Narrativa del Autor
Samuel regresó al cuarto donde estaba Serena, donde encontró a toda su familia preocupada por la situación actual. Todos estaban desesperados por la falta de noticias; si tan solo Sara se dignara a llamar, ayudaría a aliviar un poco esa tensión, pero, por el contrario, ella sabía perfectamente que su silencio aumentaría la angustia y el dolor de todos. Cuando Steve vio que se acercaba, se levantó para darle lugar a Samuel, quien no dudó en llevar a su mocoso en un abrazo.
—Los policías están tratando de obtener cualquier información de la enfermera que ayudó a Sara a entrar en el hospital. —Dijo Samuel ante todos.
—Esa mujer se arrepentirá amargamente de haber ayudado a una criminal. —Comentó un furioso William.
—Hijo, lamentablemente la prensa ya se enteró del secuestro y hay un montón de periodistas afuera del hospital esperando a que digas algo. —Samuel apenas podía procesar sus pensamientos y lidiar con la prensa, era lo último que deseaba.
—Papá, si ustedes quieren comentar algo en mi nombre, está bien, pero no me pidan que hable en este momento, solo quiero recuperar a mi hijo. —Responde él, y Robert estuvo de acuerdo, entendiendo que ninguno de los dos (Serena y Samuel) estaba en condiciones de hablar con la prensa, por lo que dejarían que la policía se encargara de eso.
Minutos después, el teléfono de Cristóbal Lambert sonó, alertando a todos ellos.
—Es Leon.
—Contesta rápido, Cristóbal. —Dice Steve, nervioso y ansioso por noticias.
—¿Espero que tengas alguna noticia? —Pregunta Cristóbal con el teléfono en alto para que todos lo escuchen.
—Tengo la ubicación de Sara Davis, Cristóbal. Hangar sur A9. Te daré tiempo para que llegues primero, pero date prisa porque ella planea escapar a Polonia.
—De acuerdo, salgo enseguida.
—Haz que esta mujer pague, y después veremos qué mentira inventamos —Cristóbal corta la llamada y luego llama a Liam, su hombre para trabajos sucios, informándole que vaya inmediatamente al hangar sur A9 y haga lo que sea necesario en caso de que Sara llegue primero. También informa a Ethan que prepare a sus hombres y a los de Samuel sin alertar a la prensa para que salgan de inmediato.
—Entonces, ¿qué estamos esperando? —Comenta Robert.
—Voy con ustedes. —Añade Serena. Cristóbal se acerca a ella y la sujeta del rostro con ambas manos, haciéndola mirar hacia él, y le dice: —Te quedarás aquí esperándonos. Traeremos de vuelta al baby George, confía en mí.
—Tío, es mi hijo, quiero ir.
—No Serena, Cristóbal tiene razón. —Esta vez es Vivian quien habla, haciendo que Serena entre en razón, ya que en lugar de ayudar, su presencia podría complicar las cosas aún más.
Cristóbal pidió a Robert y Steve que se quedaran en el hospital, y a Vargas que fuera a su oficina de manera que no levantara sospechas, mientras él, Samuel y William se dirigirían al encuentro con Sara. Sus amigos aceptaron la solicitud porque sabían que era hábil manejando este tipo de situaciones, y cómo no, había heredado la frialdad y astucia de su bisabuelo y abuelo, quienes fueron dos grandes mafiosos italianos.
Salieron de allí y se dirigieron al estacionamiento, donde sus hombres ya esperaban. William se subió al mismo coche que Samuel, mientras Cristóbal iba en su coche con su fiel escudero Ethan, y afortunadamente lograron salir sin que la prensa se diera cuenta. Conducían a toda velocidad para llegar antes que Sara, y Samuel rezaba para que Dios cuidara a su pequeño George. Minutos después, Lambert recibió una llamada de Liam informando que ya estaban en el hangar, pero aún no había señales de Sara.
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SERENA
RomanceTras la trágica muerte de su madre y hermano menor en un accidente automovilístico, Serena Lawrence fue enviada a un internado católico. Su padre, devastado por el dolor, erróneamente la responsabilizó de la pérdida de aquellos a quienes amaba profu...