—Ha pasado un año —dijo Adhara—. Te extraño, Mike. Pero me encuentro bien, no tienes que preocuparte.
Había costado trabajo, pero había podido encontrar las cosas de Mike, aquellas que la policia había tomado junto a su cuerpo. Aunque la localización de los restos de Mike aún eran un misterio, podía estar en paz de que Mike tenía su propio lugar para ser recordado.
Adhara había adquirido un hermoso espacio en el cementerio de Londres, la lápida de Mike reposaba entre fresnos, y enmarcado en el mármol donde grababa su nombre, Adhara había mandado a escribir el epitafio más adecuado.
"Aquí yace el recuerdo de un hombre gentil, un cálido protector que será amado por siempre, y recordado con gran alegría. Fue un placer haber sido criada por ti, el mejor hombre que jamás conoceré... Con amor, Adhara."
—¿Todo en orden, Adha?
A las puertas del cementerio la esperaba el abogado de Lord Hyssa.
—Si, gracias por su ayuda.
—Fue un placer —dijo con una amable sonrisa.
Con la ayuda del abogado de Lord Hyssa había logrado obtener las pertenencias de Mike y disponer de un lugar donde visitarlo. Era una suerte que su abogado fuera un mago con gran interés en asuntos Muggles, al parecer incluso había estudiado leyes en Oxford, junto a ella estaba el único abogado calificado del ministerio que también tenía licencia en el mundo no mágico.
Hurgando en sus bolsillos, encontró la única cosa que no reposaba bajo la tierra de la lápida de Mike. Una fotografía, ni siquiera sospecho que existía una, pero entre sus manos estaba un recuerdo tangible de sus años con Mike. Era joven, debía tener tres, pero Mike la sostenía entre sus brazos mientras dormía, mirándola con aquella sonrisa amable con la que siempre la cuido. Estaban en el pequeño callejón en el que vivían, no estaba cien por ciento segura, pero parecía de esas fotos tomadas por fotógrafos que merodeaban las calles en busca de ángulos artísticos.
Los dos estaban sucios como solo una persona de la calle podía estarlo, pero había algo armonioso en el ambiente. Sonrío complacida, tenía una foto para recordar a Mike, eso era lo más importante.
—En cuanto el asunto que me encomendaste, Adha... —comenzó hablar Dan a un lado suyo— debo decir que las negociaciones han ido de maravilla ¿Pero estas segura de querer hacer esta compra?
—Si, me interesa la empresa —dijo vagamente.
—Lord Hyssa concuerda que es un movimiento arriesgado, pero apoyamos el potencial en la compra.
—Lo hago por diversión —respondió con honestidad.
—Lo sabemos, pero no significa que no exista potencial en la adquisición.
—¿Entonces porque Hyssa no invierte?
Dan sonrío para sí mismo.
—No es un ámbito que le interese.
—El Quidditch es asombroso —replicó Adhara.
—Bueno, dentro de poco vas a tener tu propia compañía de escobas ¿No es emocionante?
—Lo es.
—Quien sabe, tal vez en unos años pueda competir contra los hermanos Nimbus.
—Si, Tal vez— concedió vagamente.
Adhara casi bufo, ese era su plan. Regresar su vieja gloria a Saeta, el dueño era un hombre sin mucha iniciativa que había dejado caer la prestigiosa marca, y que gracias a Merlin, estaba dispuesto a vender la casi quebrada compañía.
Tomaría su tiempo, pero Saeta se convertiría en élite, Adhara estaba empecinada en ello.
Adha.
Fred y Yo encontramos una verdadera mina de oro en detención. Filch no sospecha nada, pero gracias a sus absurdos castigos nos dio las respuestas para un nuevo nivel de travesuras.
Estamos contando los días para que llegue el próximo año escolar y podamos enseñártelo, nos costó descubrir cómo usarlo, pero quien sea que estos Canuto, Cornamenta, Lunático, y Colagusano sean, Merlin los bendiga. Han dejado una verdadera maravilla en la escuela.
