Felix
Me despierto de la misma manera en que lo hago la mayoría de las mañanas. Somnoliento, feliz, caliente. Excepto que hoy es diferente.
Hoy soy un somnoliento, feliz y caliente graduado de la Academia Le Moyne.
La ceremonia del día de ayer fue celebrada en el teatro del campus. El mismo teatro que casi me costó ese diploma. Stogie y los padres de Hyunjin estuvieron allí. La decano exigió que Hyunjin no mostrara su rostro, aunque estoy seguro de que vislumbré su sombrero en la multitud. Cuando le pregunté al respecto, me besó hasta dejarme en un caliente y pegajoso estupor. Me encantaría uno de esos besos ahora.
Me estiro detrás de mí, esperando encontrar su cálida piel. En su lugar, me encuentro con mantas frías y vacías.
Soltando un suspiro, me enderezo y echo un vistazo al reloj. Siete con trece A. M.
Maldito sea él. Me dijo que los entrenamientos matutinos terminarían. Odio despertar solo.
Salgo de la cama, envuelvo una bata alrededor de mi cuerpo desnudo, y salgo a buscarlo.
Diez minutos después, encuentro todo vacío y reviso el garaje. El GTO se ha ido. ¿Quizás está recogiendo el desayuno?
Cuando me meto en la cocina, algo se mueve en mi periferia.
—¿Qué demonios?
Giro mientras una raya negra sale despedida por el suelo y desaparece alrededor de una isla. ¿Hay una rata en la casa?
Cautelosamente, camino de puntillas alrededor de la esquina y jadeo.
—Oh... ¿Qué? —Cubro mi sonrisa con dedos temblorosos.
Una mirada a esos brillantes ojos amarillos convierte mi visión en un húmedo borrón.
Un gatito. Trajo un gatito a casa. Mi garganta se cierra.
El pelaje negro carbón cubre el cuerpo del gato desde los picos de las orejas hasta la punta de la cola. Presiono mis labios cuando un sollozo se levanta.
Al siguiente momento, estoy jodidamente llorando. Un maldito lío de empapados lloriqueos, y ruidoso hipo por ninguna razón que tenga sentido. Hice lo mismo cuando mi papá me dio a Wifi.
Limpio mis mejillas con el dorso de mis manos y bajo lentamente en cuclillas, cuidadoso de no asustar... ¿Asustarlo? ¿Asustarla? Conociendo a Hyunjin, querría otro hombre en la casa.
Emoción me recorre cuando espío dos dijes colgando del collar negro.
Ofrezco mi mano a modo de saludo. Olfatea mis dedos, los marca, y me hace suyo. Me derrito.
Recogiéndolo, lo acurruco contra mi cuello y me hundo en el vibrante ronroneo. Extrañé tanto esto.
Con dedos temblorosos, examino los dijes de plata. El primero es una etiqueta de identificación redonda con un nombre grabado. Kodaline.
La banda pop irlandesa que toqué en mi audición.
Sacudo mi cabeza, sonriendo. Dios, amo a ese hombre mío.
El segundo dije es un medallón en forma de corazón con una clave de sol levantada en la parte delantera. Abro el pestillo y una pequeña nota doblada cae en mi palma.
Deslizándome en el taburete más cercano, coloco a Kodaline en mi regazo y desentraño el pedazo de papel.
Es una dirección en el Barrio Francés. Garabateado debajo del nombre de la calle en su masculina sexy caligrafía se encuentra: No me dejes esperando.
ESTÁS LEYENDO
Notas Oscuras | HyunLix
RomanceEllos me llaman puta. Tal vez lo soy. A veces hago cosas que desprecio. A veces, los hombres toman sin preguntar. Pero tengo un don musical, solo un año para terminar la preparatoria, y un plan. Con un obstáculo. Hwang Hyunjin no solo toma. Se apode...