A Su Debido tiempo (Omegaverse)

Capitulo 37: Familia

El verano empezó hace algunas cuantas semanas, pero a Umbra no le molesta aquello, ya que podía revolcarse contra la maleza muerta tranquilamente, lo cual justo se encuentra haciendo ahora bastante feliz, y aunque después quedé completamente sucio, no le importa, porque de que igual modo le gusta los baños que le dan sus dueños, los cuales no pueden darse el gusto de hacerlo mucho en otoño e invierno por las bajas temperaturas, mientras que en primavera, puede hacerlo más, pero igualmente se le tarda bastante en que su pelaje se seque.

Recuerda perfectamente el como se sentía antes de encontrar a esa familia: estaba tan solo y triste siendo apenas un cachorro, ya que su propia madre lo dejó atrás por ser él más débil de la manada; estuvo días enteros de ese modo hasta que olió como algo se quemaba, y en consecuencia, como en un lugar cercano estaba haciendo un poco más de calor, por lo cual solo se dedico a acercarse a ese lugar para sentir más esa calidez, ya que tenía tanto frío aún cuando en esa época estaban en verano. Solo se acercó a lo primero que podría proporcionarle más calor.

Agradecía ser tan inmaduro en ese entonces para poder acercarse como si nada a unos completos desconocidos, porque de ese modo pudo ser adoptado por los que ahora considera su familia, su manada.

Le gusta los mimos y las carnes que le dan, además de poder jugar con el pequeño de la familia. Muy aparte de todo lo anterior, a él no le molesta proteger a Lucifer, Belcebú y Zouhair, ya que estos han sido bastante buenos con él, y si no fuera por el segundo mencionado, no sabría en donde estaría metido ahora.

Ama a su manada, los protegerá aunque le cueste la vida, ya que ellos lo salvaron de ser devorado, o de mucho peor, ser maltratado por algún demonio que puede odiar a los animales.

O más bien, si no fuera por Belcebú, nunca hubiera estado en ese lugar, por esa razón lo quiere más que al resto, aún cuando debe de proteger a Lucifer, eso no evita que también quiera pasar mucho más tiempo con el omega menor. Le debía la vida, y por eso, cuando ve a Uphir, le gruñe en son de advertencia por si quiere lastimar a su persona favorita.

—Ya te ensuciaste —al escuchar la voz de Belcebú, se queda detenido con las patas hacia arriba.

Saca la lengua por una de sus cabezas, la del medio para ser más específicos, claramente después de ladrar alegre, esperando que le acaricien el tórax. Escucha un aleteo y empieza a mover su cola de un lado a otro, gustoso por sentir al fin lo que esperaba.

Aún cuando hallan pasado los años, se sigue comportando como un cachorro, pero no le importa, ya que cuando sea necesario, se comportará como un buen perro guardián. Además de que independientemente con su gran altura, la cual puede cubrir completamente a su dueño favorito y a Lucifer con sus patas, y que llega a sobrar hasta espacio, su familia le sigue viendo igualmente como un cachorro.

—Pero aún así... ¿Quién es un buen chico? —escuchó una risa, y no pudo evitar dar otro ladrido por su cabeza izquierda, diciendo de ese modo que él lo es.

Después de un rato deja de sentir las caricias, haciendo que por esto se de la vuelta, quedando con las patas debajo de su cuerpo, de una manera en la cual se muestra que esta sentado.

Él no deja de mover su cola, mirando como Belcebú le da una sonrisa radiante. Ladra alegré, mirando finalmente hacia la dirección en donde se encuentra la choza, la cual está a unos metros de donde se encuentra; él está esperando pacientemente ha que salga Lucifer, al cual no ha visto en esos tres largos días. En ese tiempo, solo ha logrado ver a su dueño favorito y a Zouhair, además de que vio como Belfegor vino justo el día en el cual el omega mayor ya no ha salido.

Cada tres meses ha visto aquello del Rey del Infierno y hasta de su dueño favorito, por lo cual siempre se pregunta que les ocurría en esos días, ya que algunas veces lograba ver el como se encuentran antes de que se encierren, fijándose como si algo les doliera, y claramente después de esos días, podía observar como se encontraban de lo más bien.