Capítulo 9: Su Novia

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***Serena***

Dos semanas después.

Hoy volveré a ver a mi Sam después de prácticamente dos semanas sin verlo porque viajaba a Inglaterra por negocios. Como llegó anoche y estaba agotado se fue directo a su departamento y solo hablamos por el celular, pero cuando salga de la Universidad lo voy a sorprender y visitarlo en Dalton Enterprise, gracias a Dios mi querido Tío me ofreció una tarjeta familiar la cual me permite el acceso sin control y con eso puedo ir directo a su oficina sin tener que pasar por la recepción.

Esos días sin verlo fueron un infierno total. Es que no puedo negar que tenía un poco de miedo de que en Inglaterra encontrase con una de sus amantes y me pusiera los cuernos, y que más andaba circulando fotos por todos los sitios de chismes. Pero el condenado se portó bien y ahora está de vuelta en mis brazos para amarlo.

—¿Está tu sexy novio de vuelta en la ciudad, Serena?

—Por supuesto que sí, James, dos semanas ya fueron suficiente. Estaba a punto de viajar a Inglaterra para traerlo de vuelta.

—Serena por Dios, vas a sofocar tu hombre y dejarlo sin aliento. —dice Beatrice—. Por eso mismo él condenándote tiene que recordar que su mujer soy yo y que se equivoca, le doy en los huevos y lo dejo sin pensar dos veces.

—Mujer, temo por tus enemigos porque eres muy capaz de pisotearlos sin pestañear.

—James, mala suerte para la persona que intenta meterse conmigo, porque voy por él con todo, me conoces y sabes cómo soy: O te doy amor, o te mato. Qué no se quede duda. ¿Qué te pasa Beatrice? ¿Y por qué estás así?

—Sí, ahora que te noto, puedo ver que has estado muy pensativa y callada desde que llegamos. —Añade James.

—No es nada amigos, no hay nada de que preocuparse.

—Mujer habla porque Serena y yo no estamos ciego y podemos ver que algo te preocupa. ¿Por qué no confías en nosotros?

—Es que estoy muy confundida. Mi cabeza es un mar de pensamientos.

—¿Confundida por qué pelirroja? —Pregunto yo.

—Mi exnovio me llamó ayer, me dijo que se encuentra en Seattle y quiere hablas conmigo. —¿Y qué quiere ese bastardo ahora?

—No lo sé, James, es esto que quiero saber también. ¿Qué quiere de mí después de la humillación que me hice pasar?

—Beatrice ese tipo te hizo mucho daño, te humilló y te denigro como mujer, no pensó dos veces en lo que te hizo y como te sentirías después de aquella humillación, entonces como tu amiga te digo que no confías en ese bastardo de mierda. Si quieres perdonarlo no te voy a decir que no, porque perdonar es divino, pero solo te digo que cierres esta página y sigas adelante porque hay muchos hombres que quisieran tener una oportunidad contigo.

—Apoyo lo que dijo Serena, mujer. Cierra esta página porque hay un adonis de prácticamente dos metros de altura con un cuerpo UFF de comer delicioso que quiere estar contigo y tú todavía pensando en la posible víctima de Serena.

Empiezo a reírme de lo que acaba de decir James.

—Ven aquí. —Extiendo mi mano hacia ella y le doy un cálido abrazo porque lo necesita. Es que ese hijo de puta de su exnovio, además de humillarla por tener un cuerpo más lleno, también difundió una foto de ella desnuda. Por suerte el padre de Beatrice tiene influencia y lograron sacar las fotos de internet, pero el daño ya estaba hecho y mi amiga lo sufre hasta hoy. Juro por todo los santos que cuando ella me dijo eso quise mandar a ese hijo de puta al infierno con mis propias manos.

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