Capitulo 17: Cortejar

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Belcebú en todo ese rato no le ha dicho ninguna palabra al beta, el cual se encuentra haciéndole la revisión de rutina a su hermanito.

Han pasado semanas desde aquella vez que lo escuchó hablar con esa demonio frente al rio qué pasa por todo el infierno, de lo cual se siente avergonzado, no sabiendo tampoco si es que Uphir habrá llegado a sentir su aura en ese lugar; suspira, por esa razón ahora se está manteniendo escondido detrás de su madre y así sentirse más protegido, por lo que no pudo evitar sonreir un poco, ahora entendía el porque aveces sus hermanos le decían qué aún sigue siendo el bebé de la familia.

Se asomó un poco después de un rato y hace un pequeño puchero cuando siente la mirada de Uphir sobre él, no entendiendo el porqué lo miró, pero no le presta mucha atención al respecto para ocultarse de nuevo.

Suspira un poco, escuchando aún de fondo como los mayores hablan entre sí, de lo cual él no se encuentra prestándole demasiada atención, pero en un punto siente la mala vibra del ambiente y las presencias de sus demás hermanos, de los cuales se dio cuenta que se acercaron a donde se encuentran ellos; después de acomodarse bien, se asoma de nuevo, ya qué no pudo evitar mirarlos y escucharlos para ver que ocurre, dándose cuenta enseguida como todos, exceptuando a Uphir y Zouhair, se encuentran con unas caras de enojó, como si el médico hubiera dicho alguna cosa sumamente malvada.

—¿Cómo dices qué dijiste? —miró a su madre después de qué terminará de hablar, viendo como carga a Zouhair— ¿Cómo qué quieres cortejar a Belcebú? No me importa que seas un beta y quieras hacer hacer el cortejo, pero con mi hijo no.

—Espérenme un minuto, ¿qué pasa? ¿En qué me metieron? —frunce el ceño después de escuchar aquellas palabras, por lo que sus dudas no se hicieron esperar.

No escucho a nadie responderle a sus dudas, solo puede observar el como los betas y alfas tienen esa mirada de qué quieren matar ahí mismo a Uphir, además de notar también como ellos, exceptuando a Aamon, le daban unas pocas miradas sorprendidas al omega mayor; ve finalmente a su madre en busca de que no le hagan daño al médico, pero solo pudo observar el como se encuentra pensando en algo, pero no sabe que cosa exactamente.

Se cruza de brazos para ponerse a pensar en esa palabra qué dijo el omega mayor, la de cortejar, la cual ya había escuchado antes en el cielo de alguno de los que alguna vez considero sus hermanos; no recordaba bien el tema, pero sabía qué los alfas se lo hacían a los omegas, por lo que no pudo evitar preguntarse si en el infierno también los betas lo hacían; suspira un poco para negar, sabe que por el momento eso no es lo importante, ya que lo que necesita saber, es del porqué él se encuentra metido en esa conversación.

Iba a hablar nuevamente para apaciguar un poco el ambiente e intentar calmar a sus hermanos y madre, pero se quedó con las palabras en la boca cuando vio a Aamon darle un golpe en la cabeza a Uphir, por lo cual no pudo evitar una exclamación de puro reproche hacia su hermano mientras se levantaba.

—¡Aamon, no seas malo! —después de decir eso, se acerca bastante preocupado al demonio— ¿Estas bien?

—Si... No se preocupe, mi señor —ve como le regala una sonrisa mientras se acaricia el lugar afectado, dándose cuenta que el mayor no quiere preocuparlo.

Mira a sus hermanos y madre con los ojos entrecerrados mientras tiene el ceño fruncido, como diciéndoles qué se calmaran. Abraza finalmente al demonio qué tiene frente suyo, dejando que la cabeza de este descansé en su pectoral, y que de ese modo no lo quieran lastimar, dando una clara señal de qué deberían pasar por sobre él para hacerlo, lo cual sabe qué no harán porque lo quieren demasiado como para hacerle algún tipo de daño.

—Ahora hablemos con calma... ¿Qué ocurre conmigo para que lo quieran lastimar?

Observa a su familia, dándose cuenta como entre ellos se miran, como si estuvieran pensando en si decirle sobre el tema o no, por lo que no pudo evitar hacer un puchero y ver al que tiene abrazado, viendo como se le asoma un pequeño sonrojó en sus mejillas, haciendo que se pregunte si se sentirá avergonzado por como lo tiene, pero no dice nada para no incomodarlo más, ya que ahora que lo piensa, él está de igual modo porque no pensó demasiado en el tema hasta ese momento.

