La historia de un Loto [Fanghua]

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Capítulo 49: La mujer en el pozo. — Envenenamiento prenatal.
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La mansión Yue es en verdad grande a los ojos de Li Lianhua, pero no es gran cosa para Di Feisheng; no es más que una casa enorme con malas vibras en su interior, llena de personas que quizas no sean buenas.

— Oh, señor Fang. Bienvenido, bienvenido.

El señor les recibió con una sonrisa hogareña al ver la insignia de la casa Bai Chuan colgando de la cintura de Li Lianhua.

Las personas comunes aún le temen al mundo marcial, y no es que sea malo; es completamente extraño.

— ¿Qué los trae a mi humilde hogar?

Los llevo a la sala de invitados.

— Si, humilde. — murmuró Fei.

Li Lianhua carraspeó para que el anciano no escuchará lo que su acompañante había dicho, o sino, podrían echarlos de la mansión y no podrían averiguar nada de la señorita Yi.

Quién actualmente desconocen su estado.

— Hemos venido para encontrar información sobre Yi Qian.

Al pronunciar el nombre, la mandibula del anciano se tensó y sus ojos evitaron los de Li Lianhua; las sirvientas también hicieron lo mismo, a excepción de una que mantuvo su expresión tranquila y su frente en alto.

Ella llamo la atención de ambos hombres en el lugar.

— Ella es la quinta esposa de mi tercer hijo, una desgracia para esta familia; se escapó con su amante a pesar de que la tratamos tan bien. ¡Incluso se atrevió a huir con mi nieto en su vientre!

El anciano perdió las fuerzas en sus piernas, Li Lianhua lo sostuvo rápidamente; evitando que el anciano tocará el suelo.

— ¿Quién sabe? Quizás no es su hijo y por eso huyó.

Di Feisheng entrecerró los ojos al ver a una mujer vestida de colores oscuros entrar a la sala con una sonrisa deslumbrante en el rostro, sin ningún preocupación en su mirada o lastima en su voz.

El anciano la miro con desden y ella se quedó en silencio rapidamente.

Li Lianhua vio todo en silencio.

— ¿Usted es? — Li Lianhua hablo primero.

El anciano se adelantó.

— No debería saberlo, no es digna de ser recordada. Solo una esposa principal sin poder dar a luz a un hijo; una desgracia más para mi familia.

El anciano la miraba feo mientras decía eso, sin cuidado o temor a hacerla sentir mal; ella se encogió en su lugar y salió del lugar.

Li Lianhua vio a Di Feisheng.

— ¿Podemos ver al marido de la señorita Yi? — dijo Fei.

El anciano asintió y se retiró para descansar, pasando varios minutos el tercer maestro de la familia Yue entro por la puerta con dos niñas gemelas en ambos brazos.

Quienes, a diferencia de él, son muy bonitas.

El mérito es de su madre absolutamente.

Li Lianhua sonrió un poco.

Mientras que Fei lo observo callado.

'Lo que dijo Li Lianhua no era mentira, si que es feo.'

— ¿Dicen que traen noticias de mi quinta esposa?

Su voz era suave, sin duda alguna mostrando preocupación por ella; pero eso no es suficiente para desaparecer el rencor de Li Lianhua y los malo pensamiento de Di Feisheng.