sufrir como había disfrutado con el soez de Sirius.

Kreach, Adha Kreach... no había querido tener esperanza de que su falso apellido fuera más que una mera casualidad, pero aquí entre sus dedos estaba la prueba de que en realidad había sido creado con toda intención de guardar relación con su nombre, el suyo, el de un elfo doméstico.

—Es una lunática —gruñó.

Depositó el papiro en su lugar correspondiente y volvió a sus actividades, mantener la casa pulcra de alimañas, especialmente de Budimuns.


—¿En que tantos problemas estamos? —preguntó Adhara.

—Eso depende de cuántas galletas piensen hornear los elfos —respondió asombrado Lee.

Las pequeñas criaturas que abarcaban la cocina se habían tomado con total seriedad su petición, aún siendo una noche antes de Halloween y teniendo que preparar ciento más de platillos para la celebración de la noche siguiente.

—Conociéndolos... —musitó Fred.

—Cientos —exhaló George.

Adhara inclinó la cabeza con confusión.

–Se ven felices —susurro— en exceso.

"No imagino a Kreacher siendo tan alegre" internamente se estremeció, el día que Kreacher le sonriera de manera tan simpática sería el día que sabría que lo habían raptado y sustituido por uno falso.

—Si, bueno... les gusta servir —Lee hizo un encogimientos de hombros— ¿Quienes somos para negarles tal felicidad?

—Espero que no los metamos en aprietos —dijo preocupada— Merlín sabe que lo que estamos por hacer merece al menos veinte detenciones.

Los gemelos rieron a la par.

—Te lo aseguró, Adha. Van a saber que fuimos nosotros —confió George.

—Pero no van a poder comprobarlo —aseguró Fred.

Los cuatro sonrieron. Al gran comedor le esperaba una sorpresa a primera hora.

—Vamos —apremió Lee— tomen sus canastas y empiecen a abastecerse, necesitamos terminar esto antes del amanecer.

Adhara tomó el primer lote de galletas y lo vació en su canasta.

Adhara BlackDonde viven las historias. Descúbrelo ahora