𝐍𝐨𝐯𝐚 𝐏𝐨𝐭𝐭𝐞𝐫 | 𝐃𝐌

28. Traumas del pasado

[...]

—Tal vez deberíamos ir a comer —sugirió Nova a Draco, tratando de cambiar de tema,— Me tengo que ir, Ernest, pero nos vemos el lunes para la clase.

Ernest aceptó la sugerencia de Nova y se despidió con una disculpa sincera.

A medida que Ernest se alejaba, Draco no pudo evitar sentir que Ernest no estaba dispuesto a dejar las cosas así. Sabía que seguiría intentando acercarse a Nova, aprovechando cualquier oportunidad que tuviera en la clase compartida. La situación se había vuelto más complicada de lo que Draco hubiera deseado, y sabía que tendría que abordarla de alguna manera para evitar malentendidos futuros.

—Supongo que debemos aclarar esto antes de que empiece a convertirse en un problema más grande —susurró Draco con sinceridad.

—Supongo que estás en lo correcto —asintió Nova.

—En cuanto a Pansy, sabemos que lo hace para molestarte, pero en cuanto a Nott, no tengo idea de por qué lo está haciendo. Pero en cuanto lo vea, le pediré que aclare las cosas. No quiero que haya malentendidos entre nosotros, Nova. Todo sigue igual que antes, te lo aseguro —continuo Draco.

Nova arqueó una ceja, soltando una risa irónica. —Qué fácil lo resolviste todo, ¿verdad?

—Bueno, me preocupa más que compartas una clase con Ernest sabiendo que todos en este castillo saben que le gustas —admitió Draco, una nota de celos en su voz.

Nova lo miró con complicidad, su mirada encontrando la suya. —Yo también lo sé, pero solo trato de ser amable. Eso no significa que termine gustándome. Tú me gustas, Draco, y eso nadie podrá cambiarlo.

Una sonrisa genuina se dibujó en el rostro de Draco.

Mientras caminaban, Draco pasó su brazo alrededor de los hombros de Nova, acercándola a él de manera cariñosa. La cercanía entre ellos se sentía reconfortante.

—¿Quieres ir a comer o prefieres hacer algo más? —preguntó Draco, su tono amable y relajado.

—Lo que sea está bien —respondió Nova, disfrutando de la comodidad de estar junto a él.

Entonces, Draco cambió el rumbo de la conversación. —Dime, ¿es cierto que tenías planes de audicionar para el equipo de Quidditch?

Nova asintió, pensativa. —Sí, lo consideré. Me encantaría estar ahí, pero en realidad no quiero la presión de cargar con ese título.

Draco arqueó una ceja, con un brillo travieso en sus ojos grises. —¿Tienes miedo de convertirte en la mejor jugadora de Quidditch y herir el orgullo de tu hermano?

Nova soltó una risa, comprendiendo la broma. —No, no tengo miedo. En realidad, me encantaría ganarme ese título. Pero tengo otros planes en mente. Snape me está ayudando a mejorar en varios hechizos, y estoy trabajando en un proyecto que espero me ayude en mi futuro —explicó Nova—. Así que es cuestión de tiempo.

Draco dejó escapar un sonido de entendimiento. —Entiendo. Pero tengo una idea para ti, ¿qué te parece si vamos al campo de Quidditch? No entrenaremos, solo volaremos. Estoy seguro de que disfrutarías volar con tu novio —propuso, rodeándola con sus brazos mientras acercaba su rostro al de ella.

Nova asintió, sonriendo. —Supongo que es cierto que has dejado el equipo de Slytherin para este año.

Draco asintió, sus ojos grises brillando. —Sí, este año se presenta bastante ocupado para mí, así que creo que volar contigo será un alivio en lugar de presionarme para atrapar una Snitch dorada.