Capítulo 10

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La bludger loca
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Después del desastre con los duendecillos de Cornualles, el profesor Lockhart no había vuelto a llevar a clase seres vivos. Por el contrario, se dedicaba a leer a los alumnos pasajes de sus libros, y en ocasiones representaba alguno de los momentos más emocionantes de su biografía.

Las chicas estaban vueltas locas con él, excepto tal vez Dumbar Fay, una chica la cual Harriet sospechaba que tenía preferencia por las chicas. Los hombres solo se reían en susurros del profesor y para Harriet cada segundo que pasaba era una tortura, un castigo, dentro de esa aula.

Ahora contaba historias locas mientras las actuaba, como la de un ingenuo pueblerino transilvano al que Lockhart había curado de una maldición que le hacía tartamudear, un yeti con resfriado y un vampiro que, cuando Lockhart acabó con él, no pudo volver a comer otra cosa que lechuga.

-... yo salté (así) tirándolo contra el suelo (así) con una mano, y logré inmovilizarle. Con la otra, le puse la varita en la garganta y, reuniendo las fuerzas que me quedaban, llevé a cabo el dificilísimo hechizo Homorphus; él emitió un gemido lastimero y la piel desapareció..., los colmillos se encogieron y... se convirtió en hombre. Sencillo y efectivo. Otro pueblo que me recordará siempre como el héroe que les libró de la terrorífica amenaza mensual de los hombres lobo.

Sonó el timbre y Lockhart se puso en pie.

-Deberes: componer un poema sobre mi victoria contra el hombre lobo Wagga Wagga. ¡El autor del mejor poema será premiado con un ejemplar firmado de El encantador!

Los alumnos empezaron a salir.

-¿Están listo? -preguntó Harriet.

-Espera que se hayan ido todos -dijo Hermione, asustada-. Bien, ahora.

Se acercó a la mesa de Lockhart con un trozo de papel en la mano. Harriet y Ron iban detrás de ella.

-Amm... ¿Profesor Lockhart? -tartamudeó Hermione-. Yo querría...
sacar este libro de la biblioteca. Sólo para una lectura preparatoria. -Le entregó el trozo de papel con mano ligeramente temblorosa-. Pero el problema es que está en la Sección Prohibida, así que necesito el permiso por escrito de un profesor. Estoy convencida de que este libro me ayudaría a comprender lo que explica usted en Una vuelta con los espíritus malignos sobre los venenos de efecto retardado.

-¡Ah, Una vuelta con los espíritus malignos! -dijo Lockhart, tomando la nota de Hermione y sonriéndole francamente-. Creo que es mi favorito. ¿Te gustó?

-¡Sí! -dijo Hermione emocionada-. ¡Qué gran idea la suya de atrapar al último con el colador del té...!

-Bueno, estoy seguro que a nadie le parecerá mal que ayude un poco a la mejor estudiante del curso -dijo Lockhart afectuosamente, sacando una pluma de pavo real-. Sí, es bonita, ¿verdad? -dijo, interpretando al revés la expresión de desagrado de Ron-. Normalmente la reservo para firmar libros.

Garabateó una floreteada firma sobre el papel y se lo devolvió a Hermione.

Cuando salieron, Hermione dijo:

-Es increíble - mientras examinaban los tres la firma en el papel-. Ni siquiera ha mirado de qué libro se trataba.

-Porque es un completo imbécil -dijo Ron-. Pero ¿a quién le importa? Ya tenemos lo que necesitábamos.

-Él no es un completo imbécil -chilló Hermione, mientras iban hacia la biblioteca a paso ligero.

-Ya, porque es porque ha dicho que eres la mejor estudiante del curso...

Harriet Potter: Saga completa Donde viven las historias. Descúbrelo ahora