CAPITULO XLVIII

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Después de tanto alboroto con la fiesta, William quería que fuéramos a la casa del campo, donde habíamos pasado momentos muy hermosos juntos y algunos a solas, pero por supuesto que estos planes me tomaron de sorpresa y aun no había terminado de guardar todas mis cosas, para irnos ese mismo día pero por suerte mi querida Rose, prometía encargarse de todo y después nos alcanzarían junto con Joseph, que se ofreció para ayudarla y acompañarla para que no viajara sola tan tarde, obviamente me daba cuenta que en los últimos tiempos, el mostraba mucho interés por Rose y ella no era para nada indiferente a sus atenciones, estoy casi segura que entre esos dos algo está pasando. A pesar del pedido de nuestras madres para que nos quedemos hasta el otro día, William decidió que la decisión estaba tomada, además que los invitados estarían muy bien atendidos por tan espléndidas anfitrionas.
Debo admitir que el carruaje era muy cómodo y amplio, con suficiente espacio para seis personas, así es que nos acomodamos para disfrutar sobretodo de un maravilloso cielo en tonos rojizos como si fuera fuego en las nubes y así poco a poco nos dormimos por un largo rato, hasta que un ruido nos despertó y el cochero le informó a William que tenía problemas con una rueda, lo solucionaría para luego poder continuar tranquilos, al notar que demoraba un poco y no oír ruido de trabajo afuera William, decidió ir a ver si había surgido algo más que lo retrasara, pero al abrir la portezuela, luego de advertirme que me quedara, vi que su rostro se palideció y al escuchar que intercambiaba algunas palabras con alguien, antes de que pudiera siquiera nombrarlo todo mi ser se estremecía al recordar muy bien esa voz, no podía ser era Carter, pero...¿Cómo escapó? No puede ser, acaso este hombre ¿no nos va a dejar en paz nunca?
Al parecer escapó y tratando de alejarse de la ciudad encontró nuestro carruaje averiado y sin saber que era nuestro lo atacó para robarlo y escapar con los caballos, pero al descubrir que era nuestro se sorprendió de su suerte, tomó al cochero de rehén, obligándo a William y a mi que saliéramos, e inmediatamente me tomó en lugar del cochero apuntandome con un arma directamente a la cabeza, lanzando amenazas, hasta se atrevió a alardear con tomarme por la fuerza, al oirlo el miedo me invadió, el tenía un arma y nosotros estábamos a su merced, pero mientras discutía con William él se abalanzó sobre mi liberandome mientras seguía forcejeando para quitarle el arma, cuando Joseph y los demás salieron de entre los árboles, pero el ruido de un disparo nos paralizó a todos sin quitar la mirada de ninguno de los dos, mi corazón se paralizó por un instante, hasta que escuche su voz
-¡No lo dejen escapar!- dijo William- Creo que me hirió
Corrí enseguida a su lado y vi que se tomaba el brazo izquierdo, al examinarlo tenía una herida que sangraba, rápidamente le pedí a Joseph que me ayudara a presionar la herida, tomé la falda de mi vestido y la rasgue para poder atarla a su brazo, frenando el sangrado, con cuidado se puso de pie y se acercó a Carter, tomando el arma que le había quitado, se paro enfrente de él
-No sería un verdadero hombre si dejo pasar el hecho de que le faltaste el respeto a mi esposa, e intentaste dañarla- mientras le apuntaba a la cabeza
-¡No, William!- Mi amor el no lo vale, ...no tiene sentido que ensucies tus manos con sangre de este bastardo- supliqué
Pero ignorando mis ruegos ordenó -Joseph lleva a Helena con Rose- Y obviamente obedeció alejándome de ahí aun en contra de todos los esfuerzos por quedarme e impedirlo, cuando llegué al carruaje donde estaba Rose, se escuchó un disparo y me abracé a ella, llorando.
Al rato apareció William, con el resto de los hombres que se habían quedado con él, corrí a abrazarlo y reclamarle
-¿Porqué lo hiciste?¿Ahora te buscarán por esto?-
-Debía terminar con esto Helena, o de lo contrario jamás nos hubiera dejado en paz-
Uno de los hombres se acercó a mí, tratando de tranquilizarme
-Milady, puede estar tranquila, somos guardias de la Jefatura, puestos para cuidar de ustedes, nosotros solo le disparamos a un delincuente que los atacó y después pudimos ver que era el hombre que se había escapado, esa es nuestra versión de los hechos, y lo que le informaremos a nuestro jefe. -
Al oír eso me pude tranquilizar y decidimos continuar el viaje para que al llegar, el doctor pudiera revisar el brazo de William.

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