Capítulo 16

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La cámara de los secretos
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-Todas las veces que hemos estado cerca de ella en los baños -dijo Ron con amargura durante el desayuno del día siguiente- y nunca se nos ocurrió preguntarle, y ahora ya ves...

La aventura de seguir a las arañas había sido muy dura. Pero ahora, burlar a los profesores para poder meterse en un lavabo de chicas, pero no uno cualquiera, sino el que estaba junto al lugar en que había ocurrido el primer ataque, les parecía prácticamente imposible.

En transformacione sucedió algo que por primera vez les hizo olvidar la Cámara de los Secretos. A los diez minutos de empezada la clase, la
profesora McGonagall les dijo que los exámenes comenzarían el 1 de junio,
y sólo faltaba una semana.

-¿Exámenes? -aulló Parvati-. ¿Vamos a tener exámenes con todo lo que está pasando?

Sonó un fuerte golpe detrás de Harriet. A Neville Longbottom se le había caído la varita mágica, haciendo desaparecer una de las patas del pupitre. La profesora McGonagall volvió a hacerla aparecer con un movimiento de su varita y se volvió hacia Seamus con el entrecejo fruncido.

-El único propósito de mantener el colegio en funcionamiento en estas
circunstancias es por la educación -dijo con severidad-. Los exámenes, por lo tanto, tendrán lugar como de costumbre, y confío en que están todos estudiando duro.

Nunca se le ocurrió a Harriet que pudiera haber exámenes con la escuela en aquel estado. Se oyeron murmullos de disconformidad en toda el aula, lo que provocó que la profesora
McGonagall frunciera el entrecejo aún más.

-Las instrucciones del profesor Dumbledore fueron que el colegio
prosiguiera su marcha con toda la normalidad posible -dijo ella-. Y eso,
no necesito explicarlo, incluye comprobar cuánto han aprendido este
curso.

Harriet contempló el par de conejos blancos que tenía que convertir en
zapatillas. ¿Qué había aprendido durante aquel curso? Que las arañas le temen a "algo", que los autos se pueden hacer salvajes, que los perros grandes también son miedosos, que se siente no tener huesos, acerca de pociones multijuegos. Tal vez un poco de todo lo que no debería aprender.

En cuanto a Ron, parecía como si le acabaran de decir que tenía que irsea vivir al bosque prohibido.

-¿Te parece que puedo hacer los exámenes con esto? -preguntó a
Harriet, levantando su varita, que se había puesto a pitar.

Tres días antes del primer examen, durante el desayuno, la profesora
McGonagall hizo otro anuncio a la clase.

-Tengo buenas noticias -dijo, y el Gran Comedor, en lugar de quedaren silencio, estalló en alborozo.

-¡Vuelve Dumbledore! -dijeron varios, entusiasmados.

-¡Han atrapado al heredero de Slytherin! -gritó una chica desde la mesa de Ravenclaw.

-¡Vuelven los partidos de quidditch! -rugió Wood emocionado.

Cuando se calmó el alboroto, dijo la profesora McGonagall:

-La profesora Sprout me ha informado de que las mandrágoras ya están listas para ser cortadas. Esta noche podremos revivir a las personas petrificadas. Creo que no hace falta recordarles que alguno de ellos quizá pueda decirnos quién, o qué, los atacó. Tengo la esperanza de que este horroroso curso acabe con la captura del culpable.

Hubo una explosión de alegría. Ron parecía más feliz que en ningún otro momento de los últimos días.

-¡Siendo así, no tendremos que preguntarle a Myrtle! -dijo a Harriet-. ¡Hermione tendrá la respuesta cuando la despierten! Aunque se volverá loca cuando se entere de que sólo quedan tres días para el comienzo de los
exámenes. No ha podido estudiar.

Harriet Potter: Saga completa Donde viven las historias. Descúbrelo ahora