.*・✯ | Capítulo 40

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Felix

Dos semanas después, me paseo a través del estacionamiento de la escuela, cavando a través de mi mochila en busca de las llaves del auto. El sol ha desaparecido hace mucho tiempo, y
pasan de las seis y media. Hombre, mi culo se está arrastrando. 

En la escuela, Hyunjin ha estado trabajando duro detrás del piano en la preparación de la actuación de fin de cursos este fin de semana. En casa, me trabaja duro contra la pared, atado a su cabecera, y arrodillado bajo el calor de su cinturón. Es un interminable entrenamiento cardiovascular de alta intensidad. Por mi vida, no sé de dónde saca su energía. 

Hay solo unos pocos autos dispersos en el estacionamiento, el Porsche en un extremo y el GTO en el otro. La oscuridad circundante refresca el aire, enfriando mi piel debajo del delgado suéter. La escasa iluminación no ayuda a buscar las llaves. Me arrastro por los libros de texto en mi bolsa, la cabeza inclinada, maldiciendo bajo mi aliento. 

Las encontré. Presiono el botón de desbloqueo y hago una mueca de dolor por el ruidoso chirrido. 

Cuando miro hacia arriba, me encuentro cara a cara con la última persona que esperaba ver. 

A dos metros y apoyado contra el Porsche, mi hermano me da una sonrisa no-buena. 

—¿Dónde has estado, Felix?

Mis músculos se congelan. ¿Cómo sabe que ese es mi auto? ¿Me ha estado siguiendo? ¿Sabe dónde vivo? ¿Con quién estoy viviendo? 

Agito el llavero. No tiene caso ocultarlo. Ya hice que el maldito auto se encendiera. 

—¿Te tomó dos meses venir a buscarme? Caray, Minho. Supongo que debería sentirme especial, has notado que desaparecí.

Se endereza y saca un cigarrillo del paquete en el bolsillo. Su cabello rubio se aleja de su amplia y pálida frente, con las mejillas hundidas bajo los ojos oscuros. Parece tan cansado como yo. Y más delgado. Sus jeans y su camisa de franela cuelgan de su alto y delgado cuerpo. 

¿Qué demonios le pasó? ¿Tiene algo que ver con la detención de Lorenzo? Mi pecho se aprieta. 

—Bonito auto. —Enciende el cigarrillo y desliza una mano sobre la blanca cubierta—. ¿Cómo lo conseguiste? ¿Haciendo trucos? 

Mis temblorosos dedos se enroscan alrededor de la correa de mi mochila. Hyunjin estará justo detrás de mí, y Minho lo reconocerá de la noche en que rompió la nariz de Minho. Si vuelvo a entrar, tal vez pueda evitarlo. 

Me dirijo hacia Crescent Hall. Demasiado tarde. Hyunjin está a la mitad del camino, sus largas zancadas comiendo el pavimento y dirigiéndose hacia mí. No puedo ver su rostro desde esta distancia, pero sé exactamente lo que encontraría en sus ojos. Los vellos se levantan en mis brazos. 

¿Cómo puedo advertirle que la sombreada figura detrás de mí es mi hermano? Cualquier cosa que haga hará que Minho sospeche. Está bloqueando mi camino hacia el auto, pero podría caminar en la dirección opuesta, bajar por la carretera o algo así. Hyunjin me perseguiría. 

Minho también lo haría. Vino aquí por una razón, y no se va a ir hasta que lo consiga.

No hay nada que pueda hacer para detener esta inminente confrontación. 

Me giro hacia Minho, con el estómago dando vueltas. 

—¿Qué quieres? 

Él exhala una corriente de humo. 

—Mamá se ha ido. 

—¿Y? Ella siempre... 

—No, ella empacó su mierda hace un mes y jodidamente desa... —Sus ojos se desplazan sobre mi hombro, estrechándose en rendijas. Su boca se abre con incredulidad—. Conozco a ese tipo. 

Notas Oscuras  |  HyunLixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora