***Serena***
—Me siento exhausta; —me lamento, pasando la mano por mi prominente barriga—. Parece que soy una anaconda que se ha tragado un jaguar.
—Pareces exactamente eso, especialmente con ese vestido con estampado de serpiente.
Ruedo los ojos en su dirección.
—Beatrice, no me provoques, o te haré lucir tan roja como tu cabello. —Los tres frente a mí estallan en risas, y la risa me afecta más de lo que debería. La verdad es que estoy emocionalmente agotada; mi barriga ya pesa, mi espalda duele constantemente, y mis pies se han hinchado incómodamente.
—Por favor, amiga, disculpa por ser tan insensibles contigo, especialmente en la recta final de tu embarazo. —Dice James, acercándose a mí para consolarme. Estamos aquí en el jardín de la universidad, tomando un poco de sol porque es un día hermoso.
—Serena, deberías caminar para ayudarte durante el parto. —Comenta Jenny, y yo le digo ¿cómo voy a caminar con este cansancio que siento?
En los primeros cinco meses todo estuvo muy bien, tenía energía de sobra, pero al acercarme al séptimo mes me convertí en una tortuga caminante. Ya no puedo más. «Baby George, bien podrías enviar un poco de tu fuerza a mamá porque realmente lo necesita».
—Amigos, tengo que dejarlos porque acordé con mi jefe llegar un poco más temprano hoy y así él me pagará horas extra.
—Jenny, no me gusta ese jefe tuyo. Te explota y te paga una miseria. —Dice Beatrice y James y yo asentimos al mismo tiempo.
—Es muy difícil encontrar un mejor trabajo sin haber terminado la licenciatura y tener un diploma. Necesito trabajar no solo para sobrevivir, sino también para cubrir parte de los gastos de la universidad. La beca que conseguí no cubre la totalidad de mis estudios. Por ahora, es lo que tengo.
Nosotros, los demás, no podemos opinar mucho porque siempre tuvimos lo necesario en ese sentido. Siempre tuvimos todo para vivir dignamente, nacimos en cuna de oro, pero tengo que reconocer que no todos tienen ese privilegio.
—Mereces algo mejor rubia, eres inteligente, esforzada y dedicada. Mi padre finalmente abrirá su nueva empresa y en cuanto lo haga estarás contratada para trabajar en Imperial Company Inc. —Jenny abre los ojos de par en par mirándome sin poder creerlo.
—Serena, no sé qué decir.
—Simplemente, acepta la oferta Jenny. Allí podrás crecer profesionalmente y lo mejor, tendrás un salario digno. —Termino de hablar y me sobresalto cuando me abraza agradeciendo por todo, diciendo que no sabe cómo devolver cada gesto de cariño que he tenido con ella.
—Solo tienes que agradecerme siendo feliz. Te enviaré la dirección y mañana por la mañana pasa por allí porque mi padre estará esperándote.
—Limpia esas lágrimas y vete a mandar a ese jefe explotador tuyo al diablo. —Comenta James y ella asiente despidiéndose de nosotros muy emocionada.
Jenny es una buena chica y lamento no haber valorado ella desde hace mucho tiempo. Me duele profundamente saber que llevará ese trauma el resto de su vida. Sin embargo, tengo fe en Dios de que algún día encontrará un amor verdadero.
—Ahora solo falta convencerla de salir de aquel infierno en que vive. —Añade Beatrice y tengo una idea que comparto con mis amigos y ellos concuerdan. Los verdaderos amigos se ayudan mutuamente, y teniendo dinero todo es más fácil.
Honestamente, nos duele por ella al no tener a nadie que cuide de ella, perdió a su madre, hermana y sobrina, y el padre es un desgraciado por razones que ya sabemos. Pero estoy más tranquila porque mi bombón me dijo que Cristobal Lambert dará una lección a ese desgraciado de su padre y a los demás hombres. Espero que tengan un final terrible y miserable.
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SERENA
RomanceTras la trágica muerte de su madre y hermano menor en un accidente automovilístico, Serena Lawrence fue enviada a un internado católico. Su padre, devastado por el dolor, erróneamente la responsabilizó de la pérdida de aquellos a quienes amaba profu...