11. Remus Lupin

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Nova se encontró en medio de la oscuridad, incapaz de moverse. Sus extremidades estaban atadas con cadenas invisibles, y la sensación de impotencia la invadió mientras miraba a su alrededor, tratando de entender dónde se encontraba. Las sombras la rodeaban, amenazantes, y un escalofrío recorrió su espalda.

En el centro de la habitación, Remus y Sirius estaban arrodillados, igualmente inmovilizados por las mismas cadenas invisibles que la ataban a ella. Sus miradas reflejaban el miedo y la angustia, y sus cuerpos estaban cubiertos de heridas y moretones. Voldemort, rodeado de mortífagos, se alzaba ante ellos, con su rostro pálido y sus ojos rojos llenos de malicia.

-Ahora que tu mueras junto a ellos, Harry Potter finalmente quedará solo y me será más fácil llevar acabo mi objetivo -habló Voldemort disfrutando del poder que tenía en ellos.

Nova sintió un nudo en la garganta mientras veía a Remus y Sirius sufriendo. Quería gritarles que aguantaran, que todo estaría bien, pero sus cuerdas vocales se negaban a responder.

-Nova, no te preocupes por nosotros -dijo Remus adolorido,- Todo estará bien Nova.

-Lily, pase lo que pase, no mires, por favor -dijo Sirius jadeante.

Voldemort levantó su varita y comenzó a lanzar maldiciones crueles sobre Remus y Sirius. Nova cerró los ojos con fuerza, incapaz de soportar la visión de su sufrimiento. Cada grito de dolor atravesó su alma.

-¡Por favor, detente! ¡Detente! -Nova logró gritarle a Voldemort, safandoce de su silencio.

Pero Voldemort continuó torturando a su familia, ignorando sus súplicas. Nova se sentía impotente, atrapada en esta pesadilla retorcida. El miedo y la rabia se mezclaban en su interior mientras luchaba por liberarse de las cadenas invisibles que la mantenían prisionera.

De pronto Nova despertó sudando con un dolor insoportable en su muñeca justo en donde estaba colocada su cicatriz. La desesperación de salir de la habitación la atormentaba. No duró ni un segundo cuando ya estaba corriendo a la salida de la sala común, en busca de aire para llenar sus pulmones.

Cuando Nova salió de la sala común bajo las escaleras, lo hizo con tanta velocidad que ni siquiera pensó en detenerse por si las escaleras decidían moverse. La urgencia la impulsaba hacia adelante, pero a medida que avanzaba por los pasillos oscuros y silenciosos de Hogwarts, el miedo volvió a invadirla. Sus pasos resonaban en el silencio, y su respiración se aceleró.

Fue en ese momento, mientras intentaba correr por el pasillo, que Nova tropezó y cayó al suelo. Se giró rápidamente, el corazón latiéndole con fuerza, para asegurarse de que no había nadie detrás de ella, acechándola en la oscuridad.

-Venga conmigo -la voz de Snape la sacó de su aturdimiento. Él se inclinó y la ayudó a levantarse.

Nova estaba aturdida por la repentina luz que emanaba de la varita de Snape, pero lo siguió obedientemente mientras él la guiaba por los pasillos hacia la oficina de Dumbledore. Cuando llegaron, Nova se dio cuenta de que Ron y sus hermanos estaban allí, pero la confusión seguía en su rostro, sin entender completamente lo que estaba sucediendo.

Ron se acercó a Nova, tomando su mano con calidez.

- Ven con nosotros -dijo Ron tomandola de la mano para acercarla a sus hermano.

-Toma, Nov -dijo George, ofreciéndole su suéter para que se cubriera del frío.

Ella aceptó el suéter en silencio, aún abrumada por la repentina y extraña secuencia de eventos. Hacía apenas unos momentos, Nova se encontraba inmersa en un sueño, y ahora estaba aquí, en medio de una multitud de personas que parecían preocupadas por algo que ella no entendía completamente.

𝐍𝐨𝐯𝐚 𝐏𝐨𝐭𝐭𝐞𝐫 | 𝐃𝐌Donde viven las historias. Descúbrelo ahora