𝐍𝐨𝐯𝐚 𝐏𝐨𝐭𝐭𝐞𝐫 | 𝐃𝐌

24. Cambios inevitables

Draco observó cómo Nova cerraba la puerta del compartimento. Una vez que estuvo seguro de que estaban solos, se giró hacia Harry. Había esperado mucho tiempo para enfrentarlo, y este era el momento.

Sus miradas se encontraron, y no había amabilidad ni compromiso en ellas.

—Potter, no me importa que seas el hermano de Nova, pero ten en cuenta que no toleraré ni un segundo más tus acciones hacia ella —advirtió Draco con una firmeza que no dejaba espacio para argumentos.

Harry mantuvo su mirada fija en Draco, su mandíbula apretada, antes de finalmente hablar.

—¿Y desde cuándo te preocupa tanto mi hermana? —preguntó Harry con un tono sarcástico, sus ojos verdes brillando con una chispa de desafío—. A ella le gusta exagerar con sus problemas.

El sarcasmo de Harry fue el desencadenante. La paciencia de Draco se agotó en un instante. Moviendo su mano derecha a una velocidad sorprendente, lanzó un puñetazo en dirección a Harry con un impacto feroz. El puño de Draco se estrelló contra el rostro de Harry, quien fue arrojado hacia atrás, impactando con la ventana del compartimento. El vidrio tembló violentamente antes de que Harry cayera al suelo, aturdido por la sorpresa y la fuerza del golpe.

El compartimento estaba en silencio, salvo por la respiración agitada de Draco y el sonido sordo de la lluvia que golpeaba las ventanas. La ira ardía en los ojos grises de Draco, y su puño aún estaba cerrado en posición de ataque. Miró a Harry en el suelo con una mirada amenazante.

—¡No te atrevas a menospreciar a Nova! —rugió Draco, su voz cargada de furia y desprecio—. ¿Crees que exagera? ¿Crees que sus problemas son insignificantes? No tienes ni idea de lo que ha pasado, ni de lo que ha tenido que soportar. Y si alguna vez vuelves a decir algo así, te aseguro que no seré tan indulgente.

Sabía que subestimar a Draco había sido un error. A pesar de su diferencia de habilidades mágicas, Draco había demostrado que no tenía miedo de enfrentarse a Harry en un enfrentamiento físico.

Se levantó del suelo con un gruñido, la mano aún en su mejilla golpeada. La provocación de Harry se desató.

—¡No sabes nada de lo que mi hermana siente! —le espetó Harry con un rugido—. Ella simplemente quiere estar contigo para fastidiarme. ¡Eso es todo lo que eres para ella, un simple peón en su juego para enojarme!

El rostro de Draco se endureció. No iba a permitir que Harry menospreciara sus sentimientos por Nova. Dio un paso hacia él y lanzó otro golpe certero. Esta vez, su puño impactó contra la nariz de Harry, haciendo que este retrocediera mientras la sangre comenzaba a brotar de su nariz rota.

El enfrentamiento físico continuó, con Draco y Harry intercambiando golpes y palabras llenas de veneno. Harry no dejó de insultar a la familia de Draco, menospreciando su linaje. Sin embargo, Draco se mantuvo firme, su enojo ardía en sus ojos grises.

La lucha llegó a su punto culminante cuando un golpe bien colocado de Draco provocó una cortada profunda en la ceja de Harry, la sangre manchando su rostro. Draco finalmente sacó su varita, apuntando hacia Harry, cuya mano todavía estaba en su nariz sangrante.

—Puedes decir de mí lo que te plazca, Potter —siseó Draco con ferocidad—. Pero ten en cuenta esto: si alguna vez vuelves a hacerle daño a Nova, no habrá un lugar lo suficientemente lejano en este mundo en el que puedas esconderte. Estaré allí para detenerte. Nadie toca a la mujer que amo.

Draco soltó a Harry y de alejó de él mientras limpiaba la sangre de sus manos.

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L

os días siguientes la noticia de la pelea estaba en boca de todos, especialmente por las heridas visibles de Harry.

Nova caminaba junto a Neville hacia su primera clase de Pociones con el profesor Slughorn, pero su mente estaba en otro lugar. Las palabras de Neville apenas lograban penetrar la espesa niebla de sus pensamientos.