En ésta historia eres Yume Nishimura, una joven cazadora de 18 años que fue secuestrada por 4 demonios que dicen conocerte de tu vida pasada.
Harán todo lo posible para que recuperes tus memorias.
Podrás recordarlos?
Descúbrelo, en esta historia ro...
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Narrador
En ese mismo momento, todos se encontraban en aquel jardín cubierto completamente de nieve, donde el campo de batalla de los niños se había convertido en el campo de batalla de los adultos. Mientras los pilares se preparaban para la batalla, todos se ponían cómodos en el pórtico de la finca, era mejor estar detrás del barandal para no estorbar y recibir un golpe por accidente.
Takeshi veía a sus amigos con ciertas ansias, pues a él también le emocionaba el hecho de participar en una pelea como esa —Tengo muchas ganas de participar también —dijo, queriendo subirse al barandal para ir con los demás.
—Papi, tú no eres un pilar —dijo Saya interrumpiéndolo, deteniendo a Takeshi teniendo un pie sobre el barandal. Seida también dijo —Sólo los pilares pueden pelear.
Takeshi se sintió frustrado —No hace falta que me lo recuerden —respondió él, bajando su pie del barandal con una lágrima en su ojo. —¿Acaso piensan que su papá no es tan fuerte como ellos?
Saya y Seida se miraron y, en silencio, regresaron su vista hacia delante, ignorándolo.
—“¡Ellas realmente no tienen fe en mí!” —pensó Takeshi, poniéndose pálido de la desilusión. Sin embargo, su esposa Hanae le palmeo la espalda para consolarlo —No te preocupes, cielo. No creo que ellas piensen mal de ti.
Esto no lo hizo sentir mejor, ya que escuchaba las risas ahogadas de Karaku Y Urogi que presenciaron toda la escena. —Eso si que dolió —dijo Karaku, tapando su boca, seguido de Urogi que dijo con burla —Ni siquiera pueden mirarlo a la cara.
En la frente de Takeshi palpitó una vena —¡Dejen de burlarse! Apuesto a que si le preguntan a Amei, les dirá lo mismo.
—Eso no es necesario —respondió Urogi con tranquilidad—Nosotros somos conscientes de nuestra fuerza y Amei también.
—Pero no por eso nos considera débiles —dijo Karaku, sonriendo con satisfacción.
Amei, que había escuchado la conversación, volteó a verlos —Mami es la más fuerte, pero papás también lo son.
—Aun así, la Tía Yume sigue siendo la única mujer en la batalla —dijo Saya con preocupación.
—¡Debemos apoyarla! —propuso Seida hacia Nanako. La mencionada simplemente asintió.
Sekido con voz tranquila, dijo —No se preocupen, Yume sabe defenderse sola.
—El apoyo nunca está de más —dijo Masako. —Yo también apoyaré a mi amiga. Mi esposo estará bien —comentó con tranquilidad.
—Estoy de acuerdo —dijo Kenta con confianza —por eso ni me molestaré, sé que destrozará a todos.
—La batalla será muy incierta —agregó Mitsuri —todos tienen estilos diferentes y fortalezas diferentes, ¡qué emocionante!
