El mes de diciembre se abrió paso con un torbellino de emociones y cambios. Las noticias sobre Ron Weasley, su victoria en el partido de Quidditch y su sorprendente relación con Lavender Brown llenaron los pasillos de Hogwarts de murmullos y risas.
Las vacaciones de Navidad finalmente habían llegado, envolviendo el castillo en un ambiente festivo. Sin embargo, en su habitación, Nova se sentía atrapada en un rincón oscuro de su mente. El esfuerzo por acomodar su bufanda era un intento de distraerse de las preocupaciones.
Las últimas semanas habían sido una serie de eventos perturbadores. Había experimentado episodios de lo que parecía ser pérdida de tiempo, momentos en los que su conciencia parecía desvanecerse y despertar sin recordar nada de lo que había hecho. La sensación de estar arrastrada de un lado a otro por el castillo sin control la llenaba de inquietud.
Y luego estaba la cicatriz. Desde el incidente con Seamus y Dean, había notado un cambio inquietante en esa cicatriz. Un dolor persistente la había acompañado, un dolor que parecía tener vida propia, como si se alimentara de su sufrimiento. Había decidido dejar de usar la venda que ocultaba la cicatriz solo cuando estaba a solas en su habitación. Las manchas negras que se habían extendido alrededor de la cicatriz la llenaban de temor cada vez que las veía en el espejo.
Nova sabía que algo estaba mal, que la oscuridad se cernía sobre ella de maneras que no podía comprender.
Al terminar de ajustar la venda, Nova miró su reflejo en el espejo. La cicatriz, con su oscuridad ominosa, se encontraba oculta bajo su suéter. No quería que nadie notara su preocupación, ni siquiera Draco.
Cuando se dirigió al tren, encontró a Draco esperándola en la plataforma. Su mirada se encontró con la suya.
—Tardaste, ¿todo bien? —preguntó, su voz llevaba una pizca de preocupación genuina.
Nova, con su bufanda de la casa de Gryffindor cuidadosamente abrochada alrededor de su cuello, asintió con una sonrisa tranquila.
—Sí, solo que no encontraba mi bufanda —explicó mientras se acercaba a él,- Quedé de irme con Ron esta vez, supongo que nos veremos hasta que regresemos de vacaciones.
—Estás en lo correcto —respondió, intentando sonar más reconfortante que preocupado,- Nov, trata de cuidarte, no me hace mucha gracia saber que te vas a la casa de los Weasley.
Nova sonrió ante su preocupación, apreciando su atención.
—No te preocupes, todo estará bien —le aseguró con dulzura.
Draco tomó su mano y la apretó con cariño. Sus ojos grises la miraban atento.
—Mantente dentro de esa casa, por favor -dijo Draco con una expresión que dejó en claro cuánto le importaba su seguridad,- Te mandaré cartas para asegurarme de que estés bien.
Antes de que pudieran hablar más, la voz de Eleanor los interrumpió mientras se acercaba para despedirse.
—Adiós Nova, Draco.
—¿La conoces? —preguntó Nova con curiosidad, observando a la chica de cabello castaño que se alejaba.
—Sí, he hecho equipos con ella en diversas clases este año —explicó con naturalidad,— ¿Por qué la pregunta?
—No, por nada —sonrío,— Nos vemos en enero.
Nova se despidió de Draco antes de buscar el compartimento donde se encontraban Harry, Hermione y Ron. Al entrar, se sentó junto a Ron, y el ambiente se volvió incómodo de inmediato. No habían estado los cuatro juntos desde finales de su cuarto año en Hogwarts.

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𝐍𝐨𝐯𝐚 𝐏𝐨𝐭𝐭𝐞𝐫 | 𝐃𝐌
FanfictionNova Potter no era más que "La hermana de Harry Potter" para la sociedad mágica, pero todo cambia cuando Dumbledore se da cuenta de que cometió un error al pensar que Nova nunca estuvo conectada con Voldemort. Es así como la profecía perdida revive...