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— Entra ahí.

Li Lianhua fue lanzado dentro de la celda sin cuidado alguno, cayendo sobre su trasero se quejó aún bajo los efectos del alcohol.

— Auch, Auch, duele, duele.

Se cubrió la boca cuando sintió la comida volver a subir por su garganta, sin poder aguantar simplemente dejo salir todo lo que comió en ese restaurante.

— Vaya que no puedes ser más patético. ¿Ya dejaste de actuar?

Al escuchar esa voz venir a sus espaldas, Li Lianhua sonrió y se dió la vuelta.

¡Di Feisheng está frente a él con el ceño fruncido!

Li Lianhua carraspeó y se puso de pie rápidamente, antes de entrar le habían dado agua para beber y lavarse las manos por la tremenda caída que tuvo.

Puede que actuará, pero el dolor de cabeza es real.

Se sostuvo la cabeza con una sonrisa molesta y el ceño fruncido, le duele mucho y el tono de voz que Fei está usando no es el adecuado para su estado actual.

— Así qué... ¿Vas a decirme que hacía en ese callejón?

Li Lianhua se recuperó y se sentó a su lado para susurrar, algunos guardias no le pudieron atención ya que su voz era muy bajita y están acurrucados en la esquina más lejana de la celda.

Di Feisheng suspiró cansado.

— "El viento huele a sangre y zorra lo ha olfateado." Estaban cerca del lugar de asesinato, fueron vistos y los acusaron. — dijo Li Lianhua de repente.

Di Feisheng no negó ni aceptó nada y simplemente se mantuvo callado, Li Lianhua suspiró frustrado.

— ¡Habla hombre! ¿Crees que me arriesgaría a ser arrestado solo para verte callado? ¡Podríamos quedarnos aquí para siempre! Además de que zorra está enferma, tengo que tratarla.

Fei le puso una mano en la boca para que se callara, ahora fue su turno de suspirar totalmente frustrado.

Li Lianhua le pegó en la mano para que lo soltara.

— 1. Si salimos, pero no estábamos cerca, bueno, un poco. 2. Zorra lo olfateo e inmediatamente nos fuimos. 3. El que nos acusó fue el mendigo, que dijo que yo le robe a su perro.

Li Lianhua frunció el ceño.

— ¿Hombre andrajoso? ¿Cómo es?

Fei bufó.

— Cuando habré la boca suelta incoherencias.

Hubo silencio entre los dos y se alejaron para sentarse en las sillas, las puertas se abrieron minutos después mostrando a Yun y a zorra que venía siendo arrastrada en un petate.

Ella aún sigue inconsciente.

El corazón de Li Lianhua se encogió.

— ¿Qué le pasó? ¿Qué le hicieron? — las preguntas se Li Lianhua se quedaron en el aire.

El detective Yun saco el pañuelo que Fei habia visto anteriormente de su ropa, abriéndolo lentamente dejo a la vista un dedo meñique.

Li Lianhua abrió los ojos y se giró para ver a Fei.

— ¿Un dedo?

El detective Yun sonrió.

— Saquen a Li Lianhua de la casa Bai Chuan y no deje que entre bajo ninguna circunstancia.

Algunos guardias lo agarraron de los brazos y lo sacaron a la fuerza, Li Lianhua no quiere irse; tiene que tratar a zorra.

— ¡¿Por qué zorra no despierta!? — grito desesperado.

El detective Yun medio giró su cuerpo y guardó el dedo.

Su voz es desinteresado, sin ninguna pizca de arrepentimiento.

— Para conseguir la evidencia, la hemos abierto. Tiene suerte de estar viva.

— ¡Tú...!

Cuando Li Lianhua estaba a punto de decir algo, fue noqueado y tirado a la calle aún inconsciente. Todo esto bajo la vigilancia de Di Feisheng, que está con cuatro espadas alrededor del cuello.

El detective Yun se giró para verlo con una sonrisa.

— ¿Donde estábamos? — vio el ceño fruncido de Fei — ¿Qué? Pediste un médico, pero no dijiste para qué.

La historia de un Loto [Fanghua]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora