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Capítulo 27: Fei, el ladrón de mascotas.
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Un hombre está parado frente a una posada, con un perro a su lado jadeando, han pasado no menos de cinco horas desde que salió volando de la casa de loto y finalmente llegó a la secta Sigu. La verdad se ve mejor que antes, un poco abandonada pero es normal.

Después de que Xiao Zijin se hiciera líder de la secta, algunos discípulos fieles a Li Xiangyi se marcharon para cultivar la inmortalidad y a su debido tiempo volver a la secta y darle vida, como cuando su glorioso líder estaba vivo.

Incluso se habia vuelto popular entre los jovenes que ingresaban a la casa Bai Chuan para ser detectives criminales, Di Feisheng suspiro cuando vio a la mayoria de los miembros de la secta Sigu entrar y salir como si del mercado se tratara.

— ¡Vengan, vengan a ver!

Fei giró la cabeza para ver al hombre que gritaba a unos pasos más lejos de su lugar, un hombre vestido con ropas hechas harapos; un completo desastre.

Sin embargo, ese hombre andrajoso se ve bastante enojado señalando en la dirección de Fei, sin saber que pasa se quedó ahí; esperando a que el hombre siguiera mientras tiene los brazos cruzados con desinterés.

Causando más ira al hombre.

— ¿Qué sucede anciano? — preguntó uno de los lugareños.

Viendo que ya empezó a recibir atención, el hombre se sintió más confiado.

— ¡El hombre de rojo me robó a mi mascota!

Ahora señaló a zorra.

¡Zorra se escondió detrás de Di Feisheng! Fei quería reír por la actitud del perro, es igual a su dueño antes cada que vez que mencionan a Li Xiangyi en el pasado.

¿No sé escondía y evadía la atención innecesaria?

Pero aun estando divertido, no puede evitar fruncir el ceño.

— ¿Quién robó tu perro?

El hombre andrajoso retrocedió ante la imponente presencia que Di Feisheng demuestra, todos sintieron lo mismo e incluso algunos simplemente pasaron de largo.

Si tan siquiera ese hombre hiciera lo mismo.

— ¡Tú! ¡Me robaste a mi puerco!

Di Feisheng. — ...

Suspiró cansado y agarro a zorra en sus brazos de nuevo y salió volando del lugar, dejando al hombre andrajoso colérico.

— ¡Te denunciaré! — grito para ahogarse en tos de nuevo.

— ¡Te denunciaré! — grito para ahogarse en tos de nuevo

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— Señor ¿Está seguro que era su perro?

Yun Bi Qiu pregunto por tercera vez al hombre que llegó a la casa Bai Chuan para poner una denuncia.

— ¡Claro que sí! ¿Cómo podría no reconocer a mi cerdo?

El director y Yun se vieron entre sí, este hombre ha dicho lo mismo desde hace media hora y no han llegado a nada concluso.

Ya están comenzando a cansarse de escuchar la misma historia.

— ¿Por qué le puso un nombre tan extraño? ¿No pudo ponerle "hada" o "hadita"? Cerdo es demasiado vergonzoso.

El hombro río frente a ellos como si estuviera loco.

Golpeó la mesa y se puso de pie.

— Ese hombre la llamo zorra. ¿No fue su nombre también cualquiera? ¡Es claro que se lo robó!

Yun suspiró cansado.

— Por su nombre, es hembra y el suyo es macho. ¿Cómo puede ser suyo? ¿Cambio de sexo mágicamente?

El hombre se recargo en la mesa furioso.

— Hoy en día hay elixires para todos lados, no me sorprendería que un día un hombre diera a luz. ¿Por qué no cambiar de sexo? ¡Así quizás si fuera una linda muchacha mi vida sería mejor!

Bufo saliendo de la casa Bai Chuan con cierta discordia en su mirada, empujó a varios discípulos del lugar. Su actitud molesto a todos pero no pueden echarlo del lugar.

— Ni siquiera dijo como se veia el hombre. — susurró Yun Bi Qiu

Fei se hospedó en una posada que está cerca de un lago, dónde de ves en cuando llevo a zorra a caminar; encontró a la mascota de las dos personas molestas muy obediente

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Fei se hospedó en una posada que está cerca de un lago, dónde de ves en cuando llevo a zorra a caminar; encontró a la mascota de las dos personas molestas muy obediente.

Quizás ahora comprende porque Fang Duobing la alimente tan bien y ella es muy obediente a él, sin mencionar que antes ellos dos se hicieron compañeros de aventuras cuando buscaron a Li Lianhua.

— Zorra, tu cuentas como su hijo. ¿No?

Di Feisheng no se sorprendió en lo absoluto cuando Fang Duobing se emborrachó y confesó sus sentimientos a una lápida.

Era tan lamentable pero a la ves divertido.

Ese coraje desapareció una vez vio a Li Lianhua de vuelta, se acobardo y actuó como un niño obediente para no enfadar a alguien a quien quiere mucho.

¡Ese chico es demasiado evidente!

— Zorra ¿A quién consideras tu madre?

Siente extraño hablarle a un animal, pero es más confortante que hablar con un ser humano.

La historia de un Loto [Fanghua]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora