Nova se encontraba en una encrucijada desgarradora, paralizada por el dolor de tener que elegir entre su amado, Draco, y su ascenso al poder tenebroso. Con lágrimas en los ojos, levantó su varita, apuntando primero a los seguidores de Voldemort. Un feroz enfrentamiento mágico estalló, con Nova luchando desesperadamente para salvar a Draco, pero el poder combinado de los mortífagos era abrumador.
Los mortífagos, conscientes de la amenaza que representaba Nova, se lanzaron hacia ella con furia. Nova desató una serie de hechizos mortales, uno tras otro. "Crucio", "Stupefy", "Incarcerous", "Avada Kedavra". Los hechizos volaron con una precisión letal, atacando a los seguidores de Voldemort y dejándolos fuera de combate uno por uno.
Voldemort aprovechó la distracción de Nova y, debilitado, apuntó su varita hacia Draco, quien luchaba con todas sus fuerzas para acercarse a Nova y detenerla, aunque temía que fuera demasiado tarde.
—¡Avada...!
El aire se volvió denso con la anticipación mortal mientras las palabras se formaban en los labios de Voldemort. Draco, con los ojos desesperados, vio la amenaza inminente, pero Nova, en medio de la oscuridad que la envolvía, tuvo una epifanía que la hizo estremecer.
Si Draco moría, ella sería la fuente de su propia perdición. El peso de la culpa se apoderó de ella, y en ese instante oscuro, Nova comprendió que su propia existencia era la maldición que colgaba sobre Draco.
—¡Alto! —gritó Nova, su voz cortando el silencio ominoso—. Sé lo que deseas, así que te lo daré.
Voldemort frunció el ceño, su varita aún en alto. Los ojos de Nova brillaban con una determinación mezclada con la desesperación. Draco, aunque confundido, no pudo dejar de preguntarse qué sacrificaría Nova para salvarlo.
—Toma mi poder. —La confesión de Nova resonó en la penumbra—. Pero no la eso. Mi sufrimiento, mi existencia entera. Todo por la vida de Draco.
La revelación colgó en el aire como una maldición recién pronunciada. Nova había elegido renunciar a sí misma para preservar la vida de Draco, un acto desgarrador que oscureció aún más la escena. El rostro de Voldemort se iluminó con una sonrisa malévola, saboreando la victoria inesperada que se extendía ante él.
Draco, lleno de angustia, intentó acercarse a ella, pero Nova lo detuvo con un movimiento de su varita. Inmediatamente, se formaron paredes protectoras a su alrededor, manteniéndolo a salvo de cualquier amenaza que pudiera surgir en ese caótico momento.
—Nova, no, por favor... —murmuró Draco, con la voz quebrada, tratando desesperadamente de alcanzarla.
Voldemort, por su parte, sonrió con malévola satisfacción al escuchar las palabras de Nova.
—Nova —dijo con un tono suave y engañoso—, al fin lo entiendes. Sabes que no puedes manejar el poder que se te ha dado.
Nova se acercó a Voldemort, parándose frente a él sin aparente temor, aunque por dentro su corazón latía con fuerza. La resignación dolorosa se reflejaba en su mirada.
—Lo entiendo, Lord Voldemort. —Nova habló con una calma que contrastaba con la tormenta que rugía dentro de ella—. Pero hay algo que tú no comprendes.
Voldemort alzó una ceja con interés, intrigado por la afirmación desafiante de Nova.
—¿Y qué podría ser eso que yo, el Señor Tenebroso, no comprendo?
—Que en realidad, amo mi poder —dijo Nova, y sin previo aviso, agarró el cuello de Voldemort, quien no esperaba su acción sorprendente—. Amo sentir la oscuridad correr por mis venas y ver cómo eres engañado por mí, pero también amo a Draco. Así que no permitiré que ni tú ni yo seamos quienes le causen daño. ¿Quieres mi poder? Entonces sumerjámonos en él.
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𝐍𝐨𝐯𝐚 𝐏𝐨𝐭𝐭𝐞𝐫 | 𝐃𝐌
Fiksi PenggemarNova Potter no era más que "La hermana de Harry Potter" para la sociedad mágica, pero todo cambia cuando Dumbledore se da cuenta de que cometió un error al pensar que Nova nunca estuvo conectada con Voldemort. Es así como la profecía perdida revive...