.*・✯ | Capítulo 43

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Hyunjin

Desacelero el GTO en la puerta y marco mi código. Con todos los vecinos en el trabajo, la calle está desierta y silenciosa. No me gusta el silencio. Hace que mis instintos hormigueen con paranoia. 

Sin ninguna dudas mis nervios están relacionados con el riesgo de cancelar mis clases de la tarde. Pero desde que mi papá está retrasado en la clínica, declaré una emergencia familiar, que las consecuencias se jodan, y recogí sus prescripciones en el camino a casa. 

Cuando la puerta se abre, sigo la entrada alrededor de la parte posterior de la propiedad, preguntándome si Felix escuchó el estruendo del motor. 

Golpeo los frenos. ¿Qué de...? 

Un viejo Honda negro está estacionado cerca de la puerta trasera. Desconocido. Desocupado. Sin matrícula. 

Mi estómago se endurece en hielo. Felix

No respiro hasta que estoy en la casa. La alarma no está activada.

La siguiente respiración no llega hasta que alcanzo la cocina. Pasos en el segundo piso. 

Acelero por la sala de estar, cada célula de mi cuerpo muy alerta. ¿Quién carajos está aquí?

—¡Lorenzo, está en la entrada! —La voz de un hombre hace eco arriba—. ¿Dónde estás? 

Minho. Mi sangre se vuelve fría mientras corro a toda velocidad hacia el vestíbulo. ¿Dijo Lorenzo? ¿Cómo es eso posible? 

Lorenzo está en mi jodida casa. 

Con Felix. 

Rabia me impulsa por las escaleras, cada paso un oponente entre él y yo. Escalo más rápido, tomando dos... tres escalones a la vez. 

—¿Qué carajos? —Minho ruge desde la dirección de mi habitación —. ¡Bájate jodidamente de él! 

¡No! ¡Oh, Jesús, joder, no! Urgencia se funde en mis músculos, empujándome más rápido, más duro, apretando mí mandíbula. ¿Por qué no puedo escucharlo? 

Salto el último escalón, pero la distancia que queda se siente como si estuviera forzando mi corazón a explotar fuera de mi pecho. El aterrizaje es demasiado grande, el pasillo demasiado largo. Estoy demasiado lejos. Nunca debería haberme ido. Le fallé, y estoy jodidamente furioso echando humo en mi arrepentimiento. Malditamente temblando en mi desesperación de alcanzarlo. 

Sigo los sonidos de gritos elevándose. Casi ahí. Unos pocos pasos más. Me apresuro a través de la entrada, mi enfoque acercándose al lado opuesto de la habitación. 

Felix está de pie inmóvil en mi camiseta. Sangre en sus labios. Expresión vacía. Wifi en sus brazos. Muerto. 

Las manos empuñadas de Minho. Heridas en el rostro y brazo de Lorenzo. Su cremallera abierta.

Cada instantánea de milisegundo quema dentro de mí con una crueldad que tambalea mis pasos. 

Nadie me nota. 

Soy superado en número, desarmado, y sobre-jodidamente-forjado con furia. Todo dentro de mí tira hacia Felix, pero lucho contra ello, rehusándome a mirarlo o pensar en él. Si lo hago, enloqueceré. 

Pegándome a la orilla de la habitación, cierro la distancia. Felix se para a unos pocos pasos de la confrontación entre Minho y Lorenzo. 

—¿Lo violaste, hijo de puta? —Minho lanza un puño a Lorenzo y falla al darle a su cabeza—. ¿Estuvo diciendo la verdad todo este tiempo? 

Fría intención letal se expande por mí, elevando mi respiración. Mi puño se flexiona por destrucción. Mi corazón se endurece por permanente, irrevocable muerte. Terminaré esto. 

Notas Oscuras  |  HyunLixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora