Queridos George y Fred.
Me encantaría pasar Navidad con ustedes.
Adha.
La correspondencia de sus gemelos con una amiga de Londres no le era ajena. Era extraño, pero como todo lo que Fred y George hacían, averiguar como había sucedido simplemente era tarea imposible.
—¿Conoces a esa tal Adha? —había preguntado una noche preocupada a Arthur.
—¡Oh, sí! Encantadora niña.
Molly lo había dudado un poco cuando los gemelos recibieron mentolados canario, le había llevado toda una tarde quitarles los eructos de plumas, de hecho los montones amarillos habían terminado sirviendo como relleno para cojines recién bordados.
Pero tal vez necesitaba dar un segundo vistazo antes de concluir algo.
—Hola —había saludado con una sonrisa tímida— un gusto conocerla, señora Weasley.
—El placer es mío, querida —Molly la estrujo en un abrazo— George y Fred me han contado mucho de ti, pasa, no te quedes ahí, debes estar helada.
Su instinto de madre le decía que Adha era una buena niña, y también, que necesitaba alimentarla apropiadamente... ¡Era una cosa diminuta!
—¡Adha! —exclamaron a viva voz ambos bajando las escaleras presurosos.
—!Fred! ¡George!
El trío se abrazó entre risas.
—¡Vamos! Tenemos que presentarte al resto...
—Si pensabas que ver a un pelirrojo era extraño, no haz visto nada.
Los gemelos tomaron a su amiga y comenzaron arrastrarla hacia las escaleras.
—¡Niños! ¡No corran por las escaleras!
Solo un segundo después Adhara giro con prisa, hurgando dentro del morral que cargaba con ella.
—Feliz Navidad, señora Weasley.
Dijo sin darle oportunidad de procesar el regalo entre sus manos.
—¿Que...? —parpadeo— Oh, querida. No debiste —murmuró para sí misma, Adha ya había seguido a los gemelos de vuelta.
Rio en cuanto abrió la caja. George y Fred seguramente le habían contado sobre los Jerseys Weasley. Un par de ganchos de cedro descansaban sobre una caja de bombones, sonrío enternecida, era un regalo perfecto.
—¡¿NO SABES LO QUE ES EL QUIDDITCH?! —escucho la exclamación de más de la mitad de sus hijos.
Reprimió una risa, no le sorprendió en lo absoluto cuando vio a a sus hijos salir por la puerta con Adha a rastra. Incluso su pequeña Ginny iba a paso torpe detrás de ellos.
—Bill ¿Donde está Percy?
—¿En serio lo preguntas? —intercedió George antes que Bill.
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Adhara Black
FanfictionLa pequeña hija de Sirius Black ha desaparecido durante el ajetreo de la muerte de los Potter, ni el ministerio ni los Aurores han encontrado pista de su paradero. Sucesos inesperados y de lo más fortuitos guiarán Adhara al camino de un guardián inu...