Capitulo 1: Tres Meses

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No puede dormir, quiere hacerlo pero su mente no se lo permite, en sus pensamientos ronda qué él podía aparecer en cualquier momento; se encuentra alerta mientras le duele un poco su vientre por esas emociones, como si esa vida qué esta creciendo dentro de él, le estuviera reclamando para qué se calme, lo iba a abortar pero al final desistió después de pensarlo bien, además de qué si lo hacía podía ser muy riesgoso para él por los cambios qué ha tenido su cuerpo en ese tiempo.

No sabe qué hará con el bebé una vez qué nazca, ni siquiera él se ha cuidado bien en ese tiempo, no sabe ni qué hacer con su vida ahora y menos al respecto sobre el título de Rey del Infierno qué le dieron después de qué llegó a ese lugar.

Tiene miedo, su olor a manzana dulce cambió a uno amargó, bastante amargó por lo qué ha sentido; en esos tres meses no ha podido dejar de tener hasta pensamientos respecto a querer morirse, una vez estuvo apuntó de conseguirlo si no fuera por Leviatan; suspiró, recuerda qué ese día no dejó de llorar y pedirle perdón hasta qué terminó dormido por el cansancio.

Se queja en voz baja ya qué se quemó un poco el brazo sin querer, una manía qué ha tomado en ese tiempo y la cual su cuerpo inconscientemente lo hace cuando se enfrasca demasiado en sus pensamientos. Suspira antes de curarse con un hechizo qué le enseñó Aamon, el cual aprendió gracias a los demonios más antiguos qué han residido ahí en el infierno; después de terminar, se sienta al fin para mirar la entrada de aquella cueva, en la cual duerme con sus hermanos mientras sus súbditos se encuentran por otros lugares del infierno; hace una mueca, recuerda perfectamente cuando ellos hablaron y les dijeron qué a todos los tomaban como a sus reyes, pero claramente a él como el principal.

Se empieza a morder el labio inferior, no se siente listo para ese mandato, menos en su condición, ¿cómo esperan siquiera eso? No lo entiende.

Algo le envuelve la espalda, por lo qué tiembla un poco y ve quién fue el responsable de ponerle aquella piel de mamut infernal, viendo a Asmodeus, el cual tiene una ceja alzada mientras lo mira; no le molesta que halla entrado a su nido para ponerle aquella piel ya qué él les dio permiso a todos sus hermanos de entrar por cualquier cosa, aunque sea la más mínima.

—¿Qué tienes ahora? ¿Pasó algo? —se le escucha preocupado, haciendo qué se revuelva sus corazones.

—Nada... Nada... —susurró para desviar nuevamente su mirada a la entrada, no quiere preocupar más a ese alfa.

Un suspiró por parte del menor fue lo único qué se escuchó, por lo qué se quedaron en silencio por varios minutos hasta qué lo escucha hablar nuevamente, diciendo unas palabras qué Lucifer recuerda decir en antaño.

—Puedes contar con nosotros —acercó su mano a la cabeza contraria, nota enseguida qué está esperando su iniciativa para qué lo dejará continuar.

—Lo se —acerca finalmente su cabeza a esa mano, la cual le empezó a acariciar lentamente.

—Por favor... Intenta dormir un poco. Te hará mal si no lo haces —aún tiene ese notó de preocupación en su voz, supuso qué es porque no le creyó.

—... Esta bien —da un pequeño suspiró, para complacerlo y qué de esta manera no se preocupe, le va a obedecer.

Lucifer se acuesta finalmente en donde estaba con anterioridad, en aquel nido qué hizo cuando consiguió varios pieles de distintos animales para finalmente taparse bien con la piel qué le colocó Asmodeus, y cuando se encuentra listo, cierra sus ojos con la esperanza qué el sueño se lo llevé pronto.

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A Su Debido tiempo (Omegaverse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora