𝟓𝟒. 𝐅𝐢𝐧𝐚𝐥

12.4K 998 136
                                    

Nova se encontraba de vuelta en el Reino Unido, de pie en el majestuoso Ministerio de Magia, tras una larga ausencia. Mientras tanto, Draco se quedaba a cargo de sus cuatro preciosos hijos: Neronie y Narly, dos niños vivaces de seis años, Scorpius, un encantador pequeño de tres años, y la dulce Harrie, quien apenas tenía un año. Nova tenía plena confianza en que Draco cuidaría de ellos a la perfección; después de todo, disfrutaba mucho de pasar tiempo con sus hijos mientras ella desempeñaba un rol fundamental en el Ministerio de Magia de Dinamarca, conocido como "Magimisteriet" en danés.

Su trabajo allí consistía en evaluar a los candidatos que aspiraban a convertirse en aurores, y no solo eso, había sido nombrada jefa del departamento de aurores, un puesto de gran relevancia. Nova se sentía orgullosa de su labor y de la responsabilidad que tenía en sus manos.

Mientras avanzaba hacia la entrada del Ministerio, su paso se vio interrumpido.

—Necesito su identificación —dijo la señora con un tono firme, estudiando detenidamente a Nova.

—Sí, claro —respondió Nova con calma, deslizando con delicadeza la placa metálica de su bolsillo. La insignia relucía con las palabras "Jefa de Departamento de Aurores" grabadas en relieve, lo que provocó un visible cambio en la expresión de la señora, cuyos ojos se ampliaron ligeramente ante el descubrimiento.

—Nova Potter —dijo con un ligero tono de disculpa—. Lamento no haberla reconocido de inmediato, no me habían informado sobre su visita —se puso de pie con respeto, ajustando su postura—. ¿En qué puedo asistirla?

—Vengo a ver a Harry Potter, supongo que no es necesaria la razón —dijo Nova, con una mirada expectante y una voz cargada de emoción. La mujer, con una expresión de comprensión inmediata, negó con la cabeza.—No le avisé, por favor.

—Claro, puede entrar. Su oficina está en el segundo nivel, me da mucho gusto conocerla. Gracias a usted, hemos adaptado nuevas normas —dijo la mujer con un sincero gesto de gratitud, que iluminó su rostro.

Nova respondió con una sonrisa cortés, sintiéndose halagada por las palabras de la mujer, y luego se encaminó hacia la oficina de Harry Potter. Siguió las instrucciones al pie de la letra, encontrando el segundo nivel sin dificultad. Cuando finalmente estuvo frente a la puerta de la oficina, una oleada de recuerdos y emociones la embargó. Habían pasado años desde la última vez que lo vio, y la incertidumbre la invadió.

Titubeó antes de decidirse a tocar la puerta, los recuerdos de su última despedida reviviendo en su mente. Estuvo a punto de retirarse, considerando si estaba haciendo lo correcto, cuando repentinamente escuchó el sonido de la puerta cediendo y abriéndose en el interior de la oficina.

—¿Puedo ayudarla en algo? —escuchó Harry con atención la voz que provenía del otro lado de la puerta entreabierta.

Ella se detuvo en seco, sintiendo el peso de las palabras de Harry en el aire, y después de unos minutos de silencio que parecieron eternos, giró lentamente la perilla. Harry retrocedió ligeramente por la sorpresa de ver a su hermana.

—Hola —dijo Nova con un deje de nerviosismo en su voz, mientras se mordía el labio inferior, sintiendo la tensión que flotaba en el ambiente.

—Nov —susurró para sí mismo, como si no pudiera creer lo que veía. Luego, sus ojos se cristalizaron con una mezcla de emoción y asombro. —Nov, estás aquí.

Harry se acercó a ella con un abrazo cálido que envolvía a Nova, despertando una sensación olvidada desde su infancia, cuando su hermano la abrazaba y la hacía sentir segura y protegida de los abusos de los Dursley. Nova, lentamente, correspondió al abrazo, sus pensamientos recorriendo el tiempo que había pasado desde la última vez que estuvieron juntos. Había oído hablar de la boda de Harry con Ginny, pero ese era el único dato que tenía. Durante todo ese tiempo, Nova se había estado curando, buscando la fuerza para perdonar, aunque sabía que no era necesario. Siempre recordaba cómo Harry la había protegido, incluso a costa de su propio bienestar. Había sufrido castigos para que ella pudiera dormir sin miedo, compartido su comida porque sabía cuánto le gustaba comer y, en ese momento, Harry seguía siendo su hermano en su corazón.

𝐍𝐨𝐯𝐚 𝐏𝐨𝐭𝐭𝐞𝐫 | 𝐃𝐌Donde viven las historias. Descúbrelo ahora