𝐍𝐨𝐯𝐚 𝐏𝐨𝐭𝐭𝐞𝐫 | 𝐃𝐌

39. Profecía revelada

Los días avanzaban implacables, y para Nova, cada amanecer parecía llevar consigo la inquietante sensación de que el tiempo se agotaba en Hogwarts. La paz que rodeaba el castillo tenía un matiz peculiar, un presagio que se colaba en su mente. Siempre estaba alerta, incapaz de relajarse por completo, como si intuyera que aquellos momentos de serenidad podrían ser efímeros.

Esa noche, mientras Nova dormía, parecía sumergida en un sueño apacible al principio. Las "visiones", como ella las llamaba, solían acecharla en sus momentos de descanso, y esta noche no fue diferente. A medida que las horas avanzaban, las visiones se intensificaban, revelándose con una claridad inusual.

En su ensoñación, Nova se encontró en un lugar que le resultaba familiar: el pasillo que conducía a la oficina del profesor Slughorn. Caminó por los pasillos con una sensación de déjà vu, reconociendo cada detalle del entorno. Al llegar a la oficina, se detuvo en el umbral y observó con asombro.

En su visión, Nova se veía a sí misma, parada cerca de la chimenea, junto a Slughorn. Este sostenía una fotografía que parecía tener un significado especial. Era como si estuviera mirando uno de sus propios recuerdos desde una perspectiva ajena, observando la escena sin ser partícipe de ella. La sensación era extraña y desconcertante.

Nova, desde su posición invisible en la visión, trató de comprender el significado de ese recuerdo y por qué estaba reviviéndolo de esta manera. La mirada atenta de Slughorn y su expresión intrigada sugerían que había algo importante en esa fotografía, algo que Nova aún no lograba descifrar por completo. 

—Entonces, profesor, ¿le suena el nombre de Nova Elizabeth Potter? —preguntó Nova sin rodeos, deseando obtener respuestas.

El profesor Slughorn asintió y extrajo una foto de un antiguo álbum.

—Claro que sí —continuó Slughorn, mostrándole la foto,— Ella y Regulus Black formaban parte del equipo de Quidditch de Slytherin. Elizabeth era rebelde por completo, le encantaba contradecir a tu hermano.

Nova frunció el ceño, intrigada por la mención de Regulus Black y Elizabeth Potter.  

—¿Por qué, si es melliza de mi padre, iba dos grados por debajo? —cuestionó Nova, tratando de entender la dinámica entre su padre y su Elizabeth.

—Les decían mellizos porque eran parecidos, a pesar de tener diferentes edades. James y Elizabeth eran idénticos en todo: color de cabello, color de ojos, todo. Los Potter tienen una genética muy fuerte —explicó Slughorn con nostalgia en su voz.

Nova asintió, asimilando la información. Luego, decidió ir directo al punto que la había llevado allí.

—Beth, así le decía. Era mi mejor alumna, ella a pesar de su rebeldía siempre me acompañaba a comer porque muchos profesores comían en el comedor y yo lo hacía en mi pequeña oficana —Slughorn sonrío mientras recordaba.

—¿Supo de la profecía? —Nova se alejó de él mientras analizaba su oficina, buscando pistas,— Regulus quiso que la profecía no se cumpliera con Elizabeth, así que recayó sobre mí. ¿Qué puede decirme sobre eso, profesor?

Nova intentó dejar unos pergaminos desconocidos en la mesa, pero la tinta azul se derramó, manchando su mano. Aunque tenía la mano manchada, no le prestó atención en ese momento y centró su atención en el profesor Slughorn.

—Supe de la profecía porque Dumbledore me pidió analizar unos pergaminos que encontró junto con Snape —dijo Slughorn, como si estuviera revelando un secreto largamente guardado.

Desde un rincón de la sala, Nova observaba la escena con atención, captando cada palabra que Slughorn pronunciaba. Entonces, la Nova que estaba frente a Slughorn tomó su brazo, obligándolo a mirarla directamente a los ojos.