𝐍𝐨𝐯𝐚 𝐏𝐨𝐭𝐭𝐞𝐫 | 𝐃𝐌

20. Regreso de Voldemort

La visión la atacó sin previo aviso, y sus ojos se nublaron mientras veía imágenes confusas y aterradoras.

En la visión, vio a Harry, Ron, Neville y otros amigos en medio de una situación peligrosa en el Ministerio de Magia. Estaban rodeados de mortifagos. Nova sabía que tenía que llegar hasta allí lo más rápido posible para ayudarlos.

Entonces, recordó una conversación que había tenido con Hagrid sobre su escoba. Había confesado que ocultaba su escoba, una Nimbus 2001, en un rincón del castillo, ya que sabía que nunca estaría dentro del equipo de Quidditch, especialmente porque no quería que la compararan con su hermano. Pero en ese momento, la escoba se convirtió en su única esperanza de llegar al Ministerio a tiempo.

Nova salió corriendo, siguiendo el recuerdo de la ubicación de su escoba.

Finalmente, encontró su escoba escondida detrás de un barril en un rincón oscuro del castillo. Sin perder un segundo, la tomó y corrió hacia la salida de Hogwarts. Tenía que llegar al Ministerio antes de que fuera demasiado tarde. El viento frío azotaba su rostro mientras volaba a toda velocidad en dirección al Ministerio de Magia.

La adrenalina corría por sus venas, y aunque estaba nerviosa por lo que encontraría allí, no podía permitirse dudar. Sus amigos estaban en peligro, y ella tenía que protegerlos.

Finalmente, Nova llegó al Ministerio de Magia y descendió de su escoba. Miró a su alrededor, tratando de encontrar a sus amigos. La visión la había llevado hasta aquí. El Departamento del ministerio estaba en completa oscuridad.

—¡Nova! —escuchó una voz familiar llamándola. Era Ron, quien la había visto llegar.

—Ron, ¿estás bien? ¿Dónde están los demás? —preguntó Nova, preocupada.

—No hay tiempo, Harry, ella esta aquí —Ron tomó a Nova de la mano acercandose a los demás.

—¿Por qué estas aquí?, Nova es peligroso —dijo Harry acercandose a ella,— Estan buscando una profecía que parece importante para ellos, así que no te separes de mí, por favor.

—Bien —dijo Nova y miró a los demás,— Nev —por fin pudo saludarlo.

Antes de que Nova pudiera acercarse lo suficiente para abrazar a Neville, todo a su alrededor se volvió borroso, y la sensación de un frío y cruel agarre la rodeó. En un abrir y cerrar de ojos, se encontró atrapada por un mortífago, quien apuntaba su varita directamente a su cuello. La adrenalina recorrió su cuerpo mientras luchaba por mantener la calma.

—Nova —escuchó la voz de Harry, pero Lucius Malfoy se interpuso en su camino, impidiéndole acercarse.

— Dame la profecía o tus amigos sufriran las consecuencias.

—No se la des,— Dijo Neville, pero Bellatrix hundió levemente su varita en el cuello de Neville.

—Bien, entonces comenzaremos con tu hermana —se giró Lucius mirandola,— Nova Lily Potter —sonrío,— No dolera mucho.

—Espera —dijo Harry y estiro la profecía.

Antes de que la amenaza pudiera materializarse, Harry intervino, extendiendo la profecía que Lucius estaba buscando. El rostro de Lucius se iluminó con avaricia mientras extendía la mano para tomarla.

Pero en ese momento, todo cambió. Una serie de luces blancas y brillantes aparecieron de repente en todo el lugar. Nova supo al instante de que se trataba de la Orden del Fénix.

—Nunca vuelvas a tocar a mis niños —rugió Sirius, apareciendo delante de Harry y propinando una sonora bofetada a Lucius Malfoy.

Remus, se acercó rápidamente a Nova. Había estado preocupado por ella desde el momento en que los mortífagos la habían rodeado.