Rose se fue, cerre la puerta y el alma me volvía al cuerpo, por poco descubre a William dentro del armario.
-Puedes salir-dije aliviada
-Creí que nunca se iría- dijo William
-Tienes que irte, no debes estar aquí. Si mis hermanos te vieran….
-Sabes, si tus hermanos me vieran, me obligarían a responderte como hombre y tendría que hacerte mi esposa, lo que sería muy conveniente para mí.
-Ni se te ocurra William. Mi decisión está tomada.. respétala por favor
-Lo siento, pero es lo que más deseo.
Se acercó a mí y de su bolsillo sacó una cajita de terciopelo
-Hoy quería dártelo, pero se me olvidó y no quería que te vayas sin llevártelo.
La abrió y sacó un delicado colgante en forma de corazón azul y la colocó en mi cuello
-Te entrego mi corazón Helena… para siempre. Por eso estoy aquí.
-William!... no tenías que hacerlo…mi corazón, mi amor y mi alma son tuyos…siempre lo serán.
-Es muy difícil saber que te irás y no volveré a verte, así tal vez, cuando lo uses podras recordarme siempre. Quiero que te lo lleves, por favor.
Lo bese con todo mi amor, acariciando sus suaves cabellos, rozando su cuello, el me correspondía y de pronto me apartó
-Es mejor que me vaya…no quiero causarte problemas.
-Quédate- le susurré
-Que? – dijo asombrado
-Quédate conmigo hoy- mi pedido era casi una súplica, sabía el riesgo que corría, pero sería mi última noche con él y a estas alturas ya no me importaba nada más.
El me levanto mientras me besaba, me recostó en la cama junto a él, poco a poco fuimos despojándonos de la ropa, para sentir el roce de nuestros cuerpos, y entregarnos el uno al otro. Sus labios recorrían cada centímetro de mi, mis manos lo acariciaban como queriendo guardar en mi memoria cada músculo de su perfecto cuerpo, sus manos me recorrían lentamente, para darme un placer inmenso, ambos queríamos el gozo del otro, se hundió en mi, estremeciéndome, sus gemidos se ahogaban en los besos que me daba, disfrutaba dejándome explorar su cuerpo y las sensaciones que provocaba en él, cuando ambos llegamos al climax nos acurrucamos y nos quedamos dormidos, la luz que entraba por la ventana me despertó asustada, inmediatamente desperté a William, tenía que marcharse antes de que alguien pudiera verlo, se vistió rápidamente, justo cuando iba a salir por la ventana el mozo de cuadra estaba en el patio de atrás. Entonces me vestí para ver si podía sacarlo por la puerta de adelante sin ser visto, sigilosamente caminamos por el corredor, por lo visto mis hermanos aún dormían, bajamos las escaleras lo acompañe hasta la puerta y para nuestra suerte nadie nos vio, nos despedimos con un intenso y amoroso beso y luego lo vi partir, esa era nuestra despedida, al cerrar la puerta me giré y las lágrimas no se hicieron esperar, regresé a mi habitación conteniendo los sollozos, para que nadie me oiga.
-¡¿Helena?!-
Su vos me paralizó, era Alice me abrazó y entró a la habitación conmigo rápidamente, por supuesto que no sabía que decirle, de mi repentino ataque de llanto, pero ella tomó la iniciativa
-Que te sucede mi niña?-se sentó en mi cama rodeándome con sus brazos.-Por favor, dime, o tendré que sacar mis conclusiones con respecto a lo que vieron mis ojos.
En ese instante la miré asombrada- ¿Nana que vieron tus ojos?-pregunté secando mis lágrimas.
-Vi a dos personas que se aman sufriendo sin necesidad, ¿porqué lo dejaste ir?- tomó mi rostro en sus manos tiernamente
-Nana, Iris espera un hijo suyo, y sinceramente prefiero no interferir, te imaginas no podría vivir bajo el mismo techo que ella, pero tampoco dejaría a un inocente sin su padre y de todas maneras, es su heredero.
-Y por eso rompiste tu compromiso con él? Pero porque casarte con ese engreído de Lord Carter, crees que es la solución?...No mi niña, menos si tu y el Duque…
-Si, Nana me entregue a él en cuerpo y alma, pero no me arrepiento para nada-
Rápidamente revolvió las sábanas y preguntó
-No hay sangrado, ustedes ya habían estado juntos antes?
-Si, en su casa, pero en esa oportunidad si manche sus sábanas, ahora no.
-Ese es el problema, solo es la primera vez y tu primera vez fue con él, tu futuro esposo se dará cuenta y eso mi niña, puede traerte muchos problemas, reconsidera esa decisión.
-No puedo, el ya se encargó de que todo el mundo lo sepa. Ya lo anunció
-Sabes? Mientras los observaba vi el amor más hermoso entre ustedes, ese amor podría superarlo todo, excepto estar separados, piénsalo mi niña.
-Sólo te pido, que no digas nada, aunque David ya lo sabe.
-Se lo dijiste?
-Si, en realidad, él estaba esperándome cuando llegue ese día, y no pude ocultar la verdad.
-Ay Helena! No te entiendo, siempre has sido una niña rebelde, pero ponerte en riesgo de esta manera, con los principios que tus padres siempre te han inculcado.
-Dicen que el amor te hace cometer muchas locuras, no? -dije entre sollozos
-Pero también dicen, que un gran amor no se puede olvidar. Y veo que prefieres vivir una vida sin amor, en vez de arriesgarte a enfrentar este obstáculo y ser feliz.
ESTÁS LEYENDO
LA SOMBRA DE UN AMOR
Любовные романыElla, una joven llena de vida, audaz, inteligente, rebelde y portadora de una belleza indiscutible. La menor luego de cinco varones, la joya de la familia, un excelente partido para cualquier joven, pero ella sería deslumbrada por el hombre menos pe...