Enarcó una ceja, con una cara tan estoica, que su sorpresa solo se vio reflejada en sus ojos.
—Eres... joven —afirmó parpadeando un par de veces más— pero muy talentosa —tomo otra pieza más de joyería y la estudio con detenimiento— tener un talento de tal magnitud a tu edad, solo significa progreso con la guía adecuada.
Adhara volteo a ver a los dos pelirrojos a su lado con profunda confusión, y estos, ante su ceja enarcada, se limitaron a sonreír con picardía.
—Como podrá ver... —Phineas había recalcado que la atención al cliente era básica, puso un sobre esfuerzo para no sonar brusca— se hace un poco tarde ¿Va a comprar algo, señor?
Y como detalle final, le sonrió con amabilidad.
Un detalle desapercibido, el hombre ni siquiera volteo a verla, se encontraba más hipnotizado por los artículos frente a él. Sin embargo le había oído a la perfección, y tenía una respuesta más que satisfactoria para su pregunta.
—La pieza que mandaste a promocionar con estos jóvenes, por supuesto —los tres menores le vieron con sorpresa cuando depósito los galeones prometidos en la mano de Adhara— no soy tan estúpido para creer el cuento que despilfarraron por la calle, pero admito que fue ingenioso.
Adhara sintió su cara enrojecer.
—Ehhh... —carraspeo incomoda— gracias, señor.
—Puedes llamarme Hyssa —le miro directo a los ojos— tendrás que acostumbrarte si vamos a empezar hacer negocios juntos.
—¿Que? —murmuró estupefacta.
—Veo gran futuro en tu trabajo, y soy un hombre que se anticipa al futuro... se cuando debo hacer una apuesta.
—No creo que le este entendiendo —confesó Adhara.
—Querida, acabas de encontrar a un socio —le explico con sencillez—pero veo por tus ropas que la inversión inicial saldrá de mi bolsillo, así que te ofrezco el 40 por ciento.
Adhara no era estupida, 40 por ciento hablaba muy bien de su generosidad. Ella simplemente tendría que poner su talento, Hyssa hablaba de solucionar costes de producción y venta, todo aquello en lo que Adhara era una novata, pero si jugaba bien sus cartas, podría incrementar su margen de ganancia. Un plan empezaba a revolotear en su cabeza, y sin duda, necesitaba refinar esos planes con el propio Phineas.
—Pero por supuesto este primer lote es tuyo, así que el cien por ciento de las ganancias son tuyas —termino de decir Hyssa.
Adhara resopló, era bastante generoso por engañosa que fuera su altiva apariencia.
Corta de palabras, Adhara Black, legítima descendiente de la ancestral y noble casa Black, le dio a los gemelos el collar.
Un par, que de estar su familia sanguínea presente; sin duda alguna, hubieran armado el alboroto de la década. Ella era una Black, y ellos Weasley, la representación viviente de todo lo que su abuela repudiaba, pero eso, todavía era un misterio para la misma Adhara.
—Va por la casa —les murmuró aún estupefacta.
El negocio de su vida acaba de comenzar, no tenía necesidad de ser tan codiciosa, después de todo los gemelos la habían acercado aquel refinado señor, y esta era una buena forma de mostrar su gratitud.
—Así que ¿Cual es el nombre de mi pequeña socia? Necesitaré hablar con tus padres para afinar los detalles legales.
Demonios, Adhara casi choca su frente contra la pared. Había pasado por largo el tutor legal, aunque talentosa, aún era menor de edad, y ciertamente, despistada en los momentos más inconveniente.
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Adhara Black
FanfictionLa pequeña hija de Sirius Black ha desaparecido durante el ajetreo de la muerte de los Potter, ni el ministerio ni los Aurores han encontrado pista de su paradero. Sucesos inesperados y de lo más fortuitos guiarán Adhara al camino de un guardián inu...