¡No olvides mandarnos más de esos chocolates que nos regalaste la Navidad pasada! Ese tipo Ferrero sí que sabe hacer dulces para ser un Muggle, aunque no se lo menciones a papa, no dejará de molestarte hasta que le expliques el método Muggle para realizar chocolate.
¡Nos leemos Pronto!
Fred y George.
Adhara consiguió adquirir Saeta. Su pequeño proyecto ahora se sustentaba de escobas para uso doméstico, aquellas brujas y magos que las usaban para tomar un plácido vuelo en el atardecer. Por el momento tenían más éxito con los accesorios de Quidditch, especialmente los guantes antiderrapante, los equipos Búlgaros habían equipado a su jugadores con ellos, aparentemente estaban experimentados una temporada lluviosa.
Y la vida siguió siendo tan magnifica como el año pasado, con grandes avances en su compañía y su asociación con Hyssa, recibiendo las cartas de los gemelos desde Hogwarts, y siendo cuidada por Kreacher.
No había nada que pudiera arruinarlo, nada.
O bueno, tal vez un pequeño inconveniente...
Su carta de Hogwarts. No es que no le emocionara haberla recibido, el problema era el nombre sobre ella. Venía escrita con su nombre verdadero, Adhara Black, y su ubicación exacta.
—Kreacher... —llamo Adhara con voz temblorosa— las cartas no pasan por el ministerio ¿Verdad?
Lamentablemente, ni siquiera el elfo sabía cómo funcionaba las cartas de aceptación.
Pero no tuvieron que esperar mucho para saber si el ministerio sabía algo, la puerta principal resonó en aquella ya no tranquila maña, y de ella, dos Aurores entraron con varitas en alto, listos para lanzar hechizos al menor riesgo.
—Que rudeza —dijo Adhara— no había necesidad de destruir nuestra puerta.
Pero se callo en cuanto ambas varitas apuntaron hacia ella, estaba en problemas.
—La hija de Sirius Black —murmuró con voz tétrica el más intimidante— Así que habías estado escondida aquí todo este tiempo —bufo— ¿Qué clase de ineptos hicieron la búsqueda? ¿Por qué nadie reviso esta casa?
—Lo hicimos Moody, por un año entero. Debió haber venido aquí después —no le sonrió, pero no la miro con incriminación— ¿Sabes por qué estamos aquí?
—Porque soy una menor de edad sin tutor legal —dijo sin titubeos. Ambos hombres enarcaron una ceja— De acuerdo —rodó los ojos— porque soy hija de un asesino en masas, Sirius Black.
—Bueno, al menos no es estúpida.
—¡Moody!
—Así que... —intercedió Adhara poco segura de la situación— ¿Como funciona esto? ¿Van a llevarme al ministerio?
—Exacto —replicó con sequedad Moody.
—Estas bajo... —dudo antes de continuar—las órdenes del ministerio.
—Porque no pueden arrestarme, no cometí ningún crimen —proclamó con valentía— hice mis averiguaciones, mandarme a Azkaban va contra el reglamento internacional de la protección infantil de magos y brujas.
El hombre de piel morena parpadeo sorprendido.
—Por Merlin—gruño ojo loco— una sabelotodo.
•
•
•
!Bonus extra por Navidad! !Yay!Y lo mejor es que es un paso agigantado para adentrarnos a Hogwarts, pero por ahora, debemos primero pasar por la travesía de Adhara en el ministerio para llegar a ese capítulo.
¿No creerían que entrar a la escuela le resultaría tan facil? Jajajaja
ESTÁS LEYENDO
Adhara Black
Hayran KurguLa pequeña hija de Sirius Black ha desaparecido durante el ajetreo de la muerte de los Potter, ni el ministerio ni los Aurores han encontrado pista de su paradero. Sucesos inesperados y de lo más fortuitos guiarán Adhara al camino de un guardián inu...