Suspira un poco, aunque se sintiera con el corazón roto y no entiende el porqué de esto, ya que siquiera sabe como interpretar aquellos sentimientos que tiene, no quiere que lastimen a Uphir porque encuentra qué este es un buen tipo, por el echo de que el mayor siempre lo ha tratado bien independientemente de su estatus y casta, además de que le ha mostrado y hablado sobre como son las cosas en el infierno para qué no lo traten mal ni mucho menos que se haga un malentendido por no saber como funcionan las cosas en ese sitio.

—Bueno... ¡Maldición, ya separate de él! —escuchó ese gritó por parte de Mammón, por lo que notó enseguida que se encuentra irritado, pero igualmente no le hizo caso.

—Belcebú... Ven, te explicaré —ve a su madre después de escucharlo, viendo el como le esta palmeando el suelo para que vaya a sentarse a su lado, por lo cual hace un puchero y niega sabiendo cuales son sus intenciones.

—Lo lastimaran. Me quedaré aquí, estamos cerca —le sonríe tiernamente para ver si de ese modo lo explica—. ¿Me dirás lo qué ocurre, mamá?

Ve al mencionado suspirar, notando que esta frustrado, por lo que se sintió triste por ponerlo de aquel modo, pero no dijo nada cuando ese omega empezó a hablar.

—Él te quiere cortejar, esto quiere decir qué empezará a darte pequeños gestos para ver si lo aceptas como pareja —notó qué le costó decir aquello, pero él no sabe que decir al respecto.

Se empezó a sentir bastante avergonzado, siente sus mejillas arder bastante por esa revelación, dandose cuenta que esta completamente sonrojado, por lo cual suelta a Uphir para taparse la cara con sus manos, no sabiendo como reaccionar o que decir al respecto.

—Mi pequeño, por favor, ven —escuchó como la voz salió preocupada, sabe qué el omega mayor no quiere que él resulte lastimado.

Traga saliva para finalmente acercarse a su madre y así sentarse a su lado para calmarlo, procesando aún lo escuchado hace apenas unos pocos minutos, mirando también de vez en cuando a sus hermanos, como diciéndoles que si lastiman a Uphir, se enojara y ya no les hablara.

Mira a su madre después de unos segundos, queriendo saber que es lo que piensa en ese momento, pero viendo la expresión qué tiene, cree que esta buscando las palabras exactas para decirle a Uphir que no le va a permitir aquel cortejo y que los dejé en paz, y aunque entiende las razones de su madre, él enserio desea que si le permitan a ese demonio hacer lo pedido.

Belcebú sale de sus pensamientos cuando escucha a su madre toser, por lo cual lo ve nuevamente, apreciando lo incómodo que se encuentra, por lo que no pudo evitar acariciarle la espalda para ver si se calma un poco, ya que no le gusta verlo así, aunque se sentía feliz de que estuviera distraído para no pensar en lo de Miguel.

—Lo pensaremos, pero hasta entonces, mantente al margen —se le escuchaba un poco dudoso.

Belcebú sonrie un poco, feliz por el resultado, ya que si esa conversación hubiera sido hace algunos meses atrás, sabe que su madre hubiera dicho un rotundo no.

—Pero Lucy...

—Nada de peros —lo vio interrumpirlo enseguida—. Retirate, Uphir.

—Si, mi señor —con eso dicho, lo vio levantarse para posteriormente dar una reverencia.

Después de que ve marchar a Uphir, siente como es impregnado por las feromonas de sus hermanos alfas y madre de una forma protectora, haciendo que tosa un poco, recordando que aquello ya había pasado anteriormente cuando le llego su celo estando ya en el infierno, en el cual casi termina siendo abusado. Les sonrie finalmente a los mayores, entiende que ellos no quieren que Uphir se aproveché de él y menos cuando le llegue nuevamente el celo, pero aún así se ríe un poco a sus adentros porque sabe que las feromonas de los alfas y del omega mayor no le afectarán para nada a Uphir porque este es un beta.

—Son unas bestias —después de decir aquello, se le forma un puchero—. Se que estas preocupado, mamá.

Abraza al mencionado después de terminar de hablar, por lo cual después de unos segundos logra sentir unas caricias en su cabeza, de las cuales entiende que el mayor le intenta pedir disculpas; sonrie un poco, no culpa a Lucifer por haber tenido esa actitud, ya qué sabe que los pensamientos que tiene no se les puede quitar tan fácilmente de la noche a la mañana.

Solo esperaba que enserio dejaran hacer a Uphir lo pedido.

A Su Debido tiempo (Omegaverse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora