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Capítulo 11: ¡Li Lianhua! — Di Feisheng aparece.
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Li Lianhua ha estado callado desde que le explicó la razón de la apuesta y que es lo que apostaron.

— ¿Entonces apostaron una pelea y no te defenderias?

Duo Bing asintio apenado ahora. ¿Estuvo mal? El Xiaobao tiene diez y ocho años ahora, sigue siendo ingenuo además de que en ningún momento le dijo que no había tomado el veneno. ¿En qué se beneficiaria Duo Bing si ganaba la apuesta? No, por el contrario.

Esa es una mala especulación.

¿Qué ganaría Di Feisheng engañando a Xiaobao con tal apuesta? Li Lianhua se hizo una idea infantil.

Ganaría un saco de golpes.

Se rió a sus adentros imaginando que ahora Duo Bing tendrá que pagar la apuesta con su cuerpo.

— No dejaré que toque mi cuerpo. No, no, señor, yo no lo dejaré. — decía entre murmullos el colmillo duo bing.

Dejando al chico solo con sus preocupaciones se acercó al estante de condimentos, ya pronto será la hora de la cena.

Se alejó del lugar suspirando y murmurando, de vez en cuando viendo a zorra durmiendo en el suelo tan tranquila, tan pacífica, tan ignorante de la araña que se le sube encima.

En susurró se tapo los labios.

— Eso está mal. ¿Y si la muerde?

Acercándose lentamente hacia el lugar con una varita de madera espero de forma paciente a que el animal se subiera en ella y poder sacarla de la casa con éxito, cuando la coloco sobre un tronco y sacudirse las manos se giró para volver a casa.

Duo bing río un poco ante eso, zorra no se dió cuenta que iba a ser mordida por un insecto venenoso.

— Li Lianhua ¿Te parece si cocino hoy?

Li Lianhua asintio con gusto, no tenía ganas de cocinar hoy así que la oferta le cayó de mucho ayuda, poniendo manos a la obra Xiaobao comenzó a cocinar mientras Li Lianhua leía un libro mientras toma té.

Ya es tarde, alrededor de las cinco de la tarde y ya empezó anochecer; el exquisito olor de costilla agridulce le hizo agua la boca, el resto de las verduras, granos se cocieron rápidamente y pronto.

Alrededor de unos cinco minutos la comida ya está servida en la mesa esperando a ser devorada, Li Lianhua vio a Xiaobao que tiene una sonrisa de oreja a oreja mientras le da un plato de comida a zorra y le da agua en su plato.

— Pareces una esposa recién casada, el vigor del amor puro y la juventud te queda bien. — bromeó.

"¿,Esposa?" Le pareció divertida esa palabra.

Duobing lo miro en silencio y le puso un pedazo de pollo desmenuzado con salsa agridulce en su plato, Li Lianhua sonrió por su timidez y también porque la escena lo pone melancólico.

Duobing pareció leer sus pensamientos.

— No soy mucho de cocinar, pero es decente.

— Si no fueras espadachín, podrías ser un chef. — Li Lianhua dijo con una sonrisa.

Duobing oculto una sonrisa gracias al tazón de arroz.

— Puedo hacer muchas cosas, no me subestimes. Apreciame. — dijo con una sonrisa sirviendo té para los dos.

Li Lianhua le dió un poco de carne en su tazón también.

— No lo hago. — intercambiaron miradas y claramente el primero en quitarla fue Xiaobao.

Sus mejillas se tiñeron de rojo.

"Controlado Fang Duobing, controlate." Siguió comiendo en silencio.

Li Lianhua sonrió el resto de la noche.

Li Lianhua sonrió el resto de la noche

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— Ja... Jajajaja, maldición.

Fang Duobing se sujeto la cabeza cuando despertó recostado en un tronco abrazando su espada, da la casualidad que Li Lianhua hizo el mismo truco que la vez pasada y lo abandonó a un lado del camino.

"Las viejas costumbres no se olvidan. ¿No es así?"

No está molesto.

Se levantó y limpio la suciedad en sus blancas prendas, miro los rastros de cascos de caballo en el suelo y sonrió divertido.

— ¡Li Lianhua, me las pagarás!

Río un poco más y comenzo a correr detrás de la casa rodante.

— ¿Te abandonaron de nuevo?

Duobing se detuvo al escuchar esa voz.

— A este paso se nota que no te quieren, al igual que cuando abandonan a un perro. ¿Por qué corres?

Di Feisheng dijo con burla, Duobing suspiró agraviado, este tipo estropeó su gran motivación de persecusión hacia su maestro.

Pero le sigue la corriente.

— Los perros son fieles a sus amos, no importa donde los abandonen... Siempre encuentran el camino a casa.

Ah, decir eso le recuerda que se llamo así mismo perro. ¿Le queda cara que proteger?

Fei río estruendosamente por su expresión sombria.

— ¿Donde esta tu maestro?

— Se dirige a la montaña donde está Madame Yu.

Suspiró cansado.

— Te veo allá. — comenzó a volar por los aires llendo hacia la dirección.

Viéndolo lejos Duobing sonrió.

— ¡Ja! Li Lianhua fue al pueblo, zorro recien graduado. — le saco la lengua.

La historia de un Loto [Fanghua]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora