𝐍𝐨𝐯𝐚 𝐏𝐨𝐭𝐭𝐞𝐫 | 𝐃𝐌

37. Profecía incompleta

Nova estaba ansiosa y preocupada después de la revelación de Draco sobre Snape. No podía quedarse quieta sin obtener más información sobre la situación. Sabía que Snape tenía respuestas, y necesitaba saber cómo Voldemort había conseguido ponerle la Marca Tenebrosa a Draco.

Decidió ir a buscar a Snape en su despacho. Sabía que no sería una tarea fácil, ya que Snape era conocido por su reserva y desconfianza hacia los demás. Sin embargo, Nova estaba decidida a obtener respuestas.

Nova tocó dos veces en la puerta de Snape, pero nadie respondió. Como si un invisible anfitrión deseara que entrara, la puerta se abrió sin ayuda. Echó un vistazo a ambos lados del pasillo, asegurándose de que nadie la observara, antes de entrar con cuidado y cerrar la puerta tras de sí.

La oficina de Snape era un lugar intrigante y misterioso, llena de artefactos, ingredientes y estantes de libros polvorientos. Parecía un reflejo de la mente del profesor: oscuro, enigmático y cargado de secretos.

Se acercó al escritorio de Snape, donde cientos de fragmentos de pergamino estaban esparcidos. Las letras, aunque apenas visibles, estaban dispuestas de manera meticulosa, como si formaran un rompecabezas oculto.

Con cuidado, Nova comenzó a leer, consciente de que lo que tenía frente a ella era la profecía que involucraba a Harry.

En el... en que el destino se... con la oscuridad, dos almas, unidas por la sangre...

... con tal poder, la dualidad crece en su interior, su elección decidirá el mundo...

... sellando su destino. El inicio será sellado con un simple toque en la marca elegida... se tornara sangrienta y... terminara manchada de oscuridad.

... precio de su poder... hacia la paz o la ruina.

—Está peor que las visiones futuras de Trelawney —murmuró para sí misma, sin percatarse de la cercanía del profesor Snape.

Cuando el profesor Snape entró, avanzó hacia ella con su característica expresión seria y desaprobadora.

—¿Qué hace aquí, señorita Potter? —inquirió, claramente molesto por su presencia.

—Venía a buscarlo, profesor —respondió Nova, tratando de aparentar inocencia,— Las hojas quemadas me llamaron la atención.

El ceño de Snape se frunció aún más.

—¿Leíste algo? —cuestionó con desconfianza.

—No, por supuesto que no. Solo me intrigaron las hojas quemadas —respondió Nova, tratando de mantener su expresión tranquila.

Snape pareció aliviado por su respuesta, aunque su mirada escrutadora dejaba claro que seguía siendo cauteloso.

—Entonces fuera —ordenó, indicándole que se fuera de su despacho. 

Nova estaba a punto de explicar la razón de su visita, pero decidió cambiar de rumbo, pensando que divulgar lo que Draco le había compartido podía ponerlo en problemas innecesarios.

—Draco... —titubeó, mirando a Snape con cautela antes de continuar,— Solo estaba buscando ayuda para una tarea en equipo con él, relacionada con pociones. Sin embargo, al llegar aquí, creo que la respuesta se me ha presentado —añadió con una sonrisa forzada para ocultar su incomodidad,— Lamento la interrupción, profesor.

Nova se giró para retirarse, pero, nerviosa debido a la situación, no se percató de que la puerta no estaba detrás de ella y chocó directamente contra la pared, lo que hizo que el profesor Snape arqueara una ceja en silencioso juicio.