Mi mañana era tan terrible, como lo había sido mi noche, y como cada día me desilusionaba al notar que mi período no llegaba, creo que a estas alturas era un hecho que dentro de mi se estaba gestando el fruto de un gran amor, eso significaba que no había más remedio, debía apresurar la boda, tenía que hablar con mi prometido para hacerle saber, aunque él estaría feliz de convertirse en el yerno del Conde de Richmond tan pronto, pero cuando estemos a solas como esposos, no se que puede suceder al descubrir mi engaño.
Baje a desayunar, todo era armonía y yo ensimismada en mis pensamientos no podía concentrarme en la conversación, hasta que mi padre, preguntó
-¿Estás bien hija? -Te noto un tanto distraída.
-No padre, en estos días he estado un poco nerviosa por la boda.
-No te preocupes, tu madre se está encargando de todo, te aseguro que todo será perfecto. No es así, querida?
-Claro, tengo todo bajo control, aunque si quieres, luego nos sentamos a revisar todo más tranquilas.
-Si madre, necesito hacerte unas preguntas.
Más tarde, estábamos con mamá a solas en el jardín, ella me contaba cuales eran sus ideas para el gran acontecimiento, cuando decidí interrumpirla.
-Madre, mi período no llegó- dije y estallé en llanto.
-¡Helena! Esto es un gran problema, si me lo permites, creo que deberías cancelar la boda.
-Pero madre! Mi hijo debe tener un padre!
-Tu hijo, tiene un padre! Además cuando ese niño nazca, ambos se darán cuenta, no es muy difícil sacar cuentas hija mía.
- Ay mamá! Ahora que voy a hacer?
-No quiero insistir, pero para mí tendrás que considerar el hecho de casarte con Lord Carter, créeme si continúas con esa idea absurda, tu vida y la de tu hijo, serán un infierno.
-Creo que voy a tener que pensar todo muy bien, mañana vuelve Lord Carter de su viaje, y vendrá a casa a cenar, creo que quiere proponerle unos negocios a papá.
-Ese hombre, no desaprovecha oportunidad para tratar de convencer a tu padre, para que se convierta en su socio. Está más interesado en tu padre que en ti.
En la tarde, estaba leyendo uno de los libros que William me había regalado, para tratar de concentrarme en otra cosa que no fuera mi drástica situación, cuando Rose se acercó.
-Señorita, tengo un mensaje para usted. El joven Joseph, vino y me pidió que le diga que pronto las cosas serán como antes y ustedes volverán a estar juntos.
-Que estará tramando William?
-No lo sé, solo me dijo eso...y que le de tiempo.
-Justamente es lo que no tengo...tiempo.
-Aún no llega su período?
-No Rose, a estas alturas creo que voy a tener un hijo de William, pero el nunca lo sabrá.
-Pero Señorita, él tiene derecho a saber y sobretodo después de lo que sufrió al perder al primero, perdóneme pero no me parece justo ocultarlo.
-Tienes razón, debes pensar lo peor de mi, una Señorita de sociedad, a punto de casarse con un hombre y esperando un hijo de otro.
-No, lo que no me parece bien, es que se case con un hombre al que no ama, solo por orgullo, porque ese es el verdadero motivo.
-Mi madre y tu, piensan igual. A estas alturas creo que mi compromiso con Lord Carter, fue un arrebato, después de saber lo de Iris, cometí un error y después de eso todo se me salió de control, actué por impulso al entregarme a William.
-No, en ese caso fue su corazón el que la llevó a él.
-¡Ay Rose! Nunca creí que pudiera estar en una situación así, ahora me arrepiento de lo que hice, pero jamás me arrepentiré de amar a William, y sin darme cuenta a él también le estoy haciendo daño.
La noche llegó y en la soledad de mi cuarto, las palabras de mi madre volvían a mi, al igual que las de Rose, ambas tenían razón, que será de mi vida y la de mi pequeño. Deslice mi mano sobre mi vientre y por primera vez, tomé conciencia que ya no se trataba solo de mi, ahora había una pequeña vida creciendo dentro de mi, y mis decisiones marcarían su vida para bien o para mal.
Los rayos cálidos del sol, me avisaban que era hora de salir de la cama, para comenzar lo que sería un largo día, sobretodo pensando que en la noche vendría a cenar Lord Carter, y la verdad que eso me irritaba bastante, lo último que quería era verlo.
Al atardecer, muy a mi pesar, comencé a prepararme para una noche un tanto incómoda, me puse un vestido azul, para poder usar el colgante de corazón, que me regaló William, cuando termine de prepararme, Rose me avisó que Lotd Carter ya estaba abajo y según él ansioso por ver a su futura esposa, bajé de muy mala gana y ahí estaba haciendo alarde de sus exitosos negocios, frente a mi padre y mis hermanos, que ya no tenían paciencia para escucharlo.
-Oh, aquí viene la princesa de ésta casa!- dijo David interrumpiendo el discurso de nuestro invitado.
El se volteó hacia mi
-Seguramente estabas ansiosa por verme otra vez?
-No se imagina cuanto- dije con sarcasmo
-Bueno, pasamos a la mesa- dijo mi madre.
El eligió sentarse junto a mi padre, y por un buen tiempo, estuvo tratando de convencerlo, para asociarse a él, a pesar de que mi padre le había hecho saber que no le gustaba hablar de negocios en la mesa, ese era un momento para compartir en familia.
En un momento, nuestro mayordomo se acercó a mí padre, susurrando algo que no pudimos oír.
-Dígale que no es el momento, mañana lo veré en mi despacho.
-Señor, insistió en que es muy urgente.
-Está bien,...hazlo pasar a mi despacho. En un momento voy.
El rostro de mi padre mostraba cierta incomodidad, cuando se disponía a levantarse de la mesa, tras una disculpa a los presentes, las puertas se abrieron bruscamente, y mi corazón se paralizó al ver a William junto a Joseph.
-Pero que significa esto?- dijo Lord Carter -Creo que es una falta de respeto, que usted reciba a este hombre, cuando yo su futuro yerno estoy aquí.
-Perdón? -dijo mi padre - Este es mi hogar y en el puedo recibir a quien quiera, aun estando usted presente y si eso no le agrada, se puede retirar.
-Permítame contradecirlo, Lord Richmond, le aseguro que es necesario que el Señor se quede, ya que lo que tengo que decir, lo implica- dijo William con su mirada fulminante hacia Lord Carter.
ESTÁS LEYENDO
LA SOMBRA DE UN AMOR
RomansElla, una joven llena de vida, audaz, inteligente, rebelde y portadora de una belleza indiscutible. La menor luego de cinco varones, la joya de la familia, un excelente partido para cualquier joven, pero ella sería deslumbrada por el hombre menos pe...