Un templo era un templo, aún si estaba detrás de una mansión.
Había bancas como en cualquier otro, un santísimo, un cáliz y todo el instrumental correcto. Incluso había una sotana, colgando de un perchero en una esquina, como esperando a que alguien la usara.
Y eso hizo Donato.
Alessandro ya no se sentía digno de portar una sotana o preparar la santa eucaristía. Fue por eso que Donato lo hizo, sin decir una palabra a cambio.
Becca los había guiado ahí sin ninguna palabra u se había retirado en silencio, sabiendo que ellos necesitaban eso..., necesitaban sentirse de nuevo cercamos a Dios, aún cuando estaban siendo abrazados por las llamaras del infierno. Necesitan la redención, la pureza y el comprendimiento que solo una eucaristía podía darles.
Alessandro tomo el relicario en sus manos y lo sostuvo con fuerza.
Entonces rezo.—Yo confieso ante Dios Todopoderoso, y ante ustedes hermanos que he pecado mucho de pensamiento, palabra, obra y omisión. Por mi culpa, por mi culpa, por mi gran culpa. Por eso ruego a Santa María siempre Virgen, a los ángeles, a los santos y a ustedes hermanos, que intercedan por mí ante Dios, Nuestro Señor. Amén.
Donato lo miro.—Así no es como empieza, Alex.
Alessandro suspiro.—Pensando en todo el mal que he hecho, supongo que una misa ordinaria no estaría bien.
Donato asintió comprendiendo. El tampoco se sentía cómodo vistiendo aquella sotana, él tampoco sentía que fuera digno. Fue por ello, que se la quitó y tomó asiento a lado de su amigo.
Ya ninguno de los dos se sentía con el poder de estar a lado de Dios, fue por eso que ambos miraron sus manos y, notaron que ambos llevaban aún sus anillos.
—¿Crees que nos odie?—Pregunto Alessandro.
Donato lo miro de reojo.—No, no creo que nos odie por tener sentimiento y amar sin restricciones.—Respondió el muchacho sin sidra de forma contundente.
Alessandro frunció el ceño.—Amar no es un pecado, se que amo a Gianna, pero siento que de alguna forma no se lo demuestro. Un ejemplo es estando aquí sin hacer nada..., pecando por omisión.
Donato bufo.—No estás pecando por omisión. Pecar por omisión es que no haces nada por pereza y tu amigo, no haces eso. No estás siendo perezoso, es solo que no sabes que hacer y, aún si lo supieras, te estás olvidando de que dls personas te han estado deteniendo a cada paso.
Alessandro lo miro preocupado.—Cada vez que Gianna viene a mi mente, no es como antes, ¿sabes? Antes cuando la pensaba ella estaba cerca de mi, sonriente o...—paro, sus mejillas volviéndose rojizas de repente.
—...Desnuda.—Terminó su amigo por el.
Alessandro no hizo más que asentir.
Había un fuego en el estómago de Donato. No eran celos, pero si envidia. Envidiaba que alguien como Gianna recibiera todos aquellos sentimiento de Alessandro. Todo lo que él era con todo y sus emociones nuevas y desconocidas, ya le pertenecían. No había nada en el mundo que pudiera remplazar a Gianna en el corazón de Alessandro, nada.
—¿Por qué la amas?—Preguntó de repente, celoso, enojado.
Alessandro miró a su amigo y después, se perdió.
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Votos Prohibidos ©
RandomUn devoto, un amor y una confesión. Aun los más santos se van al infierno. ¿Si quiera merece ir al averno? No, un ángel como Alessandro no lo merece. Y tu, ¿te confesarias con él? #1 No apta para menores [100601] #122 prohibido [190811] #100 inocen...