Notas Oscuras | HyunLix

.*･✯ | Capítulo 33

Felix

La ansiedad zumba a través de mí mientras salgo del camino de entrada de Hyunjin. Tal vez porque estoy usando ropa de diseñador, conduciendo un auto caro, y obsesionado con un hombre sin idea de a dónde me dirijo. Conozco mi camino a la clínica, pero ¿después de eso? ¿Meses adelante? ¿Después de graduarme? ¿A dónde voy y cómo llegaré ahí? 

Sé que Hyunjin pretende mantenerme cerca. Eso tanto me deleita como me preocupa. Parte de la razón por la que quiero ir a Leopold es para salir de Penrith. Bueno, lo hice, y estoy aquí con una dirección que incluso Wonyoung envidaría. Pero anhelo continuar practicando piano, y no solo bajo cualquier instructor. Los mejores instructores que Leopold tiene para ofrecer. ¿Cómo podría desechar mi sueño por un hombre y perdonarme a mí mismo? ¿Cómo podría Hyunjin respetarme si lo hiciera? 

Él no lo haría. De todas las lecciones que me ha enseñado dentro y fuera de la clase, la más profunda es cómo reconocer mi propia fuerza e ir tras lo que quiero. 

En medio de mis agitados pensamientos, me pregunto sobre mamá y Minho. ¿Se preguntan dónde estoy? Hyunjin mantiene las cuentas al día, así que tal vez no les importa. O tal vez están demasiado drogados para notar mi ausencia. Trato de no preocuparme por eso. Las cosas que quiero de ellos, sus intereses y preocupaciones, murieron con mi papá. Mi familia está rota, una desgarradora verdad que acepté hace mucho tiempo.

A un par de minutos de su casa, estaciono el Porsche delante de Salud Familiar del Sureste. Metiendo el teléfono en mi bolsillo trasero, me dirijo al interior del moderno edificio de un solo piso. 

Unas cuantas personas llenan la sala de espera, pero ninguna levanta la mirada de sus teléfonos cuando entro. Me registro, lleno los formularios, y los devuelvo a la mujer de mediana edad detrás del mostrador. 

—Toma asiento. —Cepilla su encrespado cabello castaño detrás de su oreja—. El doctor Hwang te verá en breve. 

Me pongo rígido, con mi atención lanzándose sobre el estante de panfletos, buscando algo para validar lo que acabo de escuchar. 

—¿Dijo Hwang? 

—No es eso lo que... —Mira el monitor de la computadora—. Dice aquí que pediste a Hwang. 

Mis venas se convierten en hielo. Hyunjin mencionó que su padre es doctor, pero asumí que el hombre trabajaba en un hospital de lujo o algo así. Mierda, ¿por qué me enviaría con su papá para que examinara mi pene? ¿Tal vez este doctor es un Hwang diferente? ¿Es un apellido común? 

—Él... —¿Es demasiado arriesgado preguntar esto? Que se joda—. ¿El doctor Hwang tiene un hijo? ¿Un profesor? 

—Oh, sí. —La mujer agrieta una enorme sonrisa y se reclina en la silla, observándome—. Por la mirada en tu rostro, supongo que también te tiene bajo su hechizo. 

—No. Yo... —Mis mejillas arden—. ¿Qué quiere decir? 

—Cada vez que ese hombre de buen aspecto entra aquí, pone a todos en agitación. —Se ríe—. Toma un número, cariño. Hay una larga fila esperando por un pedazo de eso.

¿En serio acaba de decir eso? Rechinando mis dientes, encuentro un asiento y sacó el teléfono. Tengo dos nombres en mi lista de contactos. Stogie y AmoySeñor. El último fue el intento de humor de Hyunjin cuando configuró el teléfono. No he tenido el corazón para cambiarlo. 

Inicio una ventana de texto. 

Yo: ¿Me enviaste con tu papá? ¿Para revisar mi pene? ¿Estás loco?

La puerta principal se abre, y un chico un poco más alto que yo, de rostro fino y buenos rasgos con una afilada mirada, junto a una mujer de avanzada edad, más baja y embarazada se pavonean hacia el mostrador.