—Lo encuentro muy distraído. ¿Esta seguro que quiere continuar con el entrenamiento? —al escucharlo, sale de sus pensamientos y se presiona los labios entre sí.
Suspira finalmente y levanta su mirada para ver a Satanás, notando como los ojos rojos de este muestran una gran preocupación, haciendo que se sorprenda bastante, ya que no se esperaba encontrar esa clase de sentimiento. Vaya que lo había sorprendido el contrario, ya que él tuvo que ocultar lo que sintió para no ser descubierto.
—Si, estoy seguro —al decir aquello, no sonaba muy convencido.
Cierra por un momento sus ojos, se encuentra distraído por lo que pasó el día anterior, en el cual Belcebú junto a Uphir le comentaron que son pareja; suspira un poco, claramente esa revelación le sorprendió porque, por lo que tenía entendido, el cortejo solamente tenía una duración de hasta dos años como máximo, pero su hijo y ese demonio médico duraron bastante en este, por lo cual pensó en su momento que no llegaron a nada y solo quedaron como buenos amigos. Hace una pequeña mueca imperceptible, además de que Belcebú también debe de ir a hablar con los demás cuando se reunan para dar aquella noticia, y claramente él tendrá que contener a los alfas y betas para que no se vayan contra Uphir.
Baja su mirada nuevamente, ese miedo de que lleguen a lastimar a su hijo mayor o que le obliguen a hacer algo que no quiera aún lo persigue, especialmente si es que entra en celo fuera de la choza, y aunque después de que hallan pasado los años y él le tenga más confianza a Uphir, tiene aquel pensamiento de que uno nunca termina de conocer a las "personas" porque no se sabe lo que en verdad piensan o sienten.
Solamente quiere lo mejor para Belcebú y que este sea sumamente feliz. Sabe que no lo debe de atar de las alas, que no tiene que dejarlo sin la posibilidad de volar por sus propios sueños, por lo cual ahora lo está soltando poco a poco para que tomé su propio camino.
Pero... Igualmente eso no quita que el miedo y la soledad lo puedan llegar a embriagar si es que Belcebú en algún momento se quiera ir a su choza correspondiente, ya que esto le había pasado con sus hermanos, haciendo que en algunas noches llorara en silencio porque los extrañaba bastante, aunque aún en esos momentos los sigue extrañando igualmente. Tanto tiempo juntos, lo hizo muy dependiente de todos ellos.
Aparte de todo lo anterior, aún sigue pensando en lo que pasó la otra vez con Zouhair, cuando este fue cargado por Satanás; vaya que ese día le sorprendió la actitud de su pequeño hacía ese demonio y que se viera tan cómodo al lado de este, anteriormente nunca lo había visto así.
Recuerda perfectamente como su pequeño se ocultaba entre sus brazos cuando se le acercaba alguno de sus súbditos para hablar sobre como los nuevos se adaptan al infierno, así que por eso tiene bastantes dudas para que ocurriera aquello.
Era como si Zouhair supiera quienes son buenos para él...
—Mi Rey...
Levanta la mirada para poder observarlo, viendo como se encuentra aún preocupado, por lo cual se pregunta porque aún tiene aquel sentimiento en sus ojos.
—¿Necesita hablar? —notó enseguida como aquello lo preguntó con cautela, como si Satanás no quisiera asustarlo.
—Yo... —no supo que decir.
Claro que necesita hablar con alguien, pero apenas hace algunas cuantas semanas se conoce con Satanás y por ahora no quiere molestar a sus hermanos, ya que estos últimos han estado un tanto más ocupados por el tema de los arcángeles y ángeles que han llegado a entrar en el infierno, de los cuales sabe que han ido a matar a algunos cuántos demonios y ángeles caídos que han podio adentrarse al cielo.
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A Su Debido tiempo (Omegaverse)
خيال (فانتازيا)𝔸𝕕𝕧𝕖𝕣𝕥𝕖𝕟𝕔𝕚𝕒 𝕕𝕖 𝕔𝕠𝕟𝕥𝕖𝕟𝕚𝕕𝕠: -𝔸𝕓𝕦𝕤𝕠. -𝕄𝕒𝕟𝕚𝕡𝕦𝕝𝕒𝕔𝕚𝕠́𝕟. -𝔸𝕦𝕥𝕠𝕝𝕖𝕤𝕚𝕠𝕟𝕖𝕤. -𝕄𝕖𝕟𝕔𝕚𝕠́𝕟 𝕕𝕖 𝕤𝕦𝕚𝕔𝕚𝕕𝕚𝕠. ~~~ Un omega, nació siendo de esa casta pero eso no impidió qué pudiera ser igual de importan...