Capítulo 17

126 12 11
                                    

El hombre de dos caras
✦•···················•✦•···················•✦

Era Quirrell.

-¡Usted! -exclamó Harriet.

Quirrell sonrió. Su rostro no tenía ni sombra del tic.

-Yo -dijo con calma- me preguntaba si me iba a encontrar contigo aquí, Potter.

-Pero... Snape...

-¿Severus? -Quirrell rió, y no fue con su habitual sonido tembloroso y entrecortado, sino con una risa fría y aguda-. Sí, Severus parecía ser el
indicado, ¿no? Fue muy útil tenerlo dando vueltas como un murciélago enorme. Al lado de él ¿quién iba a sospechar del po-pobre tar-tamudo p- profesor Quirrell?

Harriet no podía aceptarlo. Aquello no podía ser verdad, no podía ser.

-¡Pero Snape trató de matarme!

-No, no, no. Yo traté de matarte. Tu amiga, la señorita Granger, accidentalmente me atropelló cuando corría a prenderle fuego a Snape, en ese partido de quidditch. Y rompió el contacto visual que yo tenía contigo. Unos segundos más y te habría hecho caer de esa escoba. Y ya lo habría conseguido, si Snape no hubiera estado murmurando un contramaleficio, tratando de salvarte.

-¿Snape trataba de salvarme a mí?

-Por supuesto -dijo fríamente Quirrell-. ¿Por qué crees que quiso ser árbitro en el siguiente partido? Estaba tratando de asegurarse de que yo no pudiera hacerlo otra vez. Gracioso, en realidad...No sé porque se preocupa tanto por ti, no lo haría si fuera otra alumna, pero no necesitaba molestarse. No podía hacer nada con Dumbledore mirando. Todos los otros profesores creyeron que Snape trataba de impedir que Gryffindor ganase, se ha hecho muy impopular... Y qué pérdida de tiempo cuando, después de todo eso, voy a matarte esta noche.

Quirrell chasqueó los dedos. Unas sogas cayeron del aire y se enroscaron en el cuerpo de Harriet, sujetándola con fuerza.

-Eres demasiado molesta para vivir, Potter. Deslizándote por el colegio, como en Halloween, porque me descubriste cuando iba a ver qué era lo que vigilaba la Piedra.

-¿Usted fue el que dejó entrar al trol?

-Claro. Yo tengo un don especial con esos monstruos. ¿No viste lo que le hice al que estaba en la otra habitación Desgraciadamente, cuando todos andaban corriendo por ahí para buscarte, Snape, que ya sospechaba de mí, fue directamente al tercer piso para ganarme de mano, y no sólo hizo que mi monstruo no pudiera matarte, sino que ese perro de tres cabezas no mordió la pierna de Snape de la manera en que debería haberlo hecho...

Hizo una pausa:

-Ahora, espera tranquila, Potter. Necesito examinar este interesante espejo.

De pronto, Harriet vio lo que estaba detrás de Quirrell. Era el espejo de Oesed.

-Este espejo es la llave para poder encontrar la Piedra -murmuró Quirrell, dando golpecitos alrededor del marco-. Era de esperar que Dumbledore hiciera algo así... pero él está en Londres... Cuando pueda volver, yo ya estaré muy lejos.

Lo único que se le ocurrió a Harriet fue tratar de que Quirrell siguiera hablando y dejara de concentrarse en el espejo.

-Los vi a usted y a Snape en el bosque... -dijo de golpe.

-Sí -dijo Quirrell, sin darle importancia, paseando alrededor del espejo para ver la parte posterior-. Me estaba siguiendo, tratando de averiguar hasta dónde había llegado. Siempre había sospechado de mí. Trató de asustarme... Como si pudiera, cuando yo tengo a lord Voldemort de mi lado...

Harriet Potter: Saga completa Donde viven las historias. Descúbrelo ahora