CAPITULO XXXV

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Los días pasan, tan lentamente, hace varios días que Joseph me está ayudando para desenmascarar a Lord Carter, lo mande seguir,  lo investigué y entre otras cosas descubrí que debe mucho dinero en las apuestas y negocios que terminaron mal para él. Solo me falta averiguar que es lo que trama con Iris, tal vez es su espía, o su amante, aunque a Helena no le importará que él tenga una amante. Debo encontrar la manera de evitar que Helena se casé con éste descarado, si es preciso me presentaré ante su padre para darle motivos para cancelar la boda. Joseph me ayudaba a averiguar y gracias a eso logramos juntar pruebas. Hoy estaba dispuesto a visitar al Conde y exponer lo que había averiguado, Joseph me acompañaría, pero había ido a buscar unos documentos que según él, eran importantes para mostrárselos a Lord Richmond.
Tomé todos los documentos que tenía y decidí visitar a Lord Richmond, Joseph me alcanzaría allí, una vez que obtuviera lo que necesitaba, no se que se traía entre manos, había estado muy misterioso en los últimos días,  solo me decía que no desesperara, que confiara y así lo hice.
Tome mi carruaje y emprendí hacia la residencia de los Richmond, estaba ansioso por mostrarle al Conde,  que su futuro yerno,  no era más que un estafador y que el matrimonio con su hija era solo un negocio y la solución a sus problemas financieros.
Nos detuvimos cerca a la casa y escuché que el cochero hablaba con alguien cuando la puerta se abrió era Joseph.
-Por fin Joseph! ¿Dónde estuviste? Sube tienes lo que buscabas? Vamos a ver al Conde.
-Milord, lo que tengo es más de lo que esperaba, pero es mejor que volvamos a la casa, ahí le contaré los detalles y le aseguro que no se arrepentirá.
-Está bien, pero espero que valga la pena.
Anuncié al cochero, que volviera. Una vez en la casa, fuimos a mi despacho cerré la puerta y me voltee a Joseph.
-Y bien? Que era tan importante que me hiciste volver?
-Milord, en estos días he recurrido a todo, para descubrir a ese par, y como sabrá la servidumbre sabe todo de sus amos y guardan innumerables secretos, siempre y cuando sus amos sean dignos de ese respeto,  pero como es obvio, los sirvientes de Lord Henry Carter, no están a gusto con el y me han revelado muchas cosas interesantes.
-No des más vueltas, por favor ¡habla!
-Hace unos días, volví a seguir a Iris hasta la casa de Lord Henry, pero esta vez cuando estaba tratando de escabullirme para espiarlos, su cocinera la Señora Masson me descubrió, pero para mí sorpresa no me delató, por el contrario fue ahí donde me enteré que su amo, tenía encuentros desde hace mucho tiempo con Iris... ellos son amantes, incluso cuando ella estaba conmigo, pero no solo eso, el está en la ruina, sus cobradores ya lo han amenazado y le han dado tiempo hasta después de la boda, para saldar sus deudas.
-Pero esa mujer es confiable?
-Lo es, su Lord es un maltratador y además le debe cinco meses de salario, ella me dijo que su lealtad ya no seguirá con el, ella está buscando un mejor empleo. Entonces me tomé la libertad de hablarle de usted.
-A que te refieres?
-Milord, esa mujer sabe mucho y  nos podría dar mucha información y con las penurias que está viviendo una oferta suya podría ser beneficioso para ambos.
-Tienes razón, pero ella no podría trabajar aquí, Iris la reconocería.
-No pero en su casa de campo tal vez si.
-Es cierto, puedes pedirle que nos veamos, necesito hacerle una buena propuesta.
-Mañana ella estará en casa de su hermana, la pobre está muy enferma y debe cuidarla, aprovechando que su Lord tuvo que viajar, yo se donde vive, si usted quiere lo acompaño.
-Por supuesto, mañana iremos a visitarla y veremos que información tiene.
Al día siguiente, acompañado de Joseph, nos dirigimos a un barrio alejado de la ciudad, casas bajas, niños correteando por las calles, que por las lluvias de días pasados, estaban muy lodosas, mi compañero me había advertido que el lugar era poco atractivo, pero la gente que vivía ahí, eran trabajadores, muchos de ellos incluso trabajaban en grandes mansiones, el mismo había vivido por aquí antes de que empezará a trabajar para mi, llegamos a una puerta oscura un tanto descolorida, al tocar se abrió y una señora bajita, de cabellos blancos, entrada en años nos invitó a pasar, supuse que ella era la Señora Masson.
-Buenos días Joseph, ...Excelencia- dijo mientras me hacia una reverencia.
-Por favor, no es necesario, estoy en su casa.
-Pero aún así continúa siendo un Lord, señor. Disculpe mi hogar es muy sencillo, pero tome asiento. Su Excelencia quiere té, preparé un poco.
-No se moleste, pero lo aceptaré con gusto.
A pesar de mi posición, siempre fui muy respetuoso con aquellos que no habían tenido tanta suerte como yo.
-Señora Masson, creo que se imagina porque estoy aquí?
-Si Excelencia, al igual que yo usted ha sido una víctima más de Lord Henry Carter, pero alguien debe parar a ese hombre. Sabe todo su odio a usted comenzó cuando usted se casó con Lady Elizabeth, estaba hecho una furia y juró que algún día pagaría por quitarle la oportunidad de convertirse en un hombre respetable ante la sociedad más distinguida, cuando usted enviudó, fue ahi que Iris apareció en escena, ella trabajaba con Madame Violet, pero era la compañía predilecta del Señor, un dia escuché como a el se le ocurrió la idea, de que ella fuera a trabajar con usted, el plan era que ella lo sedujera, así al estar envuelto en tan gran dolor sería más fácil sacarle el dinero, para que Lord Henry continuará con sus negocios sucios, pero con él tiempo esa arpía se dio cuenta que esperaba un hijo del Señor y cuando le reclamo el lo negó y le dijo que le reclamara a usted, que el tenia sus ojos en una bella joya, que no había sido tocada por nadie, ahí ella vio su gran oportunidad, si le decía a usted que esperaba un hijo suyo, podía llegar a ser la Duquesa! Pobre niña, no contaba, que su Excelencia posara sus ojos en la misma dama y allí se aliaron nuevamente. Ambos querían verlos separados, sería una pena que la Señorita Helena termine casada con un hombre como él.
-Justamente es por eso que estoy aquí, Señora Masson, usted está dispuesta a contar todo esto frente al Conde Richmond?
-Ay Excelencia, eso me pondría en una situación complicada con Lord Carter, de seguro me echaría a la calle y tengo a mi hermana muy enferma, al menos la comida diaria esta garantizada.
-Pero hace meses que no le paga un centavo!- Además tendría que haberle ofrecido atención para su hermana enferma.
-Excelencia, a mi edad es difícil que alguien pueda contratarme, no tengo opción.
-Se equivoca, le ofrezco mi más sincera ayuda, conmigo tendrá un lugar para usted y su hermana, ya no tendrán que pasar tantas penurias, se lo aseguro y así no tendrá de que preocuparse,  pero por favor ayúdeme a desenmascarar a este par, le estaré agradecido toda mi vida, si con su ayuda recupero a mi amada Helena.
-Esta bien, pero no quiero que me regalé nada, se lo pagaré.
-Señora Masson, su Excelencia le ofrece su ayuda sin condiciones, ayúdelo, no se arrepentirá, el es un hombre de honor y cumplirá con usted.

LA SOMBRA DE UN AMORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora