Respira...
—Loraine —era tan fácil perder la concentración cuando lo miraba con aquellos preciosos ojos— uhmm —precisamente como en ese momento.
Sintió sus suaves manos tomar su rostro.
—Cariño, concéntrate —reprendió divertida.
—Adoro cuando me llamas cariño —confesó con una enorme sonrisa.
—¿Te gustan mis apodos? —inquirió divertida.
—Sabes que lo hago —beso sus labios suavemente— pero hay uno más que falta, el cual espero oír miles de veces más.
—¿Y cual sería? —preguntó sin borrar la sonrisa de rostro.
—Mi querido esposo —respondió sin vacilación— y a cambio prometo llamarte mi adorada esposa.
El peso de sus palabras fue inmediato sobre Loraine, sus ojos se humedecieron, mientras sus labios soltaron un suspiro trémulo. La agitadas emociones de su cuerpo eran el reflejo del suyo mismo, no podía ni imaginar el que lo rechazara, tal vez su relación no era tan antigua como la de su buen amigo y Lily, pero era igual de sincera en su particular manera.
—¿Lo prometes? —fue su llorosa pregunta.
—Lo prometo —afirmó.
—Entonces también lo prometo.
Se fundieron en un abrazo entre risas y lágrimas.
—Te juro que no planeaba proponerme frente la tienda de tu padre —se disculpó Sirius sin verdadero arrepentimiento— solo que ya no podía contenerme.
—Siempre tan impulsivo —rio Loraine—. Te amo.
—Te amo —correspondió Sirius, con su frente conectada a la suya— ¿Crees que tu padre nos viera?
—Bueno... —guardó silencio por unos segundos— creo que ese leve sollozo es tu respuesta.
Ambos voltearon a la entrada de la tienda. Charles sostenía un pañuelo sobre su nariz mientras grandes gotas resbalaban sobre su rostro.
—B-bienvenido a la familia, muchacho —logró decir entre hipidos.
Otro hombre habría golpeado a Sirius desde su primer encuentro con Loraine, y en las otras numerosas ocaciones que había hecho tonterías frente a su vitral, no había sido particularmente recatado o silencioso cuando había aparecido después de ese primer encuentro.
—Oh, vamos, Charles —llamo Sirius— ¡No llores! —Loraine y él se acercaron hasta Charles y lo abrazaron a la vez.
—Te queremos papá —Loraine beso la mejilla de su progenitor.
Sirius sonrío, era verdad, adoraba a su suegro, que otra explicación habría para abrazarlo con tanta fuerza.
—¡Estoy tan feliz! —exclamó Charles— nuestra pequeña familia está creciendo —celebró.
Familia, por supuesto que sus amigos eran parte de su familia, pero esto era diferente, Loraine sería su esposa, y por extensión Charles seria su padre, y tal vez, en algún futuro sumarían niños a la ecuación, revoltosos rufianes que su suegro y él educarían en el buen Rock. Habían terminado los años de volver a un vació departamento, por dios, tenía que planear comprar una casa más grande. Ante el futuro de certeros cambios, no pudo más que extender aún más su sonrisa.
—Nuestros años más felices están por comenzar ¿No lo creen?
Y aunque así fue al principio, tiempo después Sirius deseo jamás decir aquellas palabras, se había saboteado a sí mismo.

ESTÁS LEYENDO
Adhara Black
FanfictionLa pequeña hija de Sirius Black ha desaparecido durante el ajetreo de la muerte de los Potter, ni el ministerio ni los Aurores han encontrado pista de su paradero. Sucesos inesperados y de lo más fortuitos guiarán Adhara al camino de un guardián inu...