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Hace tiempo no hago una investigación en solitario.

Li Lianhua va camino al mercado, con la poca luz solar a sus espaldas le es mucho más fácil moverse en la oscuridad; lleva consigo la espada que Shan Gudao le dio, es un buen arma en general. No merece ser desechada solo por las intenciones del otro.

— Señor. ¿Desea una comida, vino o un té?

— Un vino de durazno con costillas de ternera. — el hombre asintio y se retiró.

Se quitó la capucha, pasando desapercibido rápidamente porque su aspecto no es tan llamativo; otro punto a favor del disfraz.

Pronto la comida llegó y se sentó a degustar el platillo, acompañado del delicioso vino que inunda su nariz.

¿Haz oído? Ayer atraparon al asesino de Xiao Fei.

Li Lianhua agudizó su oído mientras continua comiendo con normalidad, como si no estuviera escuchando una conversación ajena.

¡A quién le importa! Si alguien le hubiera contado amablemente lo que sucedió no tendría que actuar de forma tan grosera, aunque nadie se da cuenta.

¡Un punto para él!

Si, escuche que su cuerpo sigue en la casa Xifang Hua. ¿La investigación aún sigue abierta?

Li Lianhua pidió otra jarra de vino, hoy tiene suficiente dinero; Fang Xiaobao le dejo una bolsa llena de taels de plata. ¡Prácticamente es rico! Y puede comer lo que se le de la gana.

Está contento de poder degustar tremenda comida.

Debo agradecer a Fang Xiaobao después.

Se sirvió vino y lo bebió, suave pero fuerte. Tan refrescante y energético, está muy contento.

¡Así debe ser un buen vino!

Si, también escuché a la pobre Xiao Fei le falta un dedo.

¿Cuál dedo?

El meñique. — prácticamente lo dijo en un susurro.

Li Lianhua dejo de escuchar en la conversación y se dispuso a ver los alrededores, sin dejar de beber el vino de durazno que es muy agradable a su paladar.

Suspiró cuando vio pasar a alguien conocido a las afueras de la tienda, inmediatamente se puso de pie para pedir la cuenta, pagar y seguir a esa figura.

— ¡Oiga, señor! Espere el cambio.

A la fuerza y a regañadientes, se detuvo a esperar el cambio; puede que tenga de sobra, pero esos pocos taels de plata le podrán servir después para bocadillos o medicinas para tratar a su zorra.

— Gracias por su visita.

Se alejó de inmediato y salió a la calle transcurrida a seguir a la persona, persona que no está en ningún lugar; Li Lianhua frunció el ceño y siguió vagando por las calles.

¡Desapareció como si de un fantasma se tratase!

Recórcholis, se escapó.

Vio fijamente al suelo, notando que ya esta borracho se dispuso a volver a la posada; para descansar y esperar a que el alcohol se disipe de su sangre.

Tambaleándose por todo el camino, se recargo en una pared para poder equilibrarse y aclarar su vista que está borrosa. Sacudió la cabeza varias veces con los ojos apretados, tratando de forzar la vista; cuando finalmente pudo ver algo.

¡Ya está completamente oscuro!

— ¿Quién movió la tienda de libros? — preguntó al aire.

Vio a su alrededor y ya no hay ni una sola alma humana, por las luces apagadas supo que ya deben pasar de las siete de la noche.

¿Entonces porque sigue él en la calle?

Movieron las tiendas. ¿Quién movió las tiendas? ¡Qué no las mueva!

Se rió de sus pensamientos en voz alta y siguió caminando.

Pocos pasos después cayó al suelo.

Se quejó.

— Ay, ay. ¿Quién quitó la pared? — se limpio las manos y se puso de pie.

El viento se volvió más fuerte, haciendo que su capa se soltara y saliera volando; la siguió con pasos torpes.

— ¡Fantasma! ¡Fantasma! — grito Li Lianhua.

Algunos de los detectives de la casa Bai Chuan andaban por ahí patrullando y lo escucharon y fueron a ver.

¡Solamente para encontrar a Li Lianhua con la capa en la cabeza!

— Hay que llevarlo, el jefe Yun lo ordeno.

La historia de un Loto [Fanghua]